Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Reparaciones a domicilio

Yo acepté con mucho gusto, estaba deseando follarme aquel depilado y húmedo coño, asi que cogí mi verga y me dispuse a penetrarla con suavidad, pero ella, al notar ya la presencia de mi verga, empujo su cuerpo contra el mio provocando una violenta penetración que le hizo lanzar un estridente gemido de placer.

La amiga de mi madre

Y cuando tenia que bajar a mi casa a por algo (casi todos así que yo estaba empezando a fantasear con ella y solo pensaba en situaciones morbosas, como que bajara a mi casa cuando estaba solo y tocara al timbre cuando yo me estaba masturbando, y al salir a abridle la puerta se fijara en mi paquete, o que íbamos a la playa y yo le daba crema por el culo con la excusa de darle en las piernas.

Joder… vaya noche

De pronto, en una de las fuertes embestidas, sentí como mi piel y mi cabello se erizaban,  como mi cuerpo sudoroso se convulsionaba, como mi coñito se humedecía aún más,  como de mi boca salían gritos y gemidos de extremo placer y como un intenso orgasmo recorría mi interior, mientras mordía mis labios y arañaba el culo y la espalda de aquel hombre.

Isabel

Ella se sacó el vestido,quedando solo cubierta por su tanguita y sus sandalias doradas de tacón y dejando al aire unos senos de bisturí que semejaban los de una veinteañera por su perfecta redondez.

Duro trabajo

Poco después entró Tamara, que así se llamaba nuestra jefa, iba vestida igual que por la mañana, excepto que llevaba una chaqueta negra que se quitó al entrar. Se sentó en un extremo de la mesa, de espaldas a la pizarra, mientras que nosotros lo hicimos a izquierda y derecha de ella en las esquinas de la mesa.

La profesora

Después de un rato follando en esta posición Tomás cedió su sitio a Alberto que rápidamente la embistió follándola con fuerza mientras Gonzalo debajo, la agarraba por las caderas tratando de acompasar su ritmo con las embestidas de Alberto, que parecía dispuesto a correrse a toda costa por la velocidad con que se movía lo que no le parecía bien a Lucía, al menos de momento.

Parejas

Carlos, se agachó a nuestras espaldas y nos levantó el vestido hasta la cintura a las dos. Elena no llevaba bragas pero yo sí, aunque eso no fue un impedimento, puesto que mis braguitas rojas fueron quitadas de inmediato con mi ayuda.

Una partida de parchis

Ella pareció estrecemecerse de placer agarrando sus pechos con ambas manos y esparciéndose la leche por todo su cuerpo y relamiéndose los labios con la lengua, mientras el pene de Carlos seguía lanzando su leche y dando pequeños espasmos de placer.

Fantasía de una madura

Los dos sincronizados empezaron a bombear dentro de mí cuando uno la sacaba de mi coño el otro la hundía hasta las entrañas en mi culo, me sentía desfallecer por el inmenso placer que estaba teniendo, no podría decirles cuantos orgasmos a la vez tuve, pero fueron muchos.

Apuesta sobre seguro

En la reunión que mantenemos los directivos cada semana siempre acabábamos igual, escuchando las fantasmadas de nuestro compañero Gonzalo, el jefe de personal, a quien le gustaba alardear de todo, de una gran casa, de un potente coche y sobretodo de ligoteo, presumiendo de poderse follar a todas las mujeres que se le antojen, siempre haciéndose el machote, con un gran aparato y con una gran capacidad para llevarse a la cama a cualquier hembra que él desee...

Un trío por casualidad

Desde hacia tiempo queríamos repetir la experiencia de compartir una noche de placer en trío formado por nosotros dos y otro caballero, sin embargo diversas circunstancias no nos lo había permitido e igualmente no habíamos logrado contactar la persona idónea.