Sexo en la oficina. Todo sucedió hace un mes en la oficina de mi mamâ, ella es gerente de una empresa, y como yo ya había salido de vacaciones, me pidio que le ayudara a arreglar unas cosas de su archivero, y de sus papeles.
El amor está donde menos lo esperas. Patricia encuentra al hombre de su vida en un ambiente que no tiene nada que ver con el lujo y la buena vida.
Los días siguientes fueron una verdadera tortura; en las noches mientras estaba acostada al lado de mi marido pensaba en Alfredo, en cómo me había hecho el amor y deseaba que volviera a pasar pero estaba consciente que estaba mal aún pensarlo.
Conviví con mi hermana como pareja muchos años.
Al alcanzar el día, piqué a mi propia puerta, esperando acoger mi cordial saludo, pero entonces, quise entenderlo todo, y comprendí que nada en absoluto te ama.
Yo había agarrado la costumbre de masturbarme en las noches también, en una ocasión que no recuerdo porque mi hermano no estaba, mi mamá paso al cuarto como de costumbre para ver si estaba dormido, yo tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, por temor a que ella me viera así, ella se sentó a los pies de mi cama y esta vez hizo algo totalmente diferente, ella me empezó a acariciar las piernas y los pies y a decirme palabras cariñosas, como es de suponerse, yo fingía que estaba dormido,
El presente relato es real y me ocurrió cuando tenia quince años con mi gran amigo Raúl éramos unas inocentes criaturas y todo comenzó como un juego inocente.
Yo acepte y lo tome de la mano y lo conduje hasta las escaleras y subimos por ella hasta que llegamos a la habitación de mis padres ya en ella me pidió que me sentara en la cama de ellos y el se puso detrás de mi y me abrazo
Una relación que no busque, pero cuando se presento no la rechace, esta relación es con mi hermanita, que hoy se a convertido en mi mujer, en mi amante, en mi puta, vamos en todo...
Estudiaba la secundaria, me enamoré de un compañero, era un amor platónico y nadie podía saberlo, muchas pajas pensando en él.
Aquí estoy otra vez, después del parón veraniego, a contaros las múltiples aventuras sexuales que durante la temporada me han ocurrido.
Continúa la iniciación filial con mi mamá, esta vez, va la segunda vez.
Abro mis ojos, por que no quiero dejar ese lindo sueño...y miro el cielo, esas estrellas tan inalcanzables en el firmamento y pienso....¡¡ Es posible que los dos , estemos cubiertos estando uno de el otro tan lejos...por este mismo cielo ¡¡ Que extraña la vida, tan lejos y es posible que miremos el mismo cielo, la misma estrella!!.
Aprovechábamos cualquier momento, con mi madre ausente, para que él me acariciara, y yo respondía profundamente llevándome, y llevándolo siempre al goce feliz, a la cúspide del placer sexual sin dejar fuera ninguna de las caricias nacidas el primer día y otra más inventadas sobre la marcha del placer. Cientos de sublimes orgasmo me conmovieron, y me hicieron convulsionar no pocas veces de tanto placer; lo mismo a él.
Muchas veces les he escrito confesiones y creo que lo hago para liberarme de la carga que me entregan y tengo que decirles que en parte he sacado al viento propias bastante pesadas.
Allí estabas, enfrente de un grandioso mural realizado con la técnica del óleo; representaba un muchacho, casi desnudo, que yacía sobre una cama de cabezal de hierro, rodeado de sábanas blancas y muchos cojines. Sobre sus blancas y bellas nalgas, apenas tapándole las caderas, una camiseta de seda color hueso, con muchos bolsillos, que le llegaba hasta las rodillas. Posición fetal de un bello durmiente.
Sheena desespera por tener un hijo de Mario, su propio hijo. Así lo inspira para lograrlo.
Se sabe también que las mujeres maduras son muy perspicaces y bueno notan siempre mas rápido las intenciones de algún hombre pero eso no quita que a ellas les gusta mucho ser observadas y queridas por los jóvenes ya que son también muy orgullosas con lo que son, y bueno eso a mi me fascina, bueno no alargare mas esto así que les contare:
Lo conocí en casa de un amigo, el cuarto estaba lleno de gente pero fue como si estuviésemos solos, sentí como si me hubiera despertado de un largo sueño o que en ese momento se iniciara un sueño, solo lo veía a él y supe que nunca había visto antes a un hombre, que allí había recibido el don de la vista y del sentimiento.
Empiezo con decirles que lo relatado es real. Yo nunca he estado de acuerdo con esta incestuosa relación que hemos mantenido durante tantos años, pero debo aceptar que me he acostumbrado a ser mujer de mi hermano, sobre todo después de casarme, que recibo sus visitas dos veces por semana.