Una espesa nube de niebla artificial nubla mi visión, de pronto todo es oscuro, mis manos se apoyan en las paredes de aquel estrecho lugar, creo pensar que es un pasillo, mis pasos son dudosos, recelosos del abismo, pero continúo andando, a lo lejos se oyen voces, que no logro a reconocer, música, risas, algo que comienza a ser agobiante, y que en otra situación hubiera sido divertido y prometedor.
Al observarla se sintió impresionado por su belleza. Ella se inclinó para recoger agua con las manos y mojarse el cuerpo, Aquel gesto acentuó la redonda plenitud de sus caderas y mostró la pile más pálida del interior del muslo, esta visión provocó en él una oleada de calor y deseo y comenzó a pensar en algo más que en la posibilidad de un baño.
No sólo por su avanzada edad, en que había que pararle el pene a fuerza de besos y mamadas; sino que encima de eso, había que adaptar el cuerpo desnudo a todas las posiciones ridículas que venían en el maldito libro.
Durante años el sexo fue para Leonor algo así como parte de las obligaciones que toda mujer debe tener. Originaria de Oaxaca, como la mayoría de sus coterráneas se había casado muy joven, y junto con su marido llegó a la gran ciudad en busca de nuevos horizontes.
Muchas fueron las veces que fui infiel a mi marido, así todo el divorcio (en lo físico) se produjo cuando descubrimos con Clara que nuestros maridos eran pareja, a igual que nosotras aceptaban envites de mujeres y hombres , ahora haciamos un cuarteto de bisexuales con cierre perfecto.
En los ojos de ese muchacho pude ver su agrado sobre mi figura, me sonreí esa noche cuando me desnude frente al espejo, algo en mí había despertado, mis medidas a los veintisiete años dicen que soy hermosa, 1,70 de altura, morocha, tez morena, senos normales.
Mi diosa había quedado muy satisfecha con la prueba que le había hecho a Paqui; estaba firmemente convencida de adoptarla como pupila y enseñarle todos los secretos de la dominación.
Cuando entraba al baño, dejaba la puerta abierta y en más de una ocasión fue sorprendida espiando a los muchachos cuando iban a hacer sus necesidades fisiológicas.
Llegó la mañana de la partida de Nicolás y tras despedirse de ella y de sus padres partió y regresando Lucía al interior de la casa se topó con Ringo que la miro fijamente pero esta vez ella noto en los ojos del perro intenso y particular brillo.
Una jovencita experimenta emociones de placer en su cuerpo al ver a sus padres desnudos, descubre como estimularse y disfrutar de sus orgasmos; ahora Sandra de 25 años nos relata cómo inició su experiencia
Como cualquier hombre ante su primer sujetador tuvo sus problemas para poder desabrocharlo. Recordaba claramente como se desataba un sujetador por los juegos inocentes que practicaba con su madre en su tierna infancia, pero los nervios le traicionaban.
Él me preguntó que si yo tenía fantasías sexuales y que cuáles eran, no me atreví a contarle y le hice la misma pregunta, y me dijo que tenía varios meses pensando que le gustaría ver como me cogía otro hombre; de momento me quedé atónita porque siempre había sido muy celoso y pensé que sólo me estaba tratando de sacar mis sueños eróticos.
La calle empedrada impedía ver en toda su plenitud el caminar de esa mujer, una vez que alcanzó la vereda, la impresión fue otra, sus senos firmes, una cintura sensual, conformaba junto con esos pantalones ajustados, un deleite a los ojos, al mover sus cabellos lacios negros, dejo a mi vista su rostro
Ese día algo paso en mi cuerpo y en mi mente, diecisiete años, con un cuerpo que frente al espejo y el de otras chicas totalmente desnudo se siente atrayente, (para algunas), es de imaginar que para los hombres debe ser presa a batir, nos terminamos de bañar en el vestuario después de la clase de gimnasia
Era de noche y mis tíos ya dormían, yo me revolvía en las sabanas de la cama imaginándome a mi tía desnuda junto a mí, mi tío marcharía temprano por la mañana y mis primos partirían igual de temprano a estudiar, al amanecer sentí un tibio beso en mi rostro y unas suaves palabras inundaron mis oídos
Ni palabra de la boca de su primo, entusiasmado le acaricio el culo, a lo cual le contesto que guardara todo exceso para el momento requerido, que bastante flojo había estado, antes de irse le enseño algo de lo mucho aprendido con su padrino, tomaba conciencia de que era una puta y de las buenas.
Voy a un colegio privado (uso ese uniforme que tanto calienta; falda azul tableada, camisa blanca como las medias, corbatita y zapatos) y aunque me masturbo casi a diario, todavía soy virgen (no quiero iniciarme yo misma ni con un chico cualquiera).
Lo sentó y arrodillada sobre una almohada, acaricio con sus labios ese falo que fue tomando forma de ariete, mamar como hace mucho no hacía , movilizo sus flujos, recostándolo sobre la cama en cuclillas fue ensartando su vagina
La semana en que mi amante, fundándose en su apreciación de que mi biorritmo estaba bajo y había que excitarlo, me mantuvo sexualmente abstinente mediante un cinturón de castidad me obligó a utilizar la socorrida disculpa de la jaqueca con mi marido.
Cuando me aproximaba a la casa vi las luces encendidas y pensé que mis suegros había llegado de vacaciones por lo que solo pasaría a saludarles, al llegar note que el carro que se encontraba era el de mi cuñada una chica rubia bronceada de 20 años delgada pero con senos grandes y firmes y un culito paradito y respingón.
Mide como 1.85 y tiene buena contextura sus labios carnosos y sus ojos vivaces, con los cabellos cortados a raz y esa sonrisa coqueta, me engolosinaba viendo ese espectáculo de aquel chico trigueño oscuro de unos 23 años.
Cuando cruzo la entrada, se aparta ligeramente y noto como sus manos, vestidas con guantes negros, me acarician por detrás y se detienen en mis nalgas.
Sus pechos se notan a distancia, son bastante generosos y siempre los noto muy firmes y bien posicionados, muy deseables con sus pezones bien definidos, que cuando hace frío deja ver unas puntas muy sexy de verdad.
Era la necesidad de tener algún dinero que fuera mío. ¿Para qué? Pues para comprarme cosas, ropa, libros, perfumes, barras de labios, todo aquello que podía hacer feliz a una chica de apenas veinte años, buena estudiante y a la que también le gustaba salir y arreglarse.
Los siguientes días fueron un tormento para Teresa, se sentía inquieta, nerviosa, más cuando su mirada se cruzaba con la de Beto, entonces su nerviosismo contagiaba su cuerpo.
Las edades en un ser humano marcan hitos en su conducta, su formación sexual a partir de la niñez, llega a la adolescencia donde varios caminos como el celibato, la autosatisfacción hasta llegar a la entrega total en forma liberal, dominación, es para el ser humano el sexo en todas sus formas una decisión que puede ser tomadas en etapas, situaciones, encontrando a los participantes en este juego en escenarios cambiantes con efectos diversos.