relatos eróticos pechos

97 relatos

Mis calientes cuñaditas

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Las hermanas de mi mujer son dos preciosidades, como ella. Una es castaña, un poco más baja que mi mujer; unos pechos de locura, con unos pezones muy marcados, y una aureola oscura y grande (sus pechos los he visto en fotos que tiene amamantando a su hijo, y los pechos de una mujer lactante me ponen más cachondo todavía).

¿Problemas con el vuelo?

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Era una pena, me dijo, que no hubiese podido ir con él, hubiésemos pasado una semana de lujuria y pasión como pocas. Y que tenía ganas de volver a tenerme, de acariciar y lamer todo mi cuerpo.

Mi desconsuelo

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Tu manera de susurrarme, la profundidad de tu voz, su timbre, tan sugerente, tan cálida y sensual, tremendamente varonil, tanto que hasta leyéndome el más inocente de los cuentos tu voz conseguiría excitarme.

Mi tía y yo

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Esta experiencia ocurrió estando solo con mi tía. Yo buscaba a mis primos pero habían salido a una fiesta y ella estaba sola, viendo una película, ella me pidió que me quedara ya que se sentía sola y me recosté junto a ella en su cama.

Gracias mamá

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Todo comenzó hace unos 6 meses, yo tengo 19 años soy un chico normal, pero que no había tenido mucha suerte con las chicas, soy moreno, alto un tío normal, en mi familia somos mis padres mi hermano pequeño y yo, mi madre se llama María tiene 42 años y es un monumento, rubia, 1,65, unos pechos grandes y que todavía se sostienen solos y un culo increíble.

Entre sueños

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Me había levantado de la cama a medianoche con ganas de ir al lavabo, mientras me incorporaba intentaba no despertar a María, que permanecía en un sueño profundo, con su cuerpo esbelto palidecido por los rallos de la luna, semidesnuda.

Don Leandro I

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El viejo no se lo hizo repetir, se colocó detrás de mí, sentí el bulbo de su cabezota deslizarse entre mis glúteos

Verónica II

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Llevaba puesta una blusa crema y unos pantalones no demasiado ajustados, le dije que se quitara la blusa y se quedo con un bra blanco que tapaba por completo sus grandes pechos, le dije que se acercara, dio vuelta al escritorio poniéndose frente a mi silla, su piel era morena muy clara, lisa y todavía marcada por los golpes de su esposo, comencé a pasar mis manos sobre su carne , su respiración se agito, subí las manos a su pechos y los apreté, sentí sus pezones erectos bajo las copas, baje sus tirantes y ante mis ojos

Todo empezó navegando por internet

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Al llegar el viernes al estar en mi oficina haciendo unas capturas, me sobresalte al verla parada justo enfrente de mi y todo lo que nos separaba era la ventana, como un resorte salte de la silla donde estaba y abrí la puerta para que ella pasara; al entrar me pregunto ¿qué por que no había ido en esa semana a su oficina?

El vestuario: A mi amiga Sonia siempre la tengo cuando la necesito

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Cogí la esponja, le puse un poquito de jabón y se la empecé a deslizar por los pies, por las piernas, las caderas, su culito, su espalda, su cuello, sus pechos, su ombligo hasta que al final llegue a su coño, ella entonces se apoyó en la pared y me quitó la esponja de la mano y yo sin pensármelo le acaricié sus labios con mucha suavidad, deslizando mis dedos por sus labios ayudados por el jabón que había quedado en ellos, mientras ella se acariciaba sus pechos y sus pezones, poniéndome todavía más cachonda.

Vecina y amante

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Mi vecina era muy atractiva y me resultaba muy deseable y cuando pude me tiré un lance con ella y disfruté de una mujer excepcional.

Cambio de gustos

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Creo que ella se sentía apurada al notar mi erección bajo el bañador. Me la jugué a una carta desde el principio porque estaba muy excitado y le pregunté si quería tomarse una copa conmigo. Sus excusas las fui echando abajo y conseguí que se pusiera su pareo y me acompañara al coche.

Mi cuñada, mi regalo

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Me despedí de los niños y me fui hacia la puerta ella me siguió y me abordo ya casi afuera diciéndome que era secreto yo le dije que no habría problema que me encantaba ahh y que le había dejado su postre en el baño encima del deposito de la taza ella sonrió y me dio un beso en la mejilla diciéndome gracias.