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Pierdo la virginidad con mi empleada madura y caliente

Pierdo la virginidad con mi empleada madura y caliente

Les contaré que soy de Chile, tengo 24 años y me encanta leer estos relatos, lo que me ha llevado a grandes momentos de placer, por lo que he decidido hacer mi contribución a esta página.

Yo tenia 15 años y estaba en la flor de mi sexualidad, pero se limitaba a ver películas porno y una que otra revista.

Fue en ese tiempo donde la señora que nos cuidaba desde niño y se encargaba de las cosas de la casa, enfermó y tubo que dejar de trabajar.

Estuvimos mucho tiempo sin que mi madre no contratara a nadie.

Sin embargo mi madre volvió a trabajar y se vió en la obligación de contratar una empleada puertas adentro.

Se contrató a la señora Sonia, una mujer de unos 48 años, solterona, morena y con unos kilitos de mas, pero con un culo y una tetas increíbles.

Fue una noche en que yo ya estaba acostado con la luz apagada.

El calor era insoportable a si que me levanté y abrí la ventana de mi pieza.

Gran sorpresa me lleve al ver que en el cuarto que estaba detrás de la casa, donde dormía esta señora, también se encontraba la ventana abierta y como una cortina tipo visillo, con la cual con la luz prendida en el interior se podía ver perfectamente.

La señora Sonia se estaba desvistiendo. Al verla cerré un poco la cortina y me lleve el mejor espectáculo de mi vida.

Primero se saca su falda y luego su blusa. Unas tetas descomunales parecían escaparse de su sostén.

Su tremendo culo estaba dentro de unos calzones grandes pero que le quedaban bastante apretados, me excitaron de sobre manera.

Se saca sus sostenes y sus tetas quedaron completamente a mi disposición. Toma su camisa de dormir, se la coloca, se acuesta y apaga la luz.

De más esta decirles que esa noche me masturbe como 3 veces recordando a la primera mujer que veía desnuda.

Desde esa noche y durante un mes me acostaba temprano y todas las noches me pegaba el mejo “cuarteo” (como se dice en Chile) con esta señora.

Como les conté pasó mas de un mes, y cada vez que podía me deleitaba viendo su culo a través de su apretado y casi transparente delantal, corriendo al baño para saciar mi éxtasis.

Una noche como todas en que yo me encontraba mirándola mientras se desvestía, estornudé y ella se acercó a mirar por la ventana.

Yo rápidamente corrí la cortina, pero me parece que se dio cuenta que yo la estaba observando.

Una tarde en que ella lavaba los platos, pase por la cocina ( que es bastante angosta), y como siempre trataba de rozar mi paquete con ese culo.

No se si fue idea mía pero empecé a notar que ella echaba el culo mas para atrás cada vez que yo pasaba.

En uno de esos roces, ella se dio vuelta y me miró, yo me hice el leso, como si había sido de pura casualidad.

Una tarde en que como siempre me encontraba solo con ella, entré por la puerta de la cocina, pasando por el comedor, donde ella se encontraba sentada fumando un cigarro.

Le pregunté por mi traje de baño.

Me dijo que estaba en la pieza de mi mamá.

Al caminar hacia el dormitorio de mi mamá, observe a través del espejo comedor, como me miraba por detrás, sin que se diera cuenta que yo la miraba por el espejo, me hizo un gesto como relamiéndose los labios.

¡Ella también estaba excitada!. Volví a pasar , pero esta vez mi paquete se notaba a través de mis short, y nuevamente hizo el mismo gesto pero esta vez se toco entre sus piernas.

Pasaron un par de días y notaba como me miraba y hablaba distinto conmigo.

Una tarde que estaba acostado viendo una película, ella entra a mi pieza y empieza hacer aseo.

Yo miraba como se translucía su calzón a través del delantal. Ella se acerca a la cabecera de mi cama y detrás de esta encuentra unos papeles con los cuales yo limpiaba mi semen y que dejaba detrás de mi cama.

Los recoge y yo me pongo rojo.

Me dice ¿Y tantos papeles que están aquí atrás?, – Yo haciéndome el gueón, le digo que no se de que son.

– Parecen estar manchados con algo- se rie – Yo estaba completamente avergonzado – y me dice,

– No se preocupe, yo se que son estos papeles, no ve que yo he tenido 3 hijos y se que tienen que saciar su energía acumulada de esta manera- Yo ni me atrevía a mirarla.

–Yo no decía nada- La otra noche lo vi cuando me miraba mientras me desvestía, o no?……Yo lo negué, pero ella se rio, no me venga con que no, pero no se preocupe, no le voy a decir a nadie….- Gracias

– ¿Pero dígame una cosa, le gusto lo que vió?, a mi no me molesta, al contrario, me alaga…..si – le dije- me gustó. Le gustan?- Si -le dije,

– ¿No había visto unas como estas antes? – No , jamas-…….y?…..no ……., no mejor que no,….Que?…..no es muy chico – ……..No dígame……..le gustaría verlas mas de cerca?…….Si…….. Ella se desabrocha el delantal y me muestra un tremendo par de tetas, mírelas , le gustan………me quedo con la boca abierta, no lo podía creer, una mujer en mi pieza, mostrándome las tetas. ….

– Tóquemelas- Sin pensarlo dos veces empiezo a tocarlas suavemente, ella me apreta las manos y me obliga a apretarlas mas fuerte…….Ahora chúpemelas………..desesperadamente me senté en la cama a chuparle las tetas a la señora Sonia.

Ella se las apretaba y me las restregaba en la cara, me pidió que me acostara y me bajo los short y se metió mi pene hasta las bolas.

Yo no aguante ni un minuto y le dije que iba a acabar, para que lo sacara de su boca, pero ella aumentó su mamada y no tuve mas remedio que llenarle la boca de semen.

Me siguió chupando y a mi no se me bajaba, se acostó a mi lado boca abajo y se subió el delantal.

Un tremendo poto estaba completamente a mi disposición, le saqué los calzones.

Yo se lo tocaba, apretaba, recorriendo todo bajaba hasta tocarle los pelos de su chorito.

Con mis dedos empecé a metérselos en su chorito mientras con mi mano me masturbaba.

Quiero que lo metas, me monto sobre ella y con su mano me lo agarra, y lo mete en su conchita.

No lo podía creer estaba culiando, y con un poto increíble.

Nuevamente y rápidamente volví a acabar en su conchita. Me quede encima de ella agarrándole las tetas.

Ella llevo sus manos a su zorra y empezó a pajearse, conmigo encima tocándoles las tetas.

También acabo.

A la tarde siguiente apenas se fue mi mamá, me fui a mi pieza y al poco rato llega ella.

Se desabrocha el delantal y empiezo a chuparle las tetas con mi mano en su culo. Se sube el delantal , se saca los calzones y me agarra la mano y se la mete en su concha.

Luego se acuesta boca arriba, abre sus piernas y le empiezo a culiar.

Me pide que le meta un dedo en el culo, se lo hago y empieza acabar al mismo tiempo que yo.

Me acuesto a su lado, su mano me empieza a masturbar y yo hago lo mismo con ella.

La otra tarde, lo mismo, con la diferencia que nos desnudamos completamente, me hace acostarme, ella se sube arriba mío, pero con su cara en mi verga, dejándome toda su concha en mi cara, la empiezo a tocar y a meterle un par de dedos mientras ella me chupa muy suave.

Su manos en sus nalgas las abre y meto un dedo por su culo, su olor no me desagrada, empiezo a chuparle su concha igual como había visto en las películas, empiezo a acabar en su boca, siento como de su choro empiezan a salir chorros que me llenan la boca de un sabor un poco amargo, termino con toda mi cara mojada.

De ahí en adelante cada vez que yo quería, me acercaba a ella y le pedía que me corriera una paja o que me la chupara hasta acabar en su boca, o que se diera vuelta y me dejara metérsela.

Cuando lavaba la loza, yo podía estar largo rato metiéndole mano debajo de su delantal, metiéndole los dedos por donde se me ocurriera.

Lamentablemente no duro en mi casa mas que un par de meses, pero desde esa vez que encontró los papeles con semen detrás de mi cama, no paso ningún día en que no me la chupara o me corriera una paja.

¿Qué te ha parecido el relato?