Gema, se había recostado en la mesita del teléfono y mientras Curro con la verga bien embadurnada se le metía poco a poco por el culo, ella soltando pequeños gritos, se frotaba el clítoris y tenia dos dedos metidos en su vagina.
Era un sábado como cualquier otro, caluroso y solitario, mi novio estaba fuera de la ciudad y ya tenia 15 días fuera, me metí a bañar para quitarme la calentura, aproveche para rasurarme la vagina, estaba tersa y suave, la tengo larga y profunda, con labios vaginales cortos, en fin a los hombres generalmente les encanta.
En vista de esto lo único que yo quería era introducir mi pene en su santuario y ella lo entendió, se acostó en la cama y abrió sus piernas ofreciéndome todo su sexo, el cual me tenia enloquecido por poseerlo y eso fue lo que hice.
Y durante toda la duración de mi orgasmo, mientras la tenía atrapada fuertemente por la cintura, sus caderas llevaron a cabo una danza deliciosa, en círculos, haciendo ochos, adelante y atrás finalizando con el apretar de sus nalgas en los últimos espasmos de mi eyaculación, como queriendo, atrapar, exprimir mi verga exhausta.
Con una mano me corrió el prepucio asía atrás y se lo metió a su boca mientras con sus manos seguía masturbándome. Me lo chupo tan fuerte que en minutos mi verga esta dura. Me subí completamente sobre su boca y empecé un mete saca en su boca. Ella se la tragaba hasta mis bolas.
Una jovencita se presenta en casa del protagonista para recibir clases de matemáticas... se asusta con el perro y esto deja al dueño demasiado caliente.
Mientras tanto, yo di cuenta por tercera vez de su coñito, incluso esta vez, justo cuando me llegó el orgasmo y me empecé a correr, le di un ligero mordisquito a su clítoris mientras uno de mis dedos índice jugueteó con la entrada a su culito. Eso, terminó de provocarle su orgasmo, aunque siguió lamiendo mi polla hasta que me la dejó limpia de semen.
A la mañana, me despertó con un beso en mi pija, fui al baño (el ya había ido), esta vez el 69 fue perfecto, ambos no gozamos mutuamente y tragamos todo, hasta despegarnos, dejando en claro que no seria la última vez.
Su novia Elena esta deseando hacer un intercambio de parejas en un local swinger, aquí le explica detalladamente como desea que sea este intercambio sexual.
Así nos quedamos un ratito pero viendo como Marcos se echó encima de Elena y empezo a follarla besándola como un loco y tocándole las tetas a un metro escaso de mi, yo hice lo mismo con mi mujer y me coloque encima abriéndole de piernas y metiendole toda la polla en su coño.
Ambos prepararon el baño era un jacuzzi para cuatro, después de enjuagarnos y acariciarnos mutuamente, fuimos al dormitorio , era una cama enorme como las camas matrimoniales en los hoteles norteamericanos, primeramente hicimos el 69 con Carlos, ambos Alberto y Marcos nos penetraron
Acarició mis mejillas y mirándome me besó, tan profunda e intensamente que no pude reaccionar a tal cantidad de sensaciones, durante un momento perdí la conciencia de mi existencia, pero al momento comprendí que tenia que reaccionar, extendí los brazos, aprisioné su culíto, duro y carnoso, ella rozaba intencionadamente sus grandes pezones
Cuando las comencé a chupar y a mordisquear sus ya duros pezones, mi compañero se estaba quitando el pantalón, en ese momento interrumpí mi labor, como queriéndolo detener y evitar que la penetrara, pero mi excitación era más que mi conciencia.
Mis dedos buscaron la cavidad rosácea que emergía llamativa entre sus inflamados labios para introducirse en ella iniciando un vibrante mete y saca que provocaban quejidos de placer en la ardiente mujer tan desatendida por su marido.
Por su parte los sonoros y continuos gemidos que Camila emitía le indicaban a Sandra que estaba haciendo muy bien su trabajo y la excitación en que ella estaba sumida sin remedio denotaba que su amiga estaba haciéndolo a la perfección.
Con el mando a distancia que la acompaña el usuario puede programar fácilmente su lenguaje, orientación sexual, rasgos de comportamiento, sumisión y ciertas medidas corporales, como tamaño de los pechos, grosor de los labios, presencia o no de tacones, posición de los pómulos, etc.
Ahí la bruja intento matarme ella misma, pero de un golpe de mi espada le a través, su sangre se mezclo con la de sus sacrificados, pero no murió. Pues una cosa que no pude ver la tomo y se la llevo.
Me pidió por favor que guardara sus fotos en mi habitación, por que su madre tenía una sospecha y cuando Natalia no estaba en la casa la madre le revisaba la habitación en busca de las fotos.
Me reí y le dije que no había problema que me mostrara, se empezó a quitar el vestido quedando solo en un sostén blanco semi trasparente que dejaba ver dos pezones puntiagudos, se acompañaba de una pataleta blanca igual semitransparente que dejaba ver unos mechones de vello.
Yo fui, en parte, la responsable de esa sabrosa venida, y es un honor verlo jadear rápidamente, verlo asearse, esta vez, con su lengua, lamiéndose su rojo pene por largo rato.
Pasaron así unos dos minutos, no decíamos palabra, la quité el sostén y la dejé sólo con las braguitas, la giré hacia mí y me abrazó, empezó a besarme en la boca, dulcemente, estábamos acariciándonos, me parecía mentira que eso volviera a estar pasando con mi hermanita, con mi Peque, empecé a bajar mi boca hacia su cuello, sus pechos, la besé por todas partes, la besé los pezones, se los lamía apasionadamente
Y empezó la escena: el tío empezó a despelotarla por los vaqueros y la descalzo y allí mismo empezó a chuparle los dedos de los pies mientras ella empezó riendo y poco a poco veía como le daba placer, yo en mi vida había visto eso.
Estire mi brazo y con habilidad busque en su interior el sobre que ahora parecía quemar en mi mente y en mi mano y que por vez primera iba a enfrentar allí en el interior de mi intimidad.
Empezó a masturbarme, yo sentía delicioso, de pronto, salió un chorro de espeso líquido blanco, de olor muy fuerte, como a cloro y me asusté, pero él, acercó su boca y tomó las gotas que quedaban, luego chupó lamiendo delicadamente lo que había sobre mi pecho y barbilla....
Metí como pude la mano por debajo de su estómago para alcanzar su clítoris y más acompasados seguimos con los nuestros hasta que por fin me corrí de nuevo.
Con la misma precipitación introduje mi pene en aquella chorreante cavidad y solo necesite unas breves sacudidas para conseguir alcanzar mi propio clímax y eyaculé profusamente terminando de inundar las entrañas de Elena antes de caer derrumbado sobre ella.
Pero eso no era todo, después de lamerles sus vergas y huevos y dejarlos limpios, me afirmaron todos y abrieron mis piernas, de nuevo comenzaron a escupirme el ano y uno de ellos abrió nuevamente la puerta del patio.