relatos eróticos padre

78 relatos

Como nací

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Desde que tengo uso de razón recuerdo que me atraían mucho las prendas y ropas de mi hermana, ella era un año y poco mayor que yo; cuando ella se iba a casa de alguna amiga a jugar yo me metía en nuestra habitación (compartíamos la misma habitación) y me probaba sus vestiditos por encima de mi ropa, eso era al principio, luego solía ponerme sus zapatos

El casi incesto o la mujer de mi padre, ¿es mi madre?

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Llego a mi casa pasada la medianoche, le explico a mi mujer un agravamiento temporal del estado de mi padre, que ella no comprobara, pues no lo ha visitado nunca y toda una noche de pensar en Marina y a la mañana siguiente una relación no acostumbrada con mi mujer que se extraña de mi deseo sexual tan urgente.

Como hemos cambiado

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Me llamo Carmen, soy española y quiero relataros la forma en la que ha cambiado mi matrimonio y mi vida. Este si os gusta puede ser el primero de muchos relatos que os puedo contar y cantar las excelencias de lo que mas me gusta: El sexo.

Un padre enseñando a su hijo

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Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad por los hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que lo era), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podría decirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes

Este verano, con mi madre

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Se agacho delante mía y tomo mi pene en sus manos, le puso crema solar y empezó a acariciarlo muy suavemente, pasándoselo por sus pechos, yo estaba que me moría del gusto, y enseguida me corrí.

La estancia II

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El monte nos acogió en su follaje que todo cubría, Esther me contaba que había soñado que era la única mujer en una orgía, estaba caliente, su paso ingles en la cabalgadura hacía mover sus senos

Mi vida sexual VI: La madre de Susy

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Empezó a lamer mi oído, mi cuello, bajo los tirantes y empezó a chupar mis senos, estaba súper caliente y me deje llevar, apretaba mis nalgas, su dedo ya buscaba desesperadamente la abertura de mi ano, mi vestido callo al suelo, me acostó en el sillón y empezó su exquisita mamada en mi vagina.

Madre e hija

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Esa tarde de verano al llegar desde la pileta de Claudia, encontré a mi madre preparando la valija con ojos llorosos, mis quince años me decían que algo no andaba bien, pero el mutismo de ella y de mi padre

Familia compenetrada

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Yo le aseguré a mi madre que no creía poder cumplir con mi hermana, pero ella lo dio por bueno asegurándome que así aguantaría mas; que no tenía importancia, pues estaba en plena forma y mi edad lo aguanta todo.

Familia feliz

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Mi padre, después que ya dejó de sacar leche, me levantó la cabeza de en medio de las piernas de la Tata, sonriéndome me dijo si me había gustado probar su leche y lamer el coño de la Tata; que me había parecido aquello que había visto y si me gustó.