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Fui violada por mi propio hijo

Antes que nada déjenme presentarme mi nombre es Lorenza soy una mujer de 40 años de buen cuerpo de 1.59 cms. de estatura, pues trato de cuidarme mucho me case a los 20 años a los 21 años nació un hijo el único, porque mi esposo tuvo problemas y no pudimos tener más hijos.

Una familia muy normal II

Los dos comenzaron a moverse más rápido y yo ya estaba empalmado por la excitación, mi hermana era una chica de 20 años bastante guapa, se parece a mamá aunque estaba un poco rellenita para su edad, pero tenia dos tetas que quitan el hipo y un precioso trasero, además era muy simpática con todo el mundo y yo ya me habia pajeado alguna vez pensando en ella.

Una semana con una diosa

Desde hacía varios meses había estado espiando a mi vecino por las ventanas de mi cuarto, cada que lavaba su coche se le escurrían las gotas de sudor por la frente, sus brazos atléticos me mojaban las bragas sólo de pensar en tenerlo en mi propia cama, siempre salía arreglada con ganas de encontrármelo en cualquier lugar.

Mi primera experiencia

Yo estaba que me salía. Notaba mi polla dentro de la boca de un hombre. Era el máximo deseo, el morbo más grande, el momento más soñado de mi vida sexual. El chupaba y chupaba y yo me moría de gusto y entonces me acordé de cómo me acababa de contar las sensaciones tan maravillosas que vivió cuando tocó y chupó su primera polla.

Encuentro por chat

Debo confesar que recibí de esta mujer, el mejor sexo oral que mi persona haya experimentado jamás, con la experiencia de una profesional, Luciana recorrió con su lengua los más oscuros rincones de mi cuerpo sacando de mí, los placeres más intensos que un hombre puede recibir.

Una familia muy normal I

Al rato apareció mi madre con cara de sorprendida, llevaba puesta una bata y se había duchado. Me pregunto que hacia en casa tan pronto y yo le explique el asunto de mi amigo y que me pasaría el resto del dia en casa. Más tarde apareció el abuelo y dijo que se iba a comer con unos amigos del imserso.

Julia, una chica dominante X

Lo hice grandecito, de unos ocho dedos de largo aunque un poco delgado. La capa de pintura le había quitado grosor. Le quité con una cuchilla las rebabas en las líneas de unión. No me pareció muy bien hecho entonces. Efectivamente, se despegaría si le daba mucha caña, así que lo envolví con esparadrapo, que coloqué estratégicamente. Lo envolví en un preservativo y lo escondí, tirando cualquier otra cosa que me pudiera delatar.

Desvirgamiento anal

Más que desconsolada volví a ducharme maldiciendo la estupidez de haber aceptado todo esto. Dude mucho para decidir si debía vestirme considerando que estos tipos en verdad estaban apurados por terminar lo antes posible y regresar al lado de sus ingenuas esposas.