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Descubriéndola

Llevaba seis meses estudiando en Barcelona, cuando me invitaron a una fiesta de universitarios, había empezado el curso un mes después y creí que esa era una buena oportunidad para conocer gente de mi campus.

Quede a las once con Carol una compañera de clase, que por cierto era muy maja, cenamos en mi piso de estudiante y nos fuimos para el local en cuestión, nada más llegar vimos un ambientazo tremendo, estaba hasta los topes de gente, como pudimos nos acercamos hasta la barra, yo me pedí mi vodka con naranja y ella un Martini con limón, me sentí algo agobiada, así que le dije a Carol que me iba al lavabo a refrescarme.

Nada más entrar me encontré con dos tías metiéndose la lengua hasta la garganta y sobándose por debajo de la ropa como posesas, fuera de sentir vergüenza, me miraron y una de ellas me hizo un gesto con la lengua como provocándome, la verdad es que no me hubiera importado responderle, pero no me gusta compartir la cosas, así que entre en un wc, me baje los pantalones y el tanga, y empecé a mear, saque mi bolsita con mis polvos mágicos para pasar la noche mejor, me hice mis rayitas, me subí el tanga y los pantalones, al salir del wc, me miré en el espejo, mientras que por detrás de mí aparecía una pedazo de tía, por lo menos media 1.90, delgada, con una minifalda que hacía interminables sus piernas, un top que dejaba ver su ombligo y redondeaba todavía más sus tetas, y unos ojos enormes perfectamente maquillados, era glamurosa, imposible de no fijarse en ella, tenía un morbo increíble, me la quede mirando embelesada hasta que ella me miro y me sonrió, dios! Tenía una sonrisa preciosa, le respondí con otra sonrisa y se marcho.

Salí detrás de ella y pude recrearme en su trasero, pequeño pero respingón, era todo un monumento de tía, por mi cabeza se pasaron mil escenas como la que había visto momentos antes de entrar en el wc con aquellas dos tías, y pensando eso, la perdí de vista entre el montón de gente, me acerque hasta donde estaba Carol, ella me soltó un has tardado mucho, pero yo iba tan caliente que se lo calle con un morreo, creo que no lo he dicho, pero tampoco hace falta no? soy bisexual.

Después de estar toda la noche bailando y sobando a Carol, imaginándome que era aquel monumento, y sabiendo que ella no iba a pasar de allí, ya que, sólo le molaba enrollarse, no podía evitar estar encendida como una moto, tenía ganas de volver a ver aquella pedazo de tía y tirarme a su yugular, pero no fue hasta que nos echaron del local, que me la encontré en la parada del bus, esperándolo, me puse a su lado, y la mire de arriba abajo, estaba para comérsela y no dejar las sobras, mientras pensaba esto, Carol me cogió de la cara y me acerco a su boca, le metí la lengua hasta la garganta, vi como nos miraba y la miré fijamente, por lo que intuí a ella también le iba nuestro rollo, aparte a Carol de mí y le sonreí, ella respondió con otra de sus sonrisas.

Nos subimos en el bus que iba hasta los topes e intente colocarme cerca de ella, quería sentirla cerca de mí, rozarme, y así lo hice, mientras Carol volvía a insistir y a ponerse entre ella y yo, baje mis manos hacía el trasero de Carol, mientras que el que tocaron fue el suyo, por un momento dude en seguir haciéndolo, pero como no se giró ni se movió, seguí manoseándolo, tenía un culo prieto, firme, duro, vamos para lamerlo hasta borrarlo, después de ver que se dejaba subí mis manos por su cintura, ella se giró algo y me miró a los ojos, ufff, esa mirada se me clavó, deseaba dejar a Carol en su casa, para poder pillarla y besarla hasta aburrirme, mi mano subió más hacía arriba y acarició levemente una de sus tetas, la muy cabrona se dejaba, a ella también le iba aquel juego, así que acaricie con más firmeza sus tetas, eran geniales, bien puestas, redondas, vamos perfectas.

Carol se bajo en su parada y me dejó con el calentón, pero se lo agradecí, sabia que aquella preciosidad me lo calmaría, mientras siguió el trayecto le sobe las tetas con delirio, mientras que ella mordía su labio inferior, de pronto pico el botón para bajar en la próxima parada y mi cara cambió, creo que me lo noto, pero un vez se abrieron las puerta estiro de mi hacía la calle, sin mediar palabra, nos dirigimos a un portal y bese por primera vez aquellos labios, eran finos, pero sabia moverlos a la perfección, al igual que su lengua, la cual utilizaba para darme de vez en cuando algún que otro lametón, que me ponía a 100.

Entramos en el ascensor, y en ningún momento pensé que aquel era su domicilio, hasta llegar al 4 y ver que sacaba sus llaves. Tenía un piso precioso, muy bien decorado, se le veía que tenía muy buen gusto, tenía todo muy a juego con los tonos de la pared, parecía un piso de revista, me encanto su gusto, su habitación, pero no fue suficiente para desviar mi atención de ella, como pude empecé a quitarle el top, no llevaba sujetador, no me había dado cuanta al tocárselas, pero ahora mismo me daba igual, las cogí entre mis manos y me las lleve a la boca, mmmmm, deliciosas, tenia un pequeño pezón marrón, duro, tieso, lo mordisquee, para acabar por succionarlo, baje mis manos por su cuerpo hasta llegar a su cintura, ella misma se quito la minifalda, y…. mis ojos no daban crédito a lo que veía, era un transexual, dios mío, aquella belleza tenía una pequeña erección, y fuera de sentirme violenta o fuera de lugar, me encanto, me puso cachondísima, baje hasta su altura y me la metí en la boca, estaba algo flácida, pero al poco tiempo de lamerla, pasármela por los labios, chuparla y succionar su capullo, se puso durísima, también le chupe los huevos y parte de su ano, hasta que ella me pidió que le metiera uno de mis dedos en esté, y así lo hice, era maravilloso estar con una tía así, nunca se me había pasado por la cabeza, pero era genial, empecé a hacerle un mete saca suave, mientras sentía como su ano se iba abriendo poco a poco, para poder introducirle otro más, sus gemidos empezaron a ser más profundos, yo estaba super mojada debido a la situación, pero acabe por empaparme cuando saco uno de sus juguetes, era una polla enfundada en unas bragas, me las puse y después de ponerle vaselina al capullo de aquel juguete comencé a metérsela, ella se abrió más en pompa, para facilitarme el trabajo, mientras que mis manos se perdían con el movimiento de sus tetas que iban y venían al compás de las embestidas, a la vez que ella se hacía una estupenda paja, aquella imagen me tenía loca, estaba deseando que se corriera, me daba un morbo impresionante el estar follándola mientras que ella con su otra mano se masturbaba, tanto fue, que tuve mi primer orgasmo a la misma vez que ella se corría, salí de ella poco a poco mientras oía sus gemidos y acababa su leve movimiento de caderas.

Se levanto y lamiendo el estupendo consolador, me lo fue bajando hasta lo tobillos, estaba todo empapado de flujos, se las llevo a la nariz y los olió mientras me separaba las piernas y empezaba a lamer mi coño, su lengua afilada marcaba cada pliegue, sacándome un gemido con cada uno de sus movimientos, sentía mis piernas flaquear cuando sus labios se posaron en mi clítoris y lo mordieron suavemente, creía morirme de placer, lo succiono hacía ella, mientras que uno de sus dedos se perdía por mi vagina, para acabar metiéndomelo, mi respiración cada vez era más acelerada, y mis manos apretaban mis tetas una contra la otra de la excitación que tenía, estaba a punto de correrme en su boca, ya no aguantaba más, apreté su cara contra mi, note como sus dedos fueron sustituidos por su lengua y me acariciaba mis paredes, hasta tensar mi cuerpo y sentir otro orgasmo, que me dejo rendida en la cama, mientras que ella subió hasta mí, me beso y saboree mis propios líquidos hasta quedarnos dormidas.

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