Mi amigo, mi primer amante
Un día, a eso de las siete de la noche, estábamos en plena reunión cuando se suspendió el fluido eléctrico y en medio del desconcierto, en plena penumbra sentí que alguien me manoseaba las piernas hasta llegar al bulto que por cierto, se empezó a parar y disfrutar de aquellas caricias.