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Paseo por la playa

Paseo por la playa

Esto que voy a contar me paso hace varios meses.

Mi novio fue a buscarme al colegio (yo lo había llamado para decirle que estaba recaliente y que necesitaba una buena cogida) y me dijo lo que planeaba hacer.

El también estaba caliente, me dijo, mientras me besaba el cuello, y quería metérmelo ya.

No podía aguantar ir a un motel.

Mientras arrancaba el carro, lo toque y me di cuenta que lo tenia como un palo. Me excité de solo saberlo. Le dije que se apurara y se parara donde sea que ya tenia ganas.

En menos de 10 minutos llegamos a un lugar solitario cerca de la playa. Nos bajamos del carro y sacó una manta y la abrió sobre la arena detrás de unas rocas.

Se sentó en ella y me dijo “Quiero que bailes para mí. Si quieres que te la meta como te gusta, vas a tener que bailarme para que me excites más.

Ábreme el pantalón y sácamela.” Me acerqué a él y le abrí el pantalón. Tome su verga en mis manos y la saqué del pantalón.

Estaba dura. Me la iba a meter en la boca y él me agarró por el cabello y me dijo “Todavía no, baila quiero ver que tan bien lo haces”.

Me paré y comencé a moverme. Puse mis manos alrededor de mi cuello y me bajé el zipper de mi vestido. Moví mis caderas de un lado a otro. El vestido se deslizó hasta el suelo.

Me quedé solo con la ropa interior diminuta que me cubría. Seguí moviéndome enfrente de él. Inclinándome para que viera mis tetas y moviendo mis caderas frente a su cara.

Comencé a sacarme el brasiel. Me bajé un tirante y lo dejé caer. Me saqué un seno. Metí uno de mis dedos en la boca y lo mojé con saliva. Mirándolo directamente a los ojos me pasé el dedo por el pezón.

Me agarré las dos tetas y me las apreté con ambas manos frotándolas con la tela del brasiel hasta que mis pezones se pusieron duros. El me miraba y me decía “Oh siii, así, sóbatelas” y se quedaba mirándome fijamente.

Mi novio comenzó pajearse mientras disfrutaba del espectáculo que le estaba dando. Yo me saqué el otro seno del brasiel y terminé de desabrocharlo.

“Quítate los panties, quiero verte tu coño” me ordenó. Le di la espalda y me incliné metiéndome los panties por las nalgas como un g-string para que viera mis cachetes redondos. Doblé más la cintura para que pudiera ver un poco de mi rajita depilada. Me enderecé y me puse de nuevo frente a él y metí los dedos por el elástico de los panties y me los bajé. Lo miraba a los ojos mientras me pasaba la lengua por los labios.

“Te gusta mi coñito? Quieres ver más? ” le dije. Me acerqué y separé las piernas y con una mano abrí mis labios vaginales para que él pudiera ver lo mojada y excitada que estaba. Ya él no pudo aguantar más y me agarró por las nalgas y pegó su boca a mi ardiente raja y comenzó a mamármela. Se me doblaron las rodillas y le dije que me la mamara más duro.

Me pasó la lengua de arriba a abajo, su nariz me golpeaba el clítoris. Yo quería que me comiera y que siguiera mamándomelo. Mi leche le corría por las mejillas y el cuello y él se la bebía. Me metía la lengua y la retorcía. Y yo pensaba ” aay me esta cogiendo con su lengua que rico se siente”.

Con un dedo me sobaba el clítoris y yo sentía que ya me estaba viniendo. Movía su lengua más rápido y más rápido y yo me vine con un espasmo violento… me vine en su boca.

Me tiré en el suelo cansada y le dije que estuvo buenísimo. Él me dijo ” Voltéate porque ahora me toca a mí. Te lo voy a meter por ese culito retador que tienes.

Te lo voy a dejar tan abierto que vas a sentir el aire entrando por tus tripas, como nadie te lo ha hecho”. Me abrió las piernas y me subió las nalgas. Yo le decía que no, que nunca lo había hecho.

Y él me decía que esa iba a ser mi primera vez y que iba a estar buenísima. Me metió un dedo en mi chochita y lo mojó bien con los jugos que todavía quedaban allí.

Luego me lo metió por el culo, sin miramientos. Su calentura no lo dejaba ser paciente. Yo di un brinco cuando sentí ese dedo ahí, en mi más secreto agujerito.

Lo sacó y lo metió de nuevo en mi coñito para lubricarme más el culo. Yo seguía moviendo mis caderas, tratando de esquivar el dedo perverso.

Le dije que por favor no me lo metiera por ahí que me iba a doler.

Me dio una nalgada, “Estate quieta”, me ladró. Me quedé quieta, más por temor que por otra cosa. Esta vez me metió dos de sus grandes dedos de levantador de pesas.

Cuando quedó conforme con su trabajo de dilatación, puso su verga en la entrada de mi culo y empujó, entró un poco más allá de su descomunal cabeza.

Sentí que se me abrían las membranas de mi ano. La sacó y me la metió de nuevo en mi chochita para mojarla. Volvió de nuevo y esta vez no la saco de mi culito, me la metió completa.

Sentía su palo ardiendo en mis entrañas y sentí como mi ano apretaba su invasor y entonces él comenzó amoverse. Sus huevos chocaban con mis muslos… lo tenia todo adentro.

Me dolía, pero me estaba tranquila. El entonces metió su mano por delante y comenzó a acariciarme el clítoris. “Muévete”, me dijo, Y comenzó a sacarme y meterme dos dedos por mi coñito. Adentro y afuera, adentro y afuera. Llevaban el ritmo con la verga en mi ano.

Yo comencé a olvidarme del dolor y a gozar y me moví con él. Movía mis nalgas rápido ya no me dolía y quería que siguiera metiéndomela.

“Métemela más duro, más duro y méteme los dedos rápido” le decía para animarlo.

“Dame duro, dame duro”. “Sabía que te iba a gustar putita mía”, me dijo él.

Yo quería que se viniera en mi ano, quería oírlo gritar y comencé a moverme mas rápido. Entonces lo oí gritar “Me vengo, coño, no pares que me vengoooo”

Me puse tensa y apreté el ano para exprimirlo y sacarle la leche y me moví mas rápido. Al mismo tiempo yo me alcancé mi clítoris provocándome el orgasmo y me vine bien rico. Poquito antes de sentir como su leche me llenaba el ano.

Ya así, su verga se salía de mi ano mojado y yo apretaba los músculos tratando de dejarla adentro, de que no se me escapara.

Pero él la saco y se echó para atrás y yo me quedé recostada boca abajo porque tenía mi culito adolorido después de esa cogida tan rica y no podía sentarme.

“Estas bien?” me dijo él. “Contesta!!”, me ordenó al ver que no contestaba.

Le dije que estaba bien que solo necesitaba un ratito para volver a comenzar porque quería que me lo metiera por mi coño, que quería sentir su verga dura en mi cuevita… ya él disfruto su parte, ahora me tocaba a mi..

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