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Mi primera experiencia como prostituta

El Delegado fue él ultimo en venirse y me jalo hacia él mientras su miembro terminaba de vaciarse, apretando con fuerza mis senos siguió besándome el cuello, los hombros y la nuca diciéndome en voz baja: -mi amor que cogida tan rica jamás creí que fueras tan buena haciéndolo, me tienes loco mamacita-.

Mi primera ama II

Ella me miró y dijo que no estaba contenta conmigo a la vez que se quitaba un guante de su mano, ella me cogió por el pelo y me introdujo el guante de goma en la boca , así me amordazo y con la mano que se había quitado el guante empezó a darme en el trasero, mientras con la otra mano me levantaba la cabeza por el pelo, como había pasado la última vez paró cuando quiso, cuando vió que el trasero estaba rojo

Su primera vez

Ya en ese lugar, Mario se sentó en un sillón mientras mi mujer y yo esperábamos sentados al borde de la cama matrimonial. Por fin llega la juvenil Amanda vestida con un hermoso y liviano vestido corto, Mario se ve excitado al igual que todos nosotros, sólo Amanda luce algo nerviosa y mira a mi esposa para que le diga qué hacer.

Mi vecina quinceañera

Hay Andrea, disculpa pero es que me estoy haciendo pipi, ella abrió la puerta y me dijo no te preocupes, pude ver su cuerpo mojadito y yo me puse a mil, me baje los shorts y me dispuse a hacer pipi cuando estaba en eso salio Andrea del baño, entonces aproveche la situación y me metí un dedo en el chocho

Vendas negras I

Ella percibe su olor, lo siente, es un olor agradable. El desconocido le tapa los ojos con una venda de color negro, la venda tiene su olor. Él la acaricia; ella se asusta y cree que va a ser violada. Pero él lo hace suavemente, sin prisa; le besa levemente el cuello, los labios, los lóbulos de las orejas. Lo hace tan suavemente que Sara llega a sentir un escalofrío.

Noche de invierno II

Sus caricias aumentan y una de sus manos llega a mis bragas para tocar ardientemente mi sexo por encima de la tela...luego sus dedos quedan piel con piel con mi sexo, juega con mis labios, y los entreabre suavemente para penetrar delicadamente mi intimidad y centro de mis mas dulces placeres.

Mi institutriz

Y puso dos copas de vino y las lleno hasta arriba, entonces cogió una y se fue hasta su habitación, yo la seguí sin saber porque, entré en la habitación y vi lo más increíble de toda mi vida, en la habitación al entrar estaba el armario, después la cama, y a la derecha de la cama, había una mesa pequeña con varios consoladores de diferentes formas, yo me que dé parada, y vi como María, dejaba el consolador junto a los otros, se sentó en la cama me miró y me dijo.

Iniciación asistida

Anda, tócamela, hazme lo que quieras, me le acerqué, de frente, mido 1.70 de estatura y por supuesto, me sacaba un buen de tamaño, pero acepté, lo abracé y enseguida su arma rozó mi cuerpo; la sentí muy rica, tersa y de muy buen tamaño, le pregunté ¿tienes idea de cuánto te mide?, si, claro, mira, así como está ahora, dormidita, flácida, mide un poco más de 15 centímetros; en plena erección, sólo llega a 22 centímetros, es lo más grande que me crece.

La dama de negro

Llegó el momento que tuve a mi vista todo lo que su vestido había ocultado y ahora dejaba libre. Una espalda lisa, tersa, de una piel dulce, como esculpida en pulido jade. Tan solo un sujetador, por la apariencia casi nuevo, blanco, de fino encaje, con pequeñas puntillas, quebrantaba este bello paisaje que sólo yo, podía contemplar.

Mi pequeña Ariana

Noté que se corría porque un líquido pegajoso salió de sus piernecitas y me mojó los huevos, así que la saqué antes de correrme yo, y con rapidez la cogí por la cintura para voltearla y colocarla dócilmente a cuatro patas sobre la cama, con la tripita encima de las almohadas.