Aproveché ese momento para hablarle de lo que habíamos iniciado y de lo que habíamos conversado en la noche anterior. Le expliqué que esta situación debíamos mantenerla en secreto toda vez que la sociedad castiga este tipo de relación, aunque seamos mayores de edad. Asimismo, le dije que yo lo amaba profundamente y no me sentía inmoral y al mismo tiempo, sí esperaba lógico que él un día conociera alguna mujer y formara un hogar con ella
Ello no obstó para que Javier quedara prendado del güero, que lo trató con la punta del pie durante los dos meses en los que le fue infiel, lo sometía a cosas nuevas sin ninguna ternura y lo hacía pagar por su propia no aceptación de su ser homosexual.
La verdad es que Cristina había despertado mi libido en varias ocasiones pues suele utilizar ropa con transparencias, zapatos de tacón fino y sobretodo faldas cortas, minifaldas algunas veces. Sabe sacar partido a su cuerpo pues resulta llamativa y hasta que ocurrieron estos hechos que hoy cuento no comprendía como no tenía novio, pues es amable, jovial y simpática.
Los asientos de los vagones están dispuestos en grupos de cuatro, enfrentados dos a dos con un pasillo estrecho entre cada grupo, son cómodos y acogedores. Me senté en uno de ellos, solo. La verdad es que solo había dos personas mas en el vagón, en el grupo contiguo una chica a la que veía solo de espaldas, y al otro extremo un hombre negro de proporciones gigantescas leyendo el periódico.
La idea al principio me dio un poco de risa, pero después ella dijo que cuando los hombres lo hacen por primera vez son tremendamente dóciles y hacen todo lo que tu les digas, y además tienen una gran energía para realizar cualquier actividad sexual, termino la charla de café y me fui a mi casa y estuve pensando en lo que esta mujer había dicho y que me había dejado tan intrigada.
Estando en la playa un compañero de estudios me avisó que me faltaba por entregar una de las instancias para las asignaturas opcionales del siguiente curso, y el plazo vencía dos días después. Tuve que tomar el tren urgentemente y regresar a la ciudad por la mañana temprano.
Lo primero que hice fue hacer que se masturbara, para que estuviera mas receptiva, entonces yo tome un poco de gel y lo unte en uno de mis dedos, acercándolo a su ano entonces le dije te voy a meter un dedo tu me dices hasta donde aguantas, entonces coloque mi dedo en la entrada de su botoncito y empuje suavemente ella de momento hizo un movimiento de malestar, pero mi dedo ya estaba un poco adentro, me sorprendí al ver lo estrecho de su ano, y proseguí a meterselo poco a poco
Esa misma noche me atreví a llamar. Contestó Rosa y su forma de hablar me sedujo completamente. Estuvimos un rato charlando antes de quedar para el sábado por la noche en un local de copas de la parte norte.
Con el tiempo fuimos cogiendo mas y mas confianza, y los juegos empezaban a enseñar a la chica que tenia conmigo, yo empece a verla como lo que era, una tía que estaba muy buena y me propuse como objetivo verla desnuda, porque sabia que tenia novio, y con lo recatada que parecía seguro que no conseguiría nada con ella, pero la misión era muy difícil, y a pesar de espiarla un para de veces en las duchas
En cierto momento, al separar sus nalgas un poco para ayudar a mi polla, vi el ojete de su culo y pensé que seguro que por ahí no había entrado ni una mosca, moje mi dedo en saliva y comencé a acariciarlo con mucha suavidad, ella no dijo nada, no se si por corte o por lo excitada que estaba; con disimulo metí un poco mi dedo en el interior y procedí a masajearlo; vaya vaya, sigue sin decir nada, solo gime que te gime y yo ya tenía mi dedo metido por completo en su culo.
Realicé tales embestidas que notaba como mi glande se aplastaba contra lo más profundo de su garganta, de forma frenética, ¡nunca había sentido nada igual, tan maravilloso! Me la estaba follando por la boca, y mientras lo hacía de su garganta solamente salían gemidos ahogados, intentando suplicarme que parase. De sus ojos salía un río de lágrimas.
Me miró y yo le asentí. Movió su miembro cerca del ano de Mar, rebozándola contra sus nalgas y por los labios de su coño, para a continuación abrirlo y de una manera suave, limpia, entrarla completamente. Este movimiento hizo que Mar volviera a tensar sus piernas al mismo tiempo de separarlas más y emitir un sonido casi de admiración.
De la palma de la mano que acariciaba la vulva se separó el dedo corazón que se dedicó a castigar el clítoris. Pronto la niña estaba lista para otro orgasmo pero de pronto todo se paró. Las manos que la hacían tan feliz abandonaron su cuerpo y aquel orgasmo que estaba a punto de disfrutar se desvaneció y esto no le gustó.
Clara despertó de repente y se sorprendió de lo que estaba sintiendo por que creía que era un sueño, pero había alguien que le estaba chupando deliciosamente el clítoris y su orgasmo fue muy fuerte, gimió, de placer, aunque no sabia quien le había provocado esa sensación la disfruto enormemente.
El dedo de Gema se dedicaba a prodigar los más tiernos estímulos en el clítoris de Adriana y comenzaban a humedecerse, cuando se deslizaba una y otra vez, apenas sin introducirse, en el sexo de su hermana, que había dejado de menearse, pero seguía tensa, muy tensa, sin querer mirar a los ojos a Gema, que aprovechaba para morderle la oreja y lamer su interior y luego el cuello y morderle la comisura de los labios.
Mari no aguantó más y se puso por detrás de ella, lamiéndole el culo con ansias, descendía por su raja para continuar con el tronco de mi polla cuando salía en medio del vaivén, y finalmente se detenía en mis huevos que chupaba afanosamente, para luego desandar el camino, terminando con su lengua medio introducida en el culito de Miriam.
Oí que alguien había abierto la puerta y al cerrar le había puesto el seguro, si era mi prima Ximena, entro al baño y abrió la puerta de la regadera donde estaba yo y me dijo que era su turno de verme desnudo, le dije que no era justo porque yo la había visto con ropa interior y ella me estaba viendo como Dios me trajo al mundo.
Me fui al baño me duche rápidamente y después me apetecía estar un rato metido en la bañera disfrutando del poder relajante que proporcionaba el agua y cerrando los ojos para estar mas concentrado en aquella sensación, me recosté hacia atrás.
Patricia cogió el preservativo y lo abrió, se lo puso en la boca y me lo enfundo en la polla, casi se metió toda mi polla hasta la garganta, luego se puso encima de mi, yo temblaba como una hoja, ella maniobro como una experta, y en unos segundos tenia toda mi polla en su sexo, fue tan rápido que no se ni como ocurrió , ella saltaba encima de mi, sus pechos saltando como dos enormes globos
Ella vestía una minifalda negra que le tallaba una cola impresionante, con una blusa negra y un pequeño chaleco blanco. Me quede muy sorprendido al verle las piernas, –Ella es una amiga mía de 17 años que casi siempre viste de informal: un jeans y una blusa desteñida- hoy fue todo lo contrario, venía luciendo las piernas, que las tiene bien definidas ya que es una persona que esta en clases de ballet.
Su clítoris estaba durito y puntiagudo y el brillo de la humedad recorría todo su coñito. Seguí lamiendo alternando lametazos con el ensamble de mi lengua dentro de su agujerito cada vez mas abierto.
Por cuestiones económicas tuvo que cambiar de ciudad y su nuevo jefe le recomendó el hospedaje, lo que no sabía que su estancia allí sería deliciosa, llena de sexo y placer.
Separé un poco las nalgas con las manos, de tal forma que la abertura se pudiese alcanzar con más facilidad e introduje la lengua en su interior, primero con movimientos suaves y después cada vez más rápidos, dilatando su ano con mi lengua. Finalmente, introduje en el interior uno de mis dedos ensalivados, que fue succionado con facilidad, patinando sobre una superficie lisa y líquida.
De repente, una sola de sus manos lo subía en vilo y lo bajaba como comprobando su peso, a la vez que la otra mano bajaba estirando toda la piel abrazando con su palma el tronco firme del animal inerte hasta llegar a mis testículos donde éstos se hinchaban al contacto de esa suave, incitante e inexperta mano.
Me encanta bailar y acariciarme mientras que de reojo veo como tus ojos no dejan de desvestirme, y cuando al fin te decides a bailar y poder sentir tu gran paquete que lo presionas en mi cuerpo, eso me acelera la respiración, y no puedo evitar en querer acariciarlo, para confirmar que realmente eres el que me puede volver loca esta noche, tu haz sido el elegido para hacerme gritar
La penitencia fue: si tu pecho me cabe en la mano te salvas pero si no me cabe tendrás que echarte nata en los pechos y te los comeré ya si lo hizo ya que en su mano no le cabían de lo grande que eran, y aprovecho para tomarse la nata en sus pechos mientras mordisqueaba los pezones de mi novia delante de mi.
Allí en el sofá, mi hija entre mis piernas empezó a hacerme una mamada que me recordó las que hacia su madre, no tenia nada que desmerecer, y me puso la polla al borde del orgasmo, le dije que parase, así que la tumbe en la alfombra, para desnudarla, pude de nuevo verla completamente desnuda, pero ahora seria mis, sus pechos eran preciosos, estuve un buen rato chupandolos, lamiéndolos y estrujándolos, era lo que siempre había echado de menos en mi mujer, una buenas tetas, y por fin, tenia unas para mi solito.
Terminamos por hacer el amor en la posición del 69 lo cual fue muy agradable para mí, aproveché para meter uno de mis dedos en su culito; posteriormente nos metimos bañar y ahí dentro seguimos con el intercambio de caricias y besos pero nada más.
Al acabar de bañar, nos bañamos y nos vestimos, pero yo me puse un traje de baño, una playera y una gorra, por que como había dicho no iba a salir, al salir mi hermano y verme así vestido me dijo que si no quería ir a un bar con ellos, pero les dije que no quería, así que me dijo bueno, nosotros vamos a regresar como a las 2 ó 3, pero si te quieres quedar bueno, a lo que inmediatamente asentí con la cabeza.
El tiró el jabón al suelo (de gusto) y yo me agache a recogerlo, apoyó sensiblemente su polla en mi culo e hizo un leve empujón para demostrarme lo que iba a suceder mas adelante. Me di vuelta y agarre la polla y la pelé.