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Con Miguel y Anabel II

La verdad que yo también quedé impresionado, porque nunca se la había visto en vivo y en directo como en ese momento. Piru me había contado maravillas de Miguel pero uno siempre supone que a veces ellas exageran un poco para ponernos un poquito celosos y realmente no había mentido nada.

Con Miguel y Anabel I

Me había calentado muchas veces con esa conchita cubierta por todo ese vello que la naturaleza le dio. Había soñado con esas tetas que sin ser demasiado grandes, como me gustan a mí, eran tan perfectas, tan bien diseñadas y con unos pezones rozados que me provocaban erección de solo pensar en ellos. Y ahora la tenía a mi alcance. Parecía un sueño pero era la realidad.

La pasé muy bien

Había empezado de a poquito, sosteniendo el miembro entre las manos y recorriéndolo íntegramente con su lengua húmeda mientras seguía lamiéndolo un rato lentamente hacia arriba hasta llegar al glande, metiéndola en el agujerito de la punta y luego volviendo a la base hasta llegar a mis testículos.

Complaciendo a nuestro huésped

Al comienzo me habló muy poco de su separación pero después fue soltando la lengua y me confesó que no había sido muy feliz en su matrimonio porque su esposa muy lejos estaba de saber lo que era la fidelidad y lo había engañado en numerosas oportunidades hasta que él no había tolerado más la situación y se habían separado.

Una sola experiencia bastó

La ocasión no tardó mucho en presentarse, siendo así que en una noche que me encontré casualmente con Oscar me contó que se encontraba solo, pues su esposa Mary había viajado fuera de la ciudad por un problema laboral y que aprovecharía a visitar a su hermana que vivía en el interior del país ya que estaba muy cerca del lugar.

Trio en Punta Cana

Saqué algunas fotos más, después subí a la cama y me ubiqué frente a su boca. Me atrapó la pija con los labios como si fuera una aspiradora y comenzó a mamar con una fuerza y deleite como nunca antes lo había hecho conmigo y eso que era algo frecuente que practicábamos.

Sucedió en Bombinhas

Que había accedido más para que Juan le hiciera el amor a mi esposa, porque sabía que él estaba muy caliente con ella (¿intuición femenina?) y que no le importaba porque era un buen marido y ella suponía que no le daba en la cama todo lo que merecía, así que podía suportar una canita al aire de sus esposo porque sabía con quién lo hacía).

Poseída por varios

Me subí a la mesa con ella, me hinqué agarrándola por la cintura y la subí encima de mí. Nos movíamos como nunca, perfectamente coordinados. Ella gritaba mientras escurría ese líquido transparente y caliente de su vagina. Me acostó y comenzó a cabalgarme dando una exhibición de buen sexo hasta que me hizo venir.

Sobrina querida

Cuando salió estaba sin tanga y con el vestido levantado y me pidió que le sacara un poquito más de vello. Me acerqué y comencé a recortar y mis ojos no podían salirse de sus labios vaginales, de un color rosado y algo brillantes. Sin querer se los rocé y saltó en la cama.

La filmación del hecho

Al día siguiente no hice nada pero estuve pensándolo todo el tiempo. Al fin de cuentas si mi mujer quería tener un affaire con Rafa que lo tuviera. Me calentaba en cierta forma ello y puedo decir, con cierta morbosidad de mi parte, que me gustaba la idea de presenciar su unión sexual.

Entregué a mi esposa por el juego

Mi mujer tenía poco juego y yo sabía que él generalmente no mentía así que le aconsejé no jugarse dado la carta que había tirado pero lo hizo y aceptó el juego. ¡Ganó!. Yo no podía entender cómo con esas cartas había ganado. Lo que había sucedido era que él mintió pensando que un perdedor como yo y una mujer inexperta no subirían la apuesta y perdió.

Iniciación al trio

Ya nunca un hombre es el mismo cuando ve como su propia mujer está acariciando a otro hombre, cuando ve que la concha de su hembra se abre, húmeda y predispuesta, para acoger en su interior la pija de otro hombre. Cuando ve a su mujer entregada, subiendo y bajando con frenesí sobre la pija de otro hombre.

Apuesta perdida

Un día Sine se accidentó y tuvieron que enyesarle ambas piernas por lo que debía permanecer postrado en una camilla especial que le había alquilado mi prima y para pasarla mejor estaban en un lugar que tienen cerca de la casa que es bastante amplio y contaba con un gran living comedor, una cocina y un bellísimo parque atrás, junto con un baño.

Se lo agradeció con sexo

Fue entonces que dirigió su mano hacia la entrepierna de Carlos, le bajó el cierre del pantalón y le sacó el miembro, que a esta altura estaba casi por estallar. Lo empezó a acariciar suavemente subiendo y bajando su mano con lo que provocaba que la piel se deslizara de arriba a abajo, dejando al descubierto la rojiza cabeza y excitaba sobremanera al hombre.