Abril y Kassandra deciden continuar el juego en un escenario aún más provocador: Se ponen a prueba con un reto de exhibicionismo frente a desconocidos:
quien reciba la propuesta más sucia de un extraño, gana. La perdedora deberá cumplir la fantasía del ganador.
Ella es tuya. Pero también de las miradas.
Abril no solo se desnuda del cuerpo. Se entrega con los ojos, con las piernas abiertas, con cada gemido que lanza sabiendo que alguien más podría estar escuchando.
Este libro no es ficción.
Es un viaje erótico, íntimo y brutalmente honesto por las fantasía
En el primer capítulo, la pareja se atreve a revelar sus fantasías más ocultas. Entre risas nerviosas y miradas cómplices, surge la primera confesión: verla mostrarse ante otros. Es el inicio de un juego íntimo que cambiará todo.
De joven pensé que era muy celoso, pero con el tiempo me di cuenta de que en realidad lo que quería era ser cornudo. Acá les cuento como lo entendí y los primeros pasos con mi esposa, animándola a ser exhibicionista.
Cuando sucedió esta historia teníamos unos 40 años, quince de casados y dos hijos aún pequeños. Se trata del encuentro con dos hombres que cogieron a mi esposa frente a mí.
Relata la transformación de Nina, una esposa convencional, para demostrar a su marido hasta dónde puede llegar. Se narra en tiempo presente, escena a escena.
Como después de los exámenes me presenté en casa de mi novio y me lo follé delante de su hermano mayor- Esta historia forma parte de un conjunto de relatos, os recomiendo haber leído previamente los anteriores.
Esta es una historia real de mi primer experiencia como voyeur, en la cual siempre estuve interesado en que me pasara. Pero nunca me imagine que me pudiera pasar con una vecina de unos 44 años y que los dos hubiésemos llegado a disfrutar de lo mismo.
Era sábado por la noche y se acercaba la hora esperada la cual correspondía a las 12 de la noche o las 00 hs es decir el final de un día y el comienzo de otro, estaba parado frente a nuestra habitación ya listo vestido con un jean negro y una camisa azul...
A mi esposo lo adoro, estoy muy enamorada, pero el pobre siempre llega tan cansado del trabajo (es operador y trabaja en turnos, además tenemos un pequeño negocio de juegos electrónicos en casa) que me da poco sexo (una o dos veces a la semana pero siempre en fin de semana), así que entre semana estoy muy caliente. Pero como dije lo quiero mucho.
Mi nombre es Martha y vivo en Monterrey, Nuevo León, México. Soy muy bonita y tengo un cuerpo envidiable (Eso me lo han dicho montonales de veces hombres y mujeres que me conocen) actualmente estoy casada y si tengo algún defecto ese sería que soy extremadamente caliente, jiji.
Muchos no sabrán que en nuestra ciudad hace muy poco tiempo se han abierto salas de cine porno lo que ha provocado una nueva oportunidad para cambiar nuestras conductas sexuales.
Después de todo ese ajetreo sexual yo estaba a tope, me dolían los huevos por la erección tan tremenda que no tuvo satisfacción alguna y el corazón se agitaba cuando la veía pasar frente a mí.
Si veo una muchacha que se inclina me acerco a ver si puedo ver parte de sus senos, y ni que hablar si va una mujer en bicicleta o moto, que me pongo delante de ella para tratar de ver su ropa interior.
Soy una chica de muy buen ver, delgada pero mis piernas son un poco gorditas mis nalgas las tengo duritas y paraditas, mis pechos no son muy grandes pero tampoco son muy pequeños, soy blanca de ojos un poco chicos color miel, mi boca es un poco grande y de labios gruesos, mido 1.68 m. y peso 61 kilos
Me había levantado de la cama a medianoche con ganas de ir al lavabo, mientras me incorporaba intentaba no despertar a María, que permanecía en un sueño profundo, con su cuerpo esbelto palidecido por los rallos de la luna, semidesnuda.