Él me observó sin comentarios, siguió un tema que había iniciado en el bar respecto a que a veces tenía problemas con su galanura, que estaba seguro que era atractivo, pero que no podía hacer nada por parecer distinto, que sus negocios iban muy bien, pero que cuando entraba en la jugada una mujer, esposa de cliente, familiar o sus propias secretarias, era un problema porque tenía muchas invitaciones y se rehusaba para no mezclar la vida personal con el trabajo.
El alcohol y el calor hacen que dos primos terminen haciendo alguna que otra travesura que no estan dispuestos a repetir...
Un primo fue a visitarme, tiene mi edad; en ese entonces teníamos 11 años y yo aun no sabía qué era la paja y él me empezó a instruir y yo con demasiado interés ya había logrado una bien caliente erección y empezamos a describirnos nuestros tamaños y forma, hasta que no aguantamos mas la calentura y él me la sacó por la bragueta y me mostró cómo se hacía.
Esta es una historia real con nombres falsos que ocurrió hace un año y medio y aun dura. Ya hace mucho tiempo que me había fijado en mi prima, una chica castaña, bastante alta y desgarbada, pero con unos pechos grandes algo caídos, pero muy excitantes para mi.
La tarde que veo a mi tia y a mi primo en plena faena en su casa y luego me descubre...
No era extraño que yo pasara, pues aun visitaba muy a menudo a mis primos, claro que ahora había cambiado la relación: lo que antes eran juegos y compartir programas de televisión, ahora era tocar guitarra eléctrica con mi primo y cantar y tocar guitarra con Paola.
Esto es una historia entre mi primo y yo. Mi primo es moreno, tiene un cuerpo formado y es muy simpático.
Ni palabra de la boca de su primo, entusiasmado le acaricio el culo, a lo cual le contesto que guardara todo exceso para el momento requerido, que bastante flojo había estado, antes de irse le enseño algo de lo mucho aprendido con su padrino, tomaba conciencia de que era una puta y de las buenas.
No había nadie en la casa así que comencé a ver películas porno. Este día está grabado en mi mente acto por acto por lo que más tarde les contaré.
Desde que tengo consciencia he tenido relaciones sexuales con mis primos, primas y hermanos. Esta parte de mi infancia y adolescencia me ha convertido hoy en un adulto adicto al sexo y hoy quiero compartir con ustedes mis experiencias incestuosas.
El monte nos acogió en su follaje que todo cubría, Esther me contaba que había soñado que era la única mujer en una orgía, estaba caliente, su paso ingles en la cabalgadura hacía mover sus senos
Mi primo yacía de espaldas y abrió los brazos para recibir a mi esposa, ella se acurrucó junto a él y empezaron a besarse y acariciarse tiernamente.
Solo recuerdo que siempre me han gustado los hombres, y la verdad creo que soy muy quisquilloso, ya que siempre me han gustado los que tiene buen cuerpo.
Como cada tarde, los primos se detenían en un arrochuelo para dar de beber a las vacas y de paso darse un baño y lavar sus humildes vestimentas.
Me fui comentándole a mi mamá que quería ir a dar una vuelta del otro lado, pero en realidad me fui al cuartito donde pasé la noche con mi primo y por fortuna toda la ropa y maquillaje
Mis primeras, únicas y deseadas experiencias gays con mi primo, en la playa, a espaldas de mi familia.
Me puse un ligero negro de una sola pieza y el vestido, solo hacían falta unas zapatillas y ahí estaban, había pensado en todo.
Así estuve meneando y refregando mi pene hasta que exploté y mi semen cayó manchando el espejo, había salpicado todo el espejo del baño con mi corrida. Ya me estaba relajando de tremenda jalada cuando para mi sorpresa oigo abrir la puerta del cuarto. Yo asustado que trato de vestirme pero ya era demasiado tarde, mi prima Soco entra y pega un grito.
Después de varios minutos se detienen, se abrazan con fuerza nuevamente, besándose con intensidad, están tan sudados que mi esposa tiene el cabello pegado en la frente, se miran a los ojos, poniéndose de acuerdo sin mediar palabra y giran en la cama, quedando mi primo de espaldas y mi mujer sobre de él.
Con mi lengua recorría desde la base hasta el glande toda la extensión de su mástil. Lo besaba, lo lamía. Él me tomó de la cabeza y me ensartó la pija en la boca. Pude sentir mi nariz chocar contra los bellos de mi primo. Suavemente metía y sacaba su pija de mi boca, mientras me miraba lujurioso desde arriba.