El difícil acceso, había hecho que tu negativa fuera repetidamente la respuesta, pero ese día no pudiste negarme el deseo de salir y escapar un poco de la rutina, vestida con una playera sin mangas, un vaquero a la rodilla y una camisa de vaquero sobre el top, me subí a tu coche, sabía que ibas un poco inconforme, pero pensaba que el paisaje sería la recompensa a tu desanimo.
Este relato es verídico ya que me sucedió hace poco tiempo, alquilé una casa para vivir solo ya que hace desde los 15 años que vivo solo, resulta que la mujer que me alquilo la casa vive adelante es casada y tiene dos hijas una casada, y la otra juntada con un pibe de 20 años y ella tiene como 40 pero se conserva bastante bien mide más o menos 1,60 cm muy buenos pechos, su cabello es rubio y su color de piel es bronceado por tanta cama solar que toma.
Cuando decidí ser infiel y vivir mi sexualidad, me di cuenta que hasta en el lugar menos inesperado pueden suceder cosas realmente calientes. Servicio de taxi.
Toma de mi vino tinto, caliente y reposado, deja que respire entre tus manos, huélelo y disfruta de su esencia antes de que fluya en tu garganta, siente luego su cuerpo líquido derretido dentro de ti y embriágate a mi ritmo compartiendo la misma copa.
Solía ir a sentarme siempre en el mismo banco de la plaza cuando me atacaba la tristeza o la soledad, a veces incluso iba a buscarla, todos me decían que retaba al peligro, que esa plaza siempre estaba sola, mi madre repetía una y otra vez "si por lo menos fueras de día, un día de estos alguien te va a raptar y ya tendremos nosotros que lamentarnos por tu inconciencia", pero nadie entendía, ese era mi refugio y contrario a lo que todos pudieran pensar, ahí y sólo ahí, me sentía segura.
El restaurante First Dates estaba lleno de expectación esa noche. Entre las mesas elegantemente decoradas, dos corazones anhelaban el encuentro que cambiaría sus vidas para siempre. Él, Diego, un joven escritor de novelas románticas y eróticas, con una sonrisa encantadora y ojos que reflejaban sus más profundos anhelos. Ella, Sofía, una mujer de belleza deslumbrante, con un aura magnética que atraía todas las miradas al entrar.
Todos nos preguntamos qué hacía aquella en nuestro cole, nunca la habíamos visto. Cruzamos todos los dedos para que fuese nueva y tuviera la misma edad que nosotros y por lo tanto estuviera en nuestro curso.
La gente grita, las uvas se atragantan, los matasuegras suenan, las botellas de cava se descorchan, la felicidad y la alegría se extienden a velocidad de vértigo por todo el local.
Aquello prácticamente no podría llamarse escote, las casi 3/4 partes de su voluminoso pecho escapaba de aquella ridícula prenda, ascendiendo y descendiendo a ritmo acelerado debido a la agitada respiración de aquella diosa.
Hacíia ya un tiempo que no venía Maria, my profe particular, porque los estudios me iban bastante bien, pero al entrar en cuarto de E.S.O. la necesite. jeje...