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El día que descubrí a mi verdadera esposa

El día que descubrí a mi verdadera esposa

Me llamo Juan Cruz, tengo 31 años y la historia que les voy a contar es 100% real.

Hace 5 años que estoy casado con Diana, ella tiene 25 años, es muy bonita y sexy.

Mide 1.65, pesa unos 52kg, sus medidas son 91-60-90, es castaña clara, de pelo lacio y largo, ojos color miel.

Es muy atractiva, pero siempre fue tímida y en cuanto a sexo muy convencional y tranquila…

La historia que les voy a contar ocurrió hace unos meses atrás.

Todo comenzó una noche en la cual vino a cenar un compañero mío de trabajo.

Durante la comida bebimos unas cuantas copas y conversamos hasta tarde, motivo por el cual ambos estábamos un poco ebrios, dado que Diana no bebió ni una gota.

Dada la situación y como no es conveniente que mi compañero maneje decidimos que se quede a dormir en el cuarto de huésped.

Mientras estaba plácidamente durmiendo, un ruido extraño y continuó me despertó, pero como era agradable no hizo que me sobresalte, sino que fue despertándome lentamente.

El alcohol, hizo que este despertar sea aún mas lento, y de esa manera fui tomando conciencia de lo que pasaba….

Dulces gemidos y una respiración jadeante reinaban en mi habitación, lentos movimientos percibía de las colchas y la cama.

Era mi esposa, que estaba masturbándose muy plácidamente y sin ningún tipo de inhibición; estaba tan compenetrada que no pudo percibir que yo me había despertado, entonces me quedé quietito en mi lugar y comencé a disfrutar de tal espectáculo, el cual jamás había presenciado hasta ese momento…

Estaba con un camisón cortito de seda y una tanga haciendo juego, sus manos se perdían por debajo de la tanga y la otra debajo del camisón, mientras acariciaba sus pechos…. se retorcía, y apretaba sus piernas con fuerza a la vez que hacía pequeños movimientos hacia delante y atrás…. Gemía y jadeaba sin parar….

En un momento se detuvo, yo pensé que había acabado, pero para mi sorpresa, se levantó sin hacer ningún ruido y se fue.

En un primer momento pensé que se había dirigido al baño, pero al ver que tardaba comencé a ponerme nervioso, recordando que mi amigo se encontraba en el otro cuarto.

Sin dudarlo me levanté y me dirigí muy silenciosamente hacia allá…

Al girar el pasillo, pude ver el espectáculo, la puerta de su habitación estaba entreabierta y para mi sorpresa, mi mujer estaba completamente desnuda, apoyada contra la pares y espiando hacia adentro de la habitación.

Su camisón y tanga estaban en el suelo, junto a sus pies y ella ahora si dando un verdadero espectáculo se estaba masturbando descontroladamente mientras miraba hacia la cama donde dormía Hector…..

Ella estaba desencajada de placer, su espalda contra la pared, sus piernas bien separadas, con una manos agarrándose los pechos y la otra intoduciendose sus dedos en la vagina..

Tal imagen hizo que me calentara y comencé a masturbarme yo también…

Pero en un momento ella deja la pared y queda de frente a la puerta, de espaldas a mi, ahí pensé que iba a entrar, pero no, para mi sorpresa, lo que hizo fue penetrarse con su otra mano por el culo y dejarme ver tal espectáculo.

Se estaba dando con sus dos manos a la vez por detrás y adelante…

Yo que seguía haciendo lo mío y ya más descontrolado, sin darme cuenta hice un ruido que hizo girar la vista de mi esposa, la que sorprendida quedó petrificada ante mi…

Entonces tomo sus ropas y vino hacia donde estaba yo, se arrodillo como pidiendo disculpas y me chupo la pija hasta hacerme acabar, luego fuimos a dormir y no hablamos del tema.

Al otro día, ya solos en casa, decidí que era momento de conversar lo sucedido.

Le pregunté qué era lo que la había motivado a hacer eso, si Héctor le gustaba tanto que la excito de esa manera.

Y ella respondió…

Que lo que la excito fue el hecho de pensar que la podíamos coger entre los dos, que uno podía penetrarla por delante mientras el otro lo hacía por detrás, que ella quería ser objeto de placer y fantaseaba con eso pero que no sabía si se animaría en realidad a hacerlo.

Confieso que a partir de ese día no puedo imaginar otra cosa que a mi mujer siendo cogida por varios hombres, como la mejor estrella porno, pero en la realidad no me animo a cumplir tal sueño.

Ustedes que opinan de mi esposa y de lo que nos pasa?

¿Qué te ha parecido el relato?