Gustavo dejó su pene bien erecto en dicha posición. De modo que, con sus ojos cerrados, Laura empezó a besarle el glande, que se presentaba corpulento, lleno de vigor. Sentí envidia, pero a la vez una gran felicidad. Ahora ella también se daba el gusto de tener ese glande en su boca, tal como antes
Mi nombre es Ángy, y si pensás que mi vida fue un cuento de hadas, andate a la mierda. Desde pendeja, en Rafaela, Santa Fe, mi concha y mis tetas se convirtieron en un puto negocio. Mi vieja, viuda y en la lona, me empujó a este barro y yo aprendí rápido lo que valía mi carne. Treinta años
Cuando me recuperé, me levanté de la cama, solo para cambiar de posición y abalanzarme sobre Alberto para tomar esa vergotota que cuelga de entre sus piernas, totalmente erguida, dura y caliente, la tomé entre mis manos y empecé a lamer desde sus huevos, que debo mencionar colgaban dos bolas
Ese fue el despertar de mi pasión por el sexo anal… Después de esa tremenda cogida. descubrí un mundo nuevo. Un mundo al cual me había negado sin saber muy bien porque durante tantos años… Pero como las mejores cosas en este mundo, yo también descubrí esta por casualidad… Y no pienso desaprovecharla
Después de el día en que hice que mi amigo espiara por las rendijas de la persiana de la habitación, como mi esposa cogia con su amante, el no paró de acosarla para cogerla el también, hasta que con mi ayuda lo consiguió
Mientras esperaba solo en casa de nuestro amigo Ángel sentí ganas de ir al baño, así que fui, entré, oriné y mientras me lavaba las manos vi el cancel de la regadera entreabierto y colgada en la llave estaba una tanga de su mamá.
Siempre he estado abierto a explorar nuevas cosas con mi cuerpo, esta no fue una estimulación como las otras, tuvo algo nuevo para mi, algo que me hizo terminar distinto.
Mi pareja, cuando esta cachonda y quiere marcha, se pone como ella llama las zapatillas de la abuela y yo al verlas, ya se que me va a pasar, me va a dar un palizón y ponerme el culo rojo como un tomate, después nos iremos a la cama a gozar ambos hasta la extenuación.
Lo primero fue darnos un largo y sentido abrazo, sentir sus tetas presionando mi pecho me erizo la piel. Te extrañe le dije mientras la besaba en la mejilla, sus manos me tomaron de la nuca y me miró detenidamente a los ojos, en lo profundo de su mirada sentí que lo que estaba por pasar...
Os queríamos contar lo que hicimos esta última Nochevieja. Pero, para empezar por el principio, os diré que somos una pareja joven (Laura 25, y yo –Lucas- 30) que vivimos juntos desde hace poco más de un año en una gran ciudad española.
Luis la tomó entre sus labios. La sensación fue magnífica. La vista de aquel maduro hombretón hincado entre mis piernas y chupándome el pito era fenomenal. Noté que efectivamente no tenía experiencia.
La sensación de poder, de dominar, de tener el absoluto poder sobre una mujer es una sensación que la mayoría de los hombres sentimos como una de nuestras grandes fantasías, pero ¿y si fuese al revés? Ser el dominado.
Hoy tenia unas ganas locas de carne, de un pene, o lo que fuera que me penetrara desesperadamente, y como no tenía ninguna cita previa, y soy una mujer muy ardiente, me metí en el sex shop casi a la hora del cierre.
Estaba lloviendo. Era madrugada y estaba lloviendo. Lo sabía por el rumor que hacían los coches al levantar cortinas de agua del asfalto. Por la luz mortecina de la calle que penetraba por la ventana. Estaba enmedio de ese estado semiinconsciente, entre la vela y el sueño, en el qual una no sabe a ciencia cierta si está soñando o no. La imagen de su cabeza acotada no cejaba de torturarme, sin saber si lo que había vivido unos días antes era real o no.
Cuando se harta de follarme, ayudado por su padre, me la mete hasta la garganta y allí eyacula. No me deja ni tirar ni tragar el semen, sino que con la boca llena, pasamos al salón y allí me folla él desesperadamente.
Todo empezó una tarde de Noviembre cuando me encontraba solo en mi casa, estaba aburrido y no tenía ninguna cita con mujeres esa tarde y tenía ganas de salir a divertirme, el problema era que mis amigos ya habían quedado pero tuve la suerte de que en ese instante recibí una llamada de una mujer la cual me dijo que leyó uno de mis relatos y que quería que la satisficiera sexualmente a cambio de dinero.