La tomé con una mano, esta vez ya tenía la cabeza afuera, le besé el glande suavemente y volví a besarle los costados, y fue ahí que me di cuenta… había crecido bastante más, ya no era esa pija de 14 centímetros que yo recordaba hacía apenas un ratito, ahora era una muy buena verga, de entre 20 y 22
No sé qué me pasó, estaba totalmente entregada a él, pero como dije que no diría no a nada, finalmente me metió su dedo en mi culo. Primero sentí dolor y molestia, se sentía muy raro, pero después empecé a excitarme con ese jueguito que me estaba proponiendo.
Yo había acelerado mis movimientos de cadera, porque estaba cerca de tener un gran orgasmo, cuando sentí que él comenzó a explotar y llenarme de leche por dentro… sentía toda su leche a cada chorro que salía de él, y esa fue la culminación, fue lo que necesitaba para acabar y tuve un orgasmo intenso
Ella tomó el control y comenzó a moverse dando sentones en mi miembro, lo hacía lento, estaba escurriendo, tomé un poco de su néctar con mis dedos y lo llevé a su…
Nos metimos al baño, cerramos la puerta, traíamos el pants escolar así que eso facilitaba, me bajé el pantalón y el boxer, él hizo lo mismo y no pude evitar mirar, me llamaba mucho la atención el contraste en cuanto al vello, ver mi pubis aún lampiño y el suyo lleno de vello oscuro y largo…
Si te gustan los relatos de autosatisfacción, ven a leer, te cuento una divertida sesión matutina con mucho detalle, llena de lujuria y el disfrute de mi propio cuerpo.
A qué hombre no le gusta escuchar que una hembra pida la verga con gran excitación e incluso necesidad, porque no me negarán que hay mujeres que necesitan ser cogidas.
Un dia me dijo, sabes amor, ya no aguanto más te necesito, quiero que me hagas el amor, yo le dije, pero tu esposo no se va de viaje, ella me dijo, lo sé, pero puede ser mañana, él entra a su trabajo a las dos, va a venir aca a las cinco por unas cosas y se va a una sucursal en otra ciudad a entrega
Lo primero fue darnos un largo y sentido abrazo, sentir sus tetas presionando mi pecho me erizo la piel. Te extrañe le dije mientras la besaba en la mejilla, sus manos me tomaron de la nuca y me miró detenidamente a los ojos, en lo profundo de su mirada sentí que lo que estaba por pasar...
El día que conocí a Gina vestía un jean super apretado que acentuaba su cola y una camisa escotada que sugería más de lo que mostraba, desde ese primer día meterme en su cama se volvió para mí casi una obsesión.
Quiero que sepan que desde que tengo memoria siempre me preste a nuevas experiencias, nunca tuve miedo a probar nada nuevo y resultado de ello es la hermosa vida que llevo ahora.
Aún es pronto para iniciar mi actividad, acostumbro a levantarme siempre a la misma hora y dudo si leer un poco, pero no estoy de humor, enciendo la radio.
Sus veintidós años, reflejados en su cuerpo, con senos más grandes que los de hace dos años, su mirada al ver su andar sensual indicaban que las ganas de avanzar sin contemplar diferencias de edad, por las curvas de esa hermosa mujer, decían a gritos que la relación no había sido por amor
El día de la fiesta me llevé una gran sorpresa, Susana la mujer de grandes senos, piel morena, labios gruesos, trasero grande y largas piernas estaba en la misma fiesta con su esposo.
Me tumbé, cogí el tubo de leche condensada, me abrí el coño con la otra mano y me eché una generosa ración. Comenzó a lamer, con más nerviosismo que de costumbre, ansioso.