Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

En el coco bongo

Yo me quede observando lo que ocurría alrededor y me preguntaba cuantas veces alguien habría hecho algo parecido. Me empecé a preocupar un poco al notar que "G" tardaba más de lo normal, ya habían transcurrido algo así como 15 minutos cuando le vi venir con una sonrisa de oreja a oreja.

Aunque parezca extraño

Yo no sabia que hacer, por una parte mi mente decía que estaba haciendo una mamada cuando en realidad era a mi quien me la deberían hacer, y por otra parte no podía dejar de sentir el gozo de una pija en mi boca, grande y con muchos nervios; yo creo que ella se dio cuenta de que me tenía a su merced, porque la sacó de mi boca y la acerco a mi pene, el de verdad, que por cierto manaba muchos jugos.