Corrí aun mas las sabanas y descubrí sus nalgas, antes, las había sentido pero no las había visto hasta ahora, son maravillosas, redondas, voluminosas, sus pantalones deben ser talla 32,las bese con temor a un mal olor, pero la verdad, estaban limpisimas. Que hermosas!
A cada paso que doy mi vestido se mueve ondulante, insinuante al ritmo que marcan mis caderas, exageradas en su movimiento por esos tacones que hacen aún más esbelta mi figura.
No sólo por su avanzada edad, en que había que pararle el pene a fuerza de besos y mamadas; sino que encima de eso, había que adaptar el cuerpo desnudo a todas las posiciones ridículas que venían en el maldito libro.
¿Se puede tener mejor regalo que cinco chicas maravillosas, dispuestas a dejarte seco?
Una noche mandándonos SMS subidos de tono me comentó que le gustaría hacerlo en un sitio distinto, que había soñado en la universidad en la misma aula donde yo voy, (ella no estudia) le dije que precisamente en el aula era muy difícil pero que ya tenia pensado un sitio discreto.
Hace unos meses me encontré con Eva, una amiga de mi juventud. Hacía años que no la veía y la verdad es que me alegré mucho de encontrarme con ella, por que me hizo rejuvenecer, recordar tiempos pasados.
La calle empedrada impedía ver en toda su plenitud el caminar de esa mujer, una vez que alcanzó la vereda, la impresión fue otra, sus senos firmes, una cintura sensual, conformaba junto con esos pantalones ajustados, un deleite a los ojos, al mover sus cabellos lacios negros, dejo a mi vista su rostro
Tu manera de susurrarme, la profundidad de tu voz, su timbre, tan sugerente, tan cálida y sensual, tremendamente varonil, tanto que hasta leyéndome el más inocente de los cuentos tu voz conseguiría excitarme.
Sin nada que lo sujetase, el vestido se deslizó por el cuerpo de María cayendo irremediablemente al suelo de aquella estancia, dejando ante mi la espalda desnuda de aquella mujer tan deseada, su culo que minutos antes había estado penetrado con mis dedos y las medias y zapatos que eran las únicas prendas que se mantenían sobre su piel.
Una risita de alivio y de calentura brotó de los labios del amigo. Empezó a sonar una música lenta, pero sensual. Unas manos me cogieron de la cintura y me llevaron unos pasos adelante. Hizo que tocara el sofá.
Todo empezó a principios de Junio, el verano no terminaba de entrar y aunque las temperaturas no llegaban de subir el periodo estival ya se hacia notar en el ambiente.
Un relato muy excitante sobre la atracción de dos compañeros de trabajo y el resultado de esta relación.
Mi madre es una mujer guapa a sus 40 años, es menuda (1´55m y 45kg más o menos) y tiene el pelo negro y corto. Sus ojos son negros y profundos, la nariz pequeña y los labios carnosos y sensuales.
Candi, no era guapa, ni fea, pero tenía un encanto muy especial aparte de un cuerpo precioso y unos grandes ojos marrones y tristes.
Ella insistió en que mientras yo la amara y la quisiera a mi lado, ahí estaría. Reiteración que yo necesitaba desesperadamente, pero también reconoció, que no se había esperado que Lalo fuera tan buen amante.
Sentí tu orgasmo y me bebí a hasta la última gota de tu néctar, seguí saboreando tu vagina por unos minutos, parecías gozar y yo no quería dejar de hacerlo.
“El relato trata de cómo las circunstancias pueden presentarse sin premeditación, haciendo posible el descubrimiento de la oculta identidad sexual de una de las protagonistas”.
Que no era el trabajo que le gustaba hacer, es verdad, pero muy poca gente trabaja en lo que realmente le gusta, aunque todavía no había perdido las esperanzas de encontrarlo.
Las personas necesitan desahogarse, sacarse del pecho las penas, las preocupaciones, el stress de esta "vida loca", las pequeñas culpas y las culpas enormes que no le permiten dormir en paz.
Cada tarde después de salir del trabajo, viajó en el tren pensando si estará ya conectado, ansiosa por llegar a casa y poder ver el muñequito que aparece en mi pantalla, informándome de que esta allí.