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Marina y Catherine

Así que me afané en chuparle la cuquita como todo un experto, le pasaba la lengua a lo largo de la rajita y al llegar al clítoris lo presionaba entre mis labios haciendo con esto que ella se retorciera mas y mas, cuando tenia como ½ hora en eso cuando ella grita convulsionando y llorando... había tenido su primer orgasmo...

Doloroso y placentero

Ambos nos lavamos la cara, nos preparamos para ir a nuestro trabajo... antes llegamos a la cafetería, tomamos un desayuno continental y enfilamos al área de desempeño. El día transcurrió sin comentarios personales, entregados al trabajo que llevábamos por hacer.

Mi primer trío

El bikini de Silvia, la menor, dejaba traslucir unos pezoncitos duros, mientras que lo más extraordinario de la figura de Raquel eran los generosos senos y una cintura envidiable. Yo también les mandé mi foto, tengo buen cuerpo, delgado pero con busto grande y cintura.

Mi carita de ángel

Notaba como no cesaba de mirarme, como me estudiaba tanto como a los papeles que tenía delante.... cada vez su mirada era mas penetrante, ya no sabía qué hacer, dónde esconderme, fue entonces cuando pensé en que tenía que acercarme a su mesa... lo hice, me levanté y lentamente me dirigí donde ella estaba, me senté a su lado, se acercó a mi y me dijo algo al oído...

Un domingo yirando por la ciudad

Después de un buen rato, en el que se iban turnando para penetrarme una vez cada uno, no aguante más y explote. Acabe como nunca antes lo había echo, en ese momento, los dos se pusieron frente a mi y pajeándose, acabaron en mi boca. Que delicia, el sabor de la leche de Javier y de Marcelo, me excitaba aún más y seguía corriéndome de una manera asombrosa.

Al aire libre

Eran más grandes y gordos de lo que parecía, pero sus pezones eran muy pequeños y marrones. Pesadas y algo caídas, pero no demasiado. Tan apetecibles que me metí su teta izquierda en la boca y luego la derecha, ensalivándola y casi mordiéndosela.

Entre primos

Con mi lengua recorría desde la base hasta el glande toda la extensión de su mástil. Lo besaba, lo lamía. Él me tomó de la cabeza y me ensartó la pija en la boca. Pude sentir mi nariz chocar contra los bellos de mi primo. Suavemente metía y sacaba su pija de mi boca, mientras me miraba lujurioso desde arriba.

Una noche fuera de lo común en pareja

Mientras, me veías al chuparme los senos tan rico como lo haces, me inclino para besar tu cuello, y ese pequeño sitio debajo de tu oído, se como te pones cuando lo hago. Por encima de la ropa paso mi mano por tu pecho, tu espalda, tu abdomen hasta llegar a tu polla, tu rico pene que ya no cabía dentro de tu pantalón.

La hija de mi jefe

Me dijo que me sentara en su mesa, se colocó entre mis piernas y continuo con su mamada recorriendo mi verga con su lengua y con una cara de estar muy caliente, subió un poco y lamio con su lengua mi vientre a la vez que apretaba mi polla entre sus tetas moviéndose arriba y abajo haciéndome una cubana de la cual cada vez que me acuerdo se me ponen los vellos de punta.

Semana sexual I

Abrí casi sin poder creer lo que descubrí: era dulce, quien con una sonrisa me dijo, espero no molestarte, claro que no, le dije yo, sólo vengo por mi bolso, lo dejé en tu cocina, ojalá que aún esté ahí, le dije sonriendo, y ella me respondió con una sonrisa, que si bien no fue del todo espontánea, sí podría calificar sin problema alguno de hermosa.

Luna III: Un viaje más que relajante

Baje mi cabeza a la altura de su entrepierna para empezar a chupar sus huevos, cosa que él disfrutaba mucho. Esos testículos me volvían loca, los engullía hasta mas no poder, los metía en mi boca y saboreaba su gusto. Con mis dedos le rozaba su glande y de tanto en tanto bajaba su prepucio y lo volvía a subir.

Lo que pretendía ser una ducha

Me acerque a su carita empecé a besarla lentamente pasando mi lengua por sus labios, juntando mis labios a los suyos ella dejo entreabrir su boca dejando entrar mi lengua húmeda que comenzó a buscar la de ella, jugando, como peleándose las dos, nuestras salivas se mezclaban y yo comencé a sentir que mis braguitas se mojaban que rico mi amor.