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En su camioneta y en el estacionamiento

Esto sucedió hace tiempo, nos conocimos en un chat su nombre era Roberto, platicamos un rato y después intercambiamos números de teléfonos, hablamos y nos pusimos de acuerdo para vernos un día.

Yo vivo en el DF, y en ese entonces estudiaba en un importante colegio privado de lindavista, en la zona norte, soy un chavo alto (1.76), delgado, blanco y cabello castaño oscuro, quedamos de vernos exactamente en el cruce de la avenida Montevideo y avenida Politécnico.

Legue a la cita puntual y 5 minutos después se estacionó una camioneta verde, nueva y se asomo, estaba hablando por teléfono, me llamó por mi nombre y me pidió que subiera a la camioneta, al subir lo vi muy bien, era un hombre alto, blanco y con una sonrisa increíble, subí a la camioneta y deje mi mochila debajo del asiento y como iba con el pants escolar puse mi chamarra sobre mis piernas, yo espere a que terminara de hablar por teléfono, cuando termino me dijo:

Hola – extendiéndome la mano

Hola – contesté y sentí un escalofrío en todo mi cuerpo al sentir su mano

Empezó a manejar sin rumbo fijo, me preguntaba acerca de la escuela y observó que era muy tímido así que se rió y me pidió que me relajara.

En un alto me dijo:

Tengo mis manos frías, seguramente es por el aire acondicionado

Volteó hacia mí y me tomo mi mano para que sintiera su frió

Tienes unas manos muy suaves – me dijo

Gracias – fue lo único que pude decir

En ese momento sin dejar de manejar puso su mano en mi pierna, yo hice a un lado la chamarra que me cubría las piernas, pero me dijo que no la quitara, así que pudo meter su mano bajo mi pants y me sobaba la verga sobre el short cada que podía me volteaba a ver y pasaba su lengua sobre sus labios:

Que sientes? – me preguntó

Se siente muy rico

Llevó su mano hasta mi culo y lo apretó, entonces dijo:

En donde te gustaría tener mi verga?

En mi boca – yo le contesté

Y en donde más?

En mi culito

Tu que conoces por aquí dime a donde podemos ir – me dijo esto dirigiéndome una mirada de lujuria

Mmm, podemos ir a un estacionamiento subterráneo de una plaza – le dije tratando de apretar mas su mano

Le dirigí hasta el estacionamiento, el cual tiene dos niveles en el 2do. Es donde casi no hay carros, así que fuimos hasta donde terminaba el estacionamiento y estacionó la camioneta en reversa y la apago.

Eres muy guapo – me dijo

Yo quite la chamarra de mis piernas y él empezó con su mano a recorrer mi cuerpo, me ordeno que me quitara el pants, el short y la trusa blanca que llevaba, yo lo hice, tomó la trusa y la olió después la guardo en su guantera y empezó a tocarme mi verga semierecta, él solamente se abrió el cierre de su pantalón (iba de traje) y saco su verga, yo nunca había visto una verga en vivo, y esta era hermosa grande y ancha y con un color precioso, se me quedó viendo y me dijo

Es toda tuya, haz lo que quieras con ella

Yo con mi inexperiencia pero con lo que había visto en videos me abalance sobre ella y la chupe, despedía un olor a hombre y tenia un sabor exquisito, estuve chupando un buen rato mientras él me guiaba con su mano, de pronto me separó de ese manjar, para lo que mi verga ya estaba súper caliente, así que chupo un par de dedos de su mano izquierda y mientras me mamaba la verga, me metió sus dedos en mi culo virgen, yo me sentía en la gloria, me fascinaba esta así, él gemía y mamaba cada vez con más desesperación hasta que sin avisarle me vine en su boca y se tragó toda mi leche.

Ahora te toca a ti – y me miró y miró su verga totalmente parada.

Yo tratando de copiar a mi maestro me metí ese pedazo de carne en la boca, que con trabajos que cabía, y empecé a mamarsela, puso su mano sobre mi cabeza y me guiaba, empezó a gemir de placer.

así, mmmm, que rico, siiii, mamamela mas, te voy a dar lechita, sii – mientras decía esto cerraba los ojos y pasaba su lengua por sus labios

De repente sentí que su verga se contraía y empezó a soltar chorros de leche, yo no sabia que hacer así que trate de tragármela, pero no pude con toda

Porque no te la comiste toda – preguntó.

Tomó un pedazo de papel para limpiar los restos de leche, pero le detuve la mano y de nuevo con mi boca lo empecé a limpiar, esa leche sabia deliciosa, al terminar de limpiarla, nos dimos un gran beso, que fue maravilloso, le pedí que me dejara en la base de camiones, y cuando iba a bajar de la camioneta, me agarro mi culito, y preguntó:

De quién es este culito?

Tuyo.

Lo apretó y trato de meter uno de sus dedos, nos despedimos, baje de la camioneta y nunca más supe de él.

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