Cecilia se había puesta para la ocasión una mini color roja y tenía un top blanco que le marcaban sus tetitas, Mercedes más tradicional estaba con una camisa blanca y una pollera azul que le llegaba a las rodillas.
Cada día mas y más la quería tener pero no podía era su amistad la que no quería perder y no podía decirle nada por temor a que todo acabe, al fin me decidí a contarle que era la mujer más maravillosa que conocí en mi corta vida y que daría todo por ella.
Se sonrio y me dijo, de verdad quieres conocer un pene, esa es toda tu curiosidad, le dije que si, me dijo que era una niña muy caliente para mi edad, y ahí fue que de plano me descare y le pedi que me dejara ver y tocar su pene.
Por la ocasión me coloqué un vestido minifalda de color celeste, muy ceñida al cuerpo, ropa interior blanca, de modelo de bikini que apenas cubría mis partes íntimas, vestí unas medias blancas que compré para la ocasión, las cuales me cubrían hasta la parte alta de mis muslos donde se sujetaban con una pretina
Entonces se abalanzó sobre mi boca y empezó a comérmela. Era la primera vez que me besaba con un tío, y fue de lo más excitante; notaba su mentón rozando el mío, le cogí la cabeza y le manoseaba la nuca y las greñas.
Ella también estaba preñada y, según el guión, habíamos sido apresadas hacía 10 meses por una tribu de negros que nos sometía a toda clase de sevicias. Se suponía que habíamos acabado preñadas las dos y la película mostraba la clase de sevicias que padecíamos todos los días.
Incline a mama sobre la mesa y le pegue la cara a ella, estábamos a menos de un metro de distancia de mi tía, que estaba sorprendida, tenia a mi madre empinada con las tetas y la cara pegados a la mesa y mostrándome su enorme y apetitosa culo, sin piedad volví a clavarle mi polla en so coñito.
Eso era lo que mas quería de todo el mundo. Como cinco empujones mas fue todo lo que necesité para alcanzar la cima. Empecé a eyacular incontrolablemente mientras mi esperma fluía de mis bolas a través de mi estaca a las profundidades de Teresa. Mi clímax accionó el de ella.
Nuestra mesa estaba en un extremo del salón, cerca de una puerta que daba a un corredor, así que era fácil para los que estábamos ahí, salir para ir al baño o hablar por teléfono, sin que lo notara toda la concurrencia, como en otras mesas.
Tenia un novio que estaba obsesionado con que hiciéramos un trio a mi me atraía la idea pero no quería complacerlo en cierta forma solo porque soy un poco mala y que el tampoco lo tenia demasiado claro
Cogí con mi mano derecha todo el abultado sexo de la tía, mientras con la otra conducía muy lentamente. Introduje primero uno luego dos, hasta tres dedos en la caliente y chapoteante raja de la cuarentona.
Apoyé mis tetas encima de la mesa, y de vez en cuando me las acariciaba, se me pusieron los pezones erectos, tanto que se podian distinguir incluso con la camiseta. Él lo noto y empezo a ponerse nervioso asi que segui tocándome las tetas mas a menudo y con mas fuerza. Me levante, me acerque a la puerta y eché el pestillo.
Al subir al avión y cuando estaba junto a la puerta de entrada, observe como una azafata de piel morena con ojos verdes que nos estaba esperando para darnos la bienvenida, no dejaba de mirarme, al pasar junto a ella, su mano rozo distraídamente mi culo, no le di mayor importancia y procedí a sentarme, junto a la ventana que daba al ala izquierda.
Ahora podía tocarme sin problemas. Mi cuerpo fue excitándose por momentos. Cuando iba a llegar a mi clítoris oí la puerta que se abría. Me aterroricé y salí corriendo hacia la cocina para hacer como si estuviera fregando.
Soy alta, no muy delgada, pelo negro sedoso, con buenos pechos, guapa y unas piernas largas, torneadas con hermosos muslos que rematan en un culo respingón, mi carne es dura, cuesta trabajo pellizcarme y mi chocho, oculto por una tupida mata de bello, me hace disfrutar con locura.
Alex nos presento junto con otras chicas, la casa amplia de varias habitaciones, estaba ambientada , las personas (los clientes) eran todos entre 30 y 50 años eran seis en total, las otras cuatro chicas eran de mi edad.
Estamos ya demasiado calientes, así que me dice que le meta la polla ya de una vez, y eso hago, ella sigue en cuclillas sobre mi, y le introduzca la polla lentamente por su ya muy húmedo coño, lo que me hace tiritar incluso.
Todo comenzó estando yo en mi habitación, después del enfado de mi padre, solo tenia ganas de relajarme, así que ojeaba una revista de chicos gays y me masturbaba con total tranquilidad cuando oigo que mi padre se acercaba a mi cuarto, de repente y de un salto, me enfundo los slips, no sin antes guardar la revista en mi mesilla de noche.
Mientras me masturbo pensando en ti, que hermosas fotos las que me enviaste, ¿en realidad tu piel es así de suave y bronceada como parece? y ¿son tus ojos tan lindos?.... coqueto!... mentiroso!
Yo disfrutaba de veras con las historias que Linda me contó sobre cómo ella y Sarah se paraban en topless delante de su ventana del dormitorio y fingían que no veían a los tipos caminando por la acera, sólo un piso bajo su ventana.
En el camión solo iban cinco personas y yo, estas se encontraban en la parte delantera del bus, así que sola y sin que nadie me viera, baje en cierra de mi pantalón baje el pantalón y la tanguita que llevaba, pensé y me propuse disfrutar ese viaje y quería masturbarme imaginando cosas por todo el camino
Tras esta parada, todo parecía volver de nuevo a su cauce, los dos íbamos contentos, yo recompuse mi vestimenta, coloque una toalla en el asiento del coche, me senté sobre ella a fin de que la crema que no se hubiese absorbido no manchase el sillón, y tras habernos aseado con algo del agua que llevábamos en las botellas, seguimos viaje.
Para que vayas aprendiendo, después de anillarte me follaré a Carmen y Delia delante de ti. Después ellas te darán una tunda de latigazos y por último haremos que te dé por culo uno de los perros. Pasarás la noche en el calabozo atada, amordazada, con un buen tapaculos y, por supuesto, pinzas bien apretadas en los pezones.
El cornudo no pudo soportar más el morbo y frotando la polla se acerco a ella, la tumbó con las tetas sobre la mesa y le insertó la herramienta en el ano de un empellón, menos mal que estaba lubricado de cuando alojó la de Juanito, si no se hubiera dejado la piel del capullo.
Esa noche la cena era soja, como en días anteriores, un clic en la mente de Silvia le llevo a ver su realidad, tan fuera del día que había pasado, verdaderamente se encontraban pobres, sus padres le habían escondido que sus estudios y estadía en Buenos Aires lo pagaron con los últimos pesos de la indemnización, las lagrimas de su madre, la trajeron al mundo real, la luz enganchada, el teléfono cortado hacía ver que esto le pasaba a ella.
Para que no se le bajara se la volví a chupar y él con fuerza me apartó su polla de mi boca mientras yo la seguía como loca para poder seguir chupándosela, me levantó, me giró de espaldas a él y me puso la mano en la espalda.
Lo que conlleva trabajar con tanta disciplina, un dia se la saltan a la torera y lo que suele ocurrir cuando de compañero tienes a una mujer y encima estando como está esta de buena.
Yo estaba en el séptimo cielo con los ojos cerrados y temblando con cada caricia suya cuando note un calor en mi polla, no era posible, abrí los ojos y vi y sentí como Meli me estaba chupando la polla, era alucinante, yo me deje hacer saboreando cada una de sus embestidas, ella cada vez mas rozaba su coño en mi pierna mientras me llenaba de saliba la polla y me la meneaba muy despacio
Ese día comencé a tratarlo mejor y nos hicimos amigos de inmediato, a media semana ya jugábamos cuando regresaba del trabajo, me gustaba verlo mover la cola cuando me veía llegar y se pone a lamerme cuando me agacho a acariciarlo.
No me lo pude quitar ya que la barriga me impedía ver y tuve que ir así hasta casa donde me pude desprender de la gomita con ayuda de un espejo y la punta de unas tijeras, a riesgo de averiar mi aparatito.