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La zorrita de mi prima

Antes de nada voy a decir que soy rubio, de ojos verdes y mido 1.70 cm y mi prima Sandra es castañita, ojos marrones claros y mide sobre 1.67 cm, tiene 18 años y unas buenas tetas (creo que utiliza la 95). Bueno, yo suelo ir a casa de mi tía para jugar con mi primo de 18 años a la consola, cuando entro a casa de mi tia le suelo dar dos besos a todos los familiares que se encuentran en su casa,

Heidi la supermodelo

Yo entiendo que mi ilustre hermana a sus 21 años genera mas ingresos que yo con mis 23; de hecho, yo no genero ingresos y sí gastos ya que no tengo preparación para trabajar en algo grande, así que aun dependo económicamente de mis padres.

Mi primer acercamiento lésbico

La historia que quiero relatarles hoy es del primer acercamiento que tuve con el lesbianismo, fue en el año de 1998, tenía 23 años, estaba de paseo con mi novio un día que nos salimos de la universidad, el plan que teníamos era ir a desayunar y luego visitaríamos uno de nuestros hoteles preferidos.

A mi primo le llaman el manos largas

Como yo venía de una cita de trabajo, me vestí de manera formal, es decir, venía con un vestido con un escote normal y que terminaba poco arriba de mis rodillas, claro que me había puesto unas pantimedias de color natural, ya que el vestido era de color gris y unos zapatos de bacón del 10, por eso me veía creo yo que bien, porque todos mis tíos y tías me lo habían dicho al entrar a la casa.

Esclava puta-cerda609. Mi Historia IV

Porque aunque de cara a la galería, éramos novios, y se suponía que dormíamos juntos en una hermosa cama de matrimonio que tenía en su piso, en la intimidad yo no era más que su puta, su fulana, y sobre todo su esclava, y por tanto me reservaba un cuarto, pequeño y oscuro para que durmiera.

Aventura en la universidad

Hace algún tiempo, mi novio y yo estábamos muy presionados en la universidad, él estaba terminando la carrera y yo estudiando y trabajando, por la tanto casi no teníamos tiempo de vernos, como ambos asistimos a la misma universidad, solo nos veíamos en los recesos.

Esclava puta-cerda609. Mi Historia II

Nada que ver con lo que, por voluntad propia es ahora. Un sumiso "cornudo chupaleches", como le llaman mis Amos, obligado a presenciar y colaborar en la degradación y emputecimiento extremo de su esposa, que tiene que suplicar para poder cubrirme alguna vez, y cuando le permiten hacerlo es solo después de que otros hayan descargado sus fluidos sobre esta ramera. Siempre el último, y siempre debe limpiar a la puta con su lengua.

Fantasías

Ese día yo iba con un mono vaquero abierto muy escotado y debido a mis formas destacaba bastante y los chicos nos miraban, uno de ellos me lanzó un beso yo le miré lascivamente y sin apartar la vista saque el pene de mi novio de su pantalón me agaché y le di un lametón, los chicos se quedaron con los ojos como platos luego me incorporé le devolví el beso y nos fuimos.

A mi novio le gusta exhibirme

En esa ocasión me dijo mi novio, que te parece si vamos al cine a ver una película porno, al principio me dio un poco de temor por que si alguien nos viera, se me caería la cara de vergüenza, pero después de todo, como ya me había tomado unas cervezas en la comida, me relajé y le dije que aceptaba.

Nunca creí que me ocurriese

Cuando al cabo de unas semanas su novio vino al piso, me encantaría contaros que me quede prendada de el, pero la verdad es que lo único que paso es que me pareció un tío interesante y soñador como yo, y con el cual me entendería bien.

No lo pensé ni lo soñé (trio M F F) I

Me fui a bañar y ella sentada en la tasa del inodoro me charlaba continuamente de lo hija de puta que había sido su compañera, de que dormiría y mañana temprano se iría a estudiar a la biblioteca para dejarme el departamento sola y en la suerte que tenia de tener semejante físico, de lo romántico que seria para mi todo ese fin de semana etc.

Me convirtieron en su puta

Y que se acerca el otro chavo y entre los dos empiezan a quitarme lo poco que me quedaba de ropa, dejándome totalmente desnuda con mi sostén y mis braguitas en el piso, a mis pies. Mientras el jefe me daba de lengüetazos en los pechos el otro exploraba con sus dedos mi sexo.

Intercambio inesperado

El apretujaba mis nalgas con frenesí y yo me decidí a chupárselo en toda su longitud, entraba y salía de mi boca, yo apretaba mis labios lo más que podía para saborearlo mejor; y cuando menos lo esperé el dejó salir un gemido al tiempo que se vaciaba en mi boca. Salió tanto y con tanta fuerza que sentí que me ahogaba y me retiré, provocando que el resto de su semen salpicara mi cuello y mi barbilla.