Me quedé paralizado cuando ví su puerta completamente abierta, ella estaba parada junto a la cama solo con su sostén, ya desabrochado, y un pequeño calzón, la suave luz de su velador estaba encendida por lo que se apreciaba todo su exquisito cuerpo.
Me coloqué detrás de Margaret, de manera que su trasero se incrustaba en mi ingle y comencé a decirle en voz casi imperceptible sugerencias. La agarraba de las caderas y le cogí el pene de marfil para agitarlo entre las piernas cerradas de Ivonne. También le ordenaba a Ivonne, que suponía aún que era yo la que la tocaba y besaba.
Comenzó a bajar por mi cuerpo, besando mis tetas y mis pezones, mientras sus manos no se separaban de mis tetas y mis pezones, me besó las costillas, el ombligo, la ingle, y al final, sus labios me mordieron el clítoris y estiraron de él como queriéndolo arrancar.
Había pasado quizás un cuarto de hora. Le tocaba fregar la salita. Debía estar por allí. La sentía por allí. En el frutero había un plátano de Canarias y otro, un largo plátano verde y amarillo, de esos de Costa Rica. A mí personalmente me gustan más los de Canarias, pero para lo que lo quería, prefería el caribeño.
Le dije que esperaba que eso la satisficiera y me susurro al oído que no le satisfacía, que quería más pero sabía que no lo podía en ese momento, eso me dejó muy excitado. Durante la noche no pude más que recordar esa hermosa vagina totalmente húmeda, al hacer el amor con mi mujer pensaba que era ella, la sobrina, y me excitaba más aún.
Como saben en esta ciudad, viajar en el metro en las horas llamadas pico (es decir cuando todo mundo entra a trabajar o a la escuela) es un verdadero acto de heroísmo, se viaja apretado, te sacan del tren o simplemente no te dejan subir.
Hay Andrea, disculpa pero es que me estoy haciendo pipi, ella abrió la puerta y me dijo no te preocupes, pude ver su cuerpo mojadito y yo me puse a mil, me baje los shorts y me dispuse a hacer pipi cuando estaba en eso salio Andrea del baño, entonces aproveche la situación y me metí un dedo en el chocho
El olor a café me hizo suponer que el castigo había terminado o que se trataba de un descanso, pero no, era lo primero, fui desatada, entre las dos me sentaron en una silla, me ataron las manos al respaldo y las piernas muy abiertas a las patas.
Por fin se corrió inundando mi boca de abundante semen, espeso, caliente, sabroso, que bañaba mis carrillos y mi paladar para bajar finalmente por mi garganta, aunque algo escapaba por mis labios yendo a parar a su pubis, que luego lamí con fruición rescatando esas gotitas de su vital filudo.
Este año estoy cursando tercero y para mi desgracia es bastante difícil, así que cuando Lourdes, la profesora de Derecho del Trabajo nos encargó el trabajo sobre las ETT'S no dude en subir a su despacho, para que me orientara.
Después de 10 minutos el saco su verga de mi rajita y se sentó junto a mi, yo me quede como desmayada en el piso de la sala y de lado, desnuda y escurriendo semen de mi panocha y me incline un poco y vi mi panochita de un tamaño casi de una pelota de béisbol y hasta metí una mano solo 4 dedos dentro de ella.
Le sonreí, por suerte no me había lavado de la primera vez, todavía tenia lubricada la vagina, el muy bestia, con su falo erecto, se largo sin ningún tipo de calentamiento y empezó a empujar , acabando en forma tan rápida, que verdaderamente, no puedo decir , si bien o mal, directamente paso.
Parada detrás suyo, observaba sus brazos fibrosos y morenos por el sol veraniego y su arqueada columna que terminaba en unas provocativas nalgas, me detuve en su culito tratando de imaginármelo sin ropa, lo cual me causó gracia pues no soy de las personas que dan rienda suelta a su imaginación.
Juan puso sus dos manos sobre las caderas, sobre la parte alta de las nalgas de la tita y comenzó de nuevo a moverse. Me quedé callado, sobrecogido. Tuve miedo. Lo digo sinceramente. Fueron unos minutos que se me hicieron horas.
Durante la comida se sentó al lado mio y yo quede en el medio entre mi señora y mi cuñadita, esta me rozó como al pasar una de las piernas y la situación me puso al mango, podía observar las piernas bronceadas y me imaginaba esa peluda conchita empapando sus bombachas como en nuestro primer encuentro.
Yo quite mi mano de allí y comencé a bajarle el vestido y la fui desnudando hasta poder ver sus tetas que me volvían loco, cuando lo hice comencé a pasar mi lengua desde su base hasta llegar a su pezón y cuando tocaba este notaba como se retorcía estaba realmente muy caliente y a mí me estaba poniendo igual, estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacia entre mi mano entre sus piernas acariciando su coño
Me sentí gozada y más que satisfecha, no paso más que minutos que de la contemplación y caricias pasamos al 69 su lengua me entraba apoyando en el clítoris y yo succionaba con mis labios ese hermoso y deseado miembro , hasta que acabe y acabo, nunca había hecho eso, pero todo era natural y me llamaba la atención mis ganas
Dejé de observarla y me concentré en su vagina que ya se encontraba anegada con sus líquidos y mi saliva, continué pasando mi lengua por sus labios y luego por su interior hasta dirigirme directamente a su clítoris.
Mirándolo fija y coquetamente mientras sorbía un poco del trago que sostenía entre mis manos, crucé muy despacio mis piernas dejándolas algo levantadas y estiradas elegantemente una encima de otra en forma diagonal…
Mi novio entre sorprendido y excitado se acomodo en el sillón y comenzo a disfrutar de semejante placer, con una mano acariciaba mi cabeza y con la otra me quitaba la tanguita para poder llegar bien adentro de mi concha desesperada se sexo.
Él apoyaba una de sus manos en el escote de ella, presionando suavemente sobre uno de sus senos, movía sus dedos pausadamente donde seguramente estaba el pezón de ella, él conocía perfectamente su anatomía y donde debía poner las yemas de sus dedos.
El me respondió que hace unos meses conoció al viejo, y este le había contado que no era capaz de satisfacer a su mujer, pero cuando él le había propuesto a ella que estuviera con otros hombres se había negado.
Después de una semana, éramos inseparables y un jueves, el día que aquí se sale por la noche, fuimos a dar una vuelta. Entre risas y cervezas fue pasando la noche; fuimos a la discoteca de moda y ella me dijo que iba al baño, que no aguantaba sin ir.
Pensé en cómo vería aquel lugar al día siguiente y me entró una risa nerviosa, incontenible, que me hacía golpear el fondo de aquel coñito excepcional que no quería dejarme.
Para entonces empecé a sentir una gran cantidad de flujo sexual que salía de su cuerpo, llenando mi cara del producto de su excitación. Bebí con deleite los jugos de su cuerpo mientras percibía el afrodisíaco olor de su vagina.
Nos colocamos de espaldas al hombre que para entonces se había incorporado y con la mano demostrando su flexibilidad se tocaba la punta de los pies, eso si sin dejar de mirar, en este caso el culo de Eva. Levantamos y doblamos la pierna, después para tensar la molla, tiramos la pierna hacia atrás mientras tensábamos la otra.
Empezaba a estar caliente y para evitar que mi hermano viera algo puse la chaqueta encima de mis piernas. Quique, al ver lo que hacia ya no tuvo ningún tipo de reparo, su mano llega directamente a mi mojado clítoris. Aparto un poco mis bragas y sus dedos comenzaron a juguetear con mi labios vaginales, en aquel juego me corrí un par de veces.
Yo me quede observando lo que ocurría alrededor y me preguntaba cuantas veces alguien habría hecho algo parecido. Me empecé a preocupar un poco al notar que "G" tardaba más de lo normal, ya habían transcurrido algo así como 15 minutos cuando le vi venir con una sonrisa de oreja a oreja.
Quería volver a probarla y en una de esas preciosas calas la deje bajar e instalarse sola. Fue cuestión de segundos para que se le pegaran varios mirones eso si ella hacía ya afán de mucha experiencia y los calentaba de mala manera, agachándose mostrando bien su culo, untando la crema bronceadora , pero no pasó de eso.
Me entusiasmo un tanto la idea pero me dio un no sé qué, ya que él y yo estábamos solos en el cuarto y Teresa, dormía sola en su cuarto.me pregunto si ya yo habia vistos películas subidas de tono, le pregunté qué era eso y me aclaró que si había visto pornografia videos triple xxx