Fue con su novia a las rebajas, mientras ella se probaba una falda, nuestro protagonista no podía apartar la mirada de otras mujeres que se estaban probando lencería fina y muy sensual.
Acepté y entonces me dijo que me esperaba en el lobby, que cuando me viera se iba a salir y que lo siguiera se hizo todo tal cual y entonces llegamos a un estacionamiento, abrió un coche VW blanco y me invitó a subir.
Me agarró la cara y me dijo con la voz ronca del deseo: Viste que estás linda en serio, mientras con la otra mano me desabrochaba los jeans y metía una mano por debajo de mis bragas. Y mojada, muy mojada, siguió, sin dejarme de mirar, mientras los ojos se me entrecerraban sin que yo atinara a nada más que a suspirar.
No suelo acudir a ese tipo de actos, me aburren soberanamente, pero la insistencia de Lucía eran tus amigos... esos reencuentros son bonitos me hizo claudicar. Desde que nos mudamos a Madrid apenas habíamos tenido contacto con ninguno de mis antiguos compañeros, algunos de los cuales me resultaron casi irreconocibles.
En ese momento unos fuertes toquidos en la puerta la sacaron de su contemplación. Sin esperar respuesta un hombre viejo, mas tarde Sue se enteraría de que era Logos el gran visir de Tut, entro en la estancia seguido por varias doncellas.
Llenos de sudor nos metimos los tres en la ducha, allí comenzó otra vez todo nuestro juego de a tres, al chico le vinieron ganas de orinar, le tomé la pija con mis manos y dirigí su lluvia dorada sobre mi cuerpo, quedó enloquecido y ya sintiéndose en maestro me metió la verga en la boca y me hizo tragarle el último chorro de su acre y caliente líquido.
Luego de otras embestidas de sus dedos en mi cola su pene comenzó a entregar nuevamente enormes cantidades de semen en mi boca dejándome loco de placer.....aun con el ardor que sentía en mi hoyito....
Había un juego de Fútbol en el Estadio Azteca así que conforme pasaban las estaciones esto se ponía cada vez mas lleno, llego el momento de bajar del metro pero ooohhhh sorpresa había un mundo de gente para abordar un transporte llamado tren ligero, respire profundo y me dispuse a subirme al tren.
Julio cogió mi pija mientras me culeaba y comenzó a masturbarme, era delicioso, yo me estaba por venir cuando el me dijo que quería venirse dentro de mi culo, a lo que yo accedí de inmediato.
Maica, se siente atraída por su profesora. Mercedes; la profesora se percata de ello y decide castigarla al finalizar la clase, y excitarla, para únicamente reprenderle por su actitud, pero ninguna de las dos imagina como acabara dicho castigo.
Ahora la más tierna de las tres hermanas estaba disfrutando de un doble desvirgamiento en toda regla: penetración vaginal, penetración anal, dos enormes falos largos y gruesos que entraban y salían de su carne sin parar.
Una vez dentro de la casa nos quitamos la ropa quedándonos completamente desnudos, ella decía el nombre de mi padre creo que se confundió por la borrachera que traía.
Como todas las noches en que nos reuníamos yo dejaba que mi madre me masajeara como es costumbre, el típico masaje de madre y que en este caso era como una recompensa por ver el noticiero que mi mama sabe que me desagrada al máximo.
Al ver que estábamos solos me recorrió un escalofrío por la espalda y decidí ir al servicio donde me quité el sujetador, con el fin de que se me marcaran los pechos bajo la blusa blanca, mis pezones estaban duros y se marcaban lo suficiente para que él pudiera apreciarlos.
Estuvimos varios minutos abotonados, no se cuantos, cuando de pronto, sin aviso, un chorro de agua fría congeló mi cuerpo y el de Marte: era Carlos echándonos baldes de agua. ¡Despéguense perros! - gritó entre risas Carlos.
Podría jurar casi que la manera que Mary acariciaba mi pie que sabía que me perteneció y me provocaba, pero adivinó mal mientras Jenny dijo que era definitivamente el pie de Doug en su regazo.
Pero me fijo, que logra escapar una sonrisa delatadora, pero sabes muy bien, que si me lo tiras de un solo, allí mismo te como a besos, así que me dices que vayamos a ver una película que recién te habías puesto a ver "pollitos en fuga", que claro habías preparado para que medio me despejara la mente, me ofreces algo de beber, y luego subimos, has puesto cortinas en las ventanas de la sala y de las escaleras
Habitualmente, voy una vez al mes al mismo centro estético para depilarme o hacerme alguna limpieza de cutis, como siempre me recibieron atentamente y me invitaron a entrar a una de las habitaciones para desnudarme y depilarme.
Estábamos en el club, los cuatro con otras parejas amigas, y Jorge mi compadre tenía que regresar temprano porque debía atender a un cliente del exterior, así que nos pidió a mi mujer y a mí que lleváramos de regreso a Roxana.
Esta vez si aprecie su cara, realmente bonita para dicha edad, cuando se dirigía a atender al respetable mi mirada se dirigía a su culo, precioso alto y respingón entallado en un vaquero ajustado cuya costura se perdía por la raja de su trasero.
Acarició el interior de mis muslos, depositó una mano en mi polla, que masajeó también suavemente hasta notarla erecta, mientras con la otra mano acarició mis huevos, jugando con ellos como si fueran bolas chinas, deslizó un dedo hacía mi ano, lo acarició y empezó a penetrarme con él.
Después de esto saqué de mi bolso otro vibrador; esta vez doble, que había comprado con la esperanza de un encuentro con mi profesora; lo dirigí a su chocho y ansiosa me introduje el otro extremo en el mío, y empujamos las dos al unísono suavemente.
Me coloqué debajo de ti, mis dedos acariciaron tu sexo, ronroneaste como una gatita, tomaste mi tremendamente excitada polla y la dirigiste con maestría hacia tu vagina, la penetración fue lenta y muy placentera, tu jugosa vulva se cernía sobre mi pene magistralmente y tu lubricación era mágica.
En primer lugar mi madre y yo nos metimos en la ducha donde mutuamente nos enjabonamos y sobamos, para terminar sin solución de continuidad, besándonos ardorosamente mientras nos metemos la una a la otra varios dedos en nuestras grutas ávidas de sexo.
Como siempre evitaba las calles concurridas, aunque eso implicara internarse en el territorio de la temible pandilla de la calle Yansy. Pero el extraño no parecía preocupado, sino más bien molesto.
Cada embestida de la boca de Estela movía el pepino dentro de su carne -ella aun no sabía mucho del tema, pero un poco más adentro, sólo un poco más, y habría perdido la virginidad.
Me corrí como no lo he hecho nunca, fueron muchos borbotones de semen, el primero debió de tragárselo casi por completo, pues estaba muy dentro de su boca cuando exploté, después su boca se llenó con el siguiente y comenzó a salir por entre sus labios, le bajaba por la cara hasta la barbilla, las ultimas fueron a parar directamente a su cara, le llene todo el pelo de lefa, hasta en la nariz chata tenia mi leche, ella sonreía con los ojos cerrados y la boca bien abierta, como si quisiese tragárselo todo.
Llegue a la ultima habitación, al entrar vi que estaba bastante grande, entonces oí unos ruidos, al acercarme vi en el piso a la señora con un perro, el perro estaba echado y ella le había desenfundado todo su pene y se lo comía bárbaramente, al pene del perro le salían chorros de líquidos, que le escurrían a ella en la barbilla, de vez en cuando ella se separaba y los escupía, creo que era cuando eran demasiados líquidos
Víctor no hizo nada por separarse de mí; al contrario, se puso frente a mí y comenzó a pasear sus manos por mi pecho y a manosear mis tetillas, mientras se incorporaba lentamente. Me miró a los ojos y nos fundimos en un beso apasionado.
Bueno luego de aquella experiencia, los esposos se dieron cuenta de mi desagrado, procedimos a un baño lleno de jabón hasta dejar nuestros cuerpos limpios y continuamos la orgía.
Mi mente de alcantarilla comenzó a fantasear con la idea de saborear esa mujer adulta, baja y regordeta, con unas grandes tetas y un trasero alto y elevado.