Mamar una verga que recién hubiera estado en mi culo no era parte de mis fantasías, pero esos no eran momentos para ponerse melindroso, así que, una vez más, desenvolví el preciado regalo y lo mamé con singular fruición acariciando al tiempo sus gemelos y sus nalgas, y deslizando juguetonamente, aunque no sin temor, mis dedos hacia su lugar prohibido.
Yo tenía una cita con Marina, una culonita sabrosa que le gusta con sus enormes tetas satisfacer hasta la locura al igual que con su exquisita comida es Chef, de un restaurante muy lujoso y cocina y culea de maravilla, me vestí y después que besar a Luis y decirle que le llamaría, partí como un loco a ver a esa hembra.
Primera parte de una curiosa historia que tengo con la novia de mi mejor colega; fue novia mia hace tiempo; comienza con unas cervezas y unas risas y acaba de la forma más insospechada; relato real.
Mientras tenía esas fantasías, fui entablando una amistad con él, como era profesor de guitarra encontré la excusa perfecta. Iba a su casa casi todos los días con el pretexto de tocar algo, escuchar música o ver vídeos.
No pude evitar una erección, mis jeans, ya ajustados por la moda, casi explotaban ella subió su mano lentamente y siguió apoyada en mi hombro, dándome un concierto de respiración.
Cuando termine de hacerme la paja, me lave y salí del baño, ella estaba de nuevo en su cuarto viendo la televisión, entonces yo la vi y seguí hacia la cocina, ella me llamo y me dijo que si no pensaba seguir viendo la televisión con ella, y yo le dije que si, pero que iba a buscar una cosa, pero en realidad lo que quería era irme para ocultar el bulto que se había formado en mi pantalón a raíz de esa visión que había tenido, es que era increíble la mujer que mas deseaba, en braguitas, acostada en la cama y conmigo, eso era demasiado.
Alicia se paso chillando y rogando durante todo el tiempo que la aguja fue clavándose en su cuerpo. Fueron casi tres centímetros de aguja los que fueron enterrados en su pecho.
En lo que terminó la reunión se paro todo el mundo y yo estaba tan excitado que no me podía parar me quede sentado y ella se me acercó y me dijo en el oído que era un mirón y que le había encantado, que se imaginaba lo que yo iba a hacer esa noche.
Me retuvo un rato, humillándome obligándome a bajar la cabeza. Regañándome por un robo que no había hecho. Me parecía que estaba chalada. Pero a mí me excitaba. De vez en cuando, se pasaba por detrás de mí y me pegaba un cachete en el culo.
Pero ese abrazo produjo un efecto raro en mí ya que por primera vez en mi vida sentí eso que llaman deseo, al sentir mi pene semidescubierto tan pegado al cuerpo de una mujer que se sentía más con esos jeans ajustadísimos.
Yo era un profesor relativamente veterano: llevaba 16 años dando clases de Química, y había desempeñado cargos directivos en el centro, siendo una persona respetada por padres, alumnos y profesores.
Después haber llamado a mis padres para avisarles que ya había llegado, encargamos algo de cenar después de esto le dije vamos a descansar pero antes me voy a dar un baño mientras para que no te enfades puedes jugar un poco en la PC o conectarte a Internet.
Ya como a las 22.45 llega mi padre de trabajar mientras yo estaba terminando de hablar por teléfono con una amiga para arreglar una salida a la noche (salida que finalmente no se dio) y que me puso de mal humor.
Y al cabo de unos minutos, se puso un grupo de tíos alrededor de mí a bailar y me dijeron que bailase, que les había gustado mucho mi forma de moverme, ellos eran cinco y más mayores que yo.
Les contaré que siempre me he considerado heterosexual, mis encamadas con las chicas siempre han sido fabulosas, pero desde hace seis meses atrás soy bisexual, les contaré de la manera más detallada cómo sucedió.
Nos contábamos experiencias sexuales con lujos de detalles… las historias más intimas y los juegos más lujuriosos que alguien pueda imaginar y jugar…
Levantó sus pies, los puso alrededor de mi cuerpo y se prendió a mí con una fuerza increíble, moviendo su cuerpo de manera que mi pedazo de carne salía y entraba de ella a medida que su cuerpo avanzaba o se retiraba.
No volvimos a hablar mas del tema porque quizá pensamos que eran unas frases dichas en un acaloramiento pero un día que quedamos ha cenar y tomar unas copas con unos amigos.
Pese a que sus bañadores eran pantalones bastante más largos de lo que me hubiera gustado, cuando salían del agua la tela se les pegaba a la entrepierna y podía comprobar que sus aparatos en desarrollo estaban muy bien, no del todo en reposo como a ellos les gustaría.
Nos quedamos haciéndonos mimos en el diván hasta que me dijo que ahora era el turno de ella, quería cumplir mi fantasía. la hice arrodillar en el piso y le dije que solo debía hacer lo que yo le dijera, mi pija estaba entre dormida y le dije que la haga parar, me dijo que le iba a costar mucho, que no sabia chuparla, nunca lo había hecho y le daba asco.