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A la señora Betty una dama mayor desconocida

A la señora Betty una dama mayor desconocida

Esta historia es totalmente verídica.

Estaba en mi oficina, era tarde y decidí navegar por Internet, cuando en una pagina de avisos mujer busca hombre, sobresalió ese anuncio que decía , soy una mujer mayor, separada y con dos hijos, la monotonía me esta matando, y las noches de soledad hacen de mi cuerpo, blanco de mis fantasías.

Claro que mi profunda atracción por las mujeres maduras hicieron en no dudar de mandarle un mail, pero claro esta que de 1º que envías , si tienes suerte solo te responde 1.

Mi sorpresa fue que a los pocos días recibí su contestación diciendo que eso lo había puesto una de esas noches de confusión pero que no tenia interés y que respondía a mi mail por respecto.

Lo conteste diciendo que de todos modos no funcionaria, puesto que mi edad, 36 años, eran algo así como 16 menos que el de ella.

Bueno mail va , mail viene quedamos en encontraron a almorzar en un paquete restaurante de la ciudad.

La vi llegar en su auto gris, algo me sacudía por dentro , era mi primera cita y no sabia con lo que me encontraría, y allí estaba ella, alta mas bien grande de cuerpo, muy elegante, con unos pechos enormes y un culo que no se quedaba atrás, una mujer que aparentaba su edad , se acerco y me dijo con una suave voz hola!!! Vos sos Yonny disculpa estoy algo nerviosa por estar aquí, y sobre todo por que no se como empezar a tratarte, luego de presentarnos y ya sentados en la mesa, la conversación entro mas confiable, se despacho casi todo el tiempo en contarme de su separación, sus hijos, etc que yo oía atentamente pero sin dejar de mirar cada vez que podía en sus dos enormes tetas que posaban sobre la mesa y volver mi mirada a ese culo enfundado en un pantalón negro cuando se dirigió al baño, irremediablemente bajo la mesa mi verga respondía con ansiedad.

En todo momento mostré cordialidad, típico de mi, hasta cuando debía darle un corte a la cita, pues eran mas de las tres y debía regresar a mi oficina, puesto que varios libros me esperaban, pero no tuve mejor idea que decir si le gustaría ver mi lugar de trabajo, y ahí fuimos , su auto seguía el mío, estacionamos y nos dirigimos a mi oficina, café de por medio me confeso que a pesar de la edad se sentía muy bien con mi compañía, cuando al quedar mirando un gran mapa de la ciudad pegado a la pared me pidió poder ubicar un lugar, pero claro el mapa tiene mas de 2 mts de alto y necesito una silla el cual yo arrime, al acercarme pude oler un perfume casi irresistible y excitante, la ayude a subirse a la silla lo cual yo aproveche para cerrar la puerta con llave, me acerque por detrás la tome de la cintura con excusa de cuidar que no se cayera y gozar con la mirada de ese culo que quedaba a la altura de mi cara, mis manos bajaron de sus cadera y se posaron suavemente en sus nalgas , acariciando cada vez mas cerca se entrepiernas, todo quedo en silencio ya no había mas preguntas, la dama de alta sociedad, dejaba su enorme culo a mis manos y mi boca, muy despacio, casi como si se tratara algo de cristal, desabroche su pantalón , que ligeramente fue a parar por debajo de sus rodillas.

Comencé a besar sus nalgas hasta llevar mi lengua a su mismísimo culo, sus gemidos fueron mas frecuentes, como mis propios besos, descubrí los labios de su concha de una manera alocada, besaba y chupaba de una forma embriagadora, sus zapatos y pantalón quedaron a un costado, la baje de su silla, la incline sobre el escritorio, nada me costo agacharme y seguir disfrutando de ese manjar, con mis dedos abría su monte y mi lengua llegaba hasta sus adentro.

Sentía como con cada envestida de mi lengua su cuerpo entraba en temblor, mas me pedía, mas le daba, un gran orgasmo llego en mi cara, sus jugos desparramado por todo mi ser, uno de mis dedos se había colocado en su culo que sin poner resistencia dejaba que ingrese y salga con un juego encantador, quería, me pedía, me suplicaba que quería ser penetrada, se dio vuelta rápidamente y llevo sus manos a mi bulto, se dejo caer de rodillas y se encontró con una hermosa verga de 20 cm junto a su cara, pude ver sus enormes labios hacerse cargo del asunto , casi desesperadamente con sus dos manos empujaba desde mis nalgas para que mi verga entrara hasta su garganta esperando que depositara toda mi leche en su boca, pero ese no era mi plan, la recosté nuevamente sobre el escritorio, abrí sus piernas que se mostraron como una invitación a mi verga ya muy dura, pero un grito de nooo!!!!! quebró el ambiente cuando esta vez yo de rodillas sumergía mi lengua en su concha caliente, quiero que me cojas, quiero que me cojas, me rogaba y yo seguía con lo mío, ya entregada a mi merced, paso sus dos piernas por arriba de mis hombros y con sus manos introducía mas mi cabeza en su concha, la mire desde abajo y hice saber que solo tendía mi verga si era capaz de darme dos orgasmos en mi boca, un gusto, un olor tan fantástico y embriagante como su perfume, si mi señor, dijo y no le costo mucho, mas de un orgasmos llegaron sin la necesidad de una penetración, bañado en sus jugos me senté cansado, con mi verga muy erecta, recostada a mi escritorio, no dejo de mirarme, hizo los pocos pasos hacia mi, abrió sus piernas, cruzo una por encima de mi cuerpo y se introdujo muy suavemente mi verga, se quedo quieta mordiéndose los labios, frente a mi quedaron sus tetas que no había tocado hasta el momento, con movimientos sensuales desprendí su camisa, unas enormes aureolas y grandes pezones recibieron mi boca, empecé a saborear, morder y chapar que hicieron que sus movimientos fueran mas frecuentes, mis manos agarraban con fuerza ese par de tetas y nuestras bocas se unieron en un fuerte beso, su lengua llegaba a mi garganta y sentía como su cuerpo caía pesadamente sobre el mío al filo u orgasmo increíble, mi leche llego en abundancia quedando desparramada entre mis piernas, así nos quedamos unos minutos, sin decir palabra, pensando, tal vez en nada, tal vez en lo que estábamos viviendo , dos personas que a la mañana no se habían visto nunca.

Se levanto suavemente, se quedo parada de espalda frente a mi, como buscando aprobación para vestirse, se agacho muy despacio a levantar su pantalón , mostrándome su generoso culo, mi verga que no había cedido me enseñaba el camino, como iba a dejar ir una mujer que todavía quería mas, la tome de la cintura, bese su cuello, su espalda, mi mano izquierda jugaba inquieta en sus pechos, mi mano derecha preparaba su culo.

A un costado del escritorio estaba un pote de yogur a medio terminar de lo que fue mi desayuno, no dude un instante, derrame todo lo que tenia sobre su culo, el contacto con su piel fue excitante, su corazón latía de un forma ruda, mi verga recibió su buena parte de yogur, se inclino sobre el escritorio, tiro su cuerpo en el, apoye mi verga en su culo y con algo de sutileza entro hasta el cabo, no duro mucho, pues ese hermoso culo fue acreedor de otro poco de yogur y mi leche, apreté tan fuerte mi testículos que hasta la ultima gota salió, lentamente me retire, se dio vuelta y nos volvimos a besar, nos lavamos, nos vestimos, un café y siguió la conversación, ese fue hasta ahora mi único contacto carnal con esta señora, pero es una gran amiga, esta comenzando a reconstruir su vida con una persona de su edad, y el cual quiero que le valla bien,

Sabemos hablar por teléfono, nos reímos, a veces tomamos un café, como ves, 1 de cada 1000 se cumple, ojala sean todas de esta manera,

Los libros que tenia esperándome ese día , no pudieron ser, cuando se fue eran las nueve.

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