Jamás había hecho a nadie partícipe de sus fantasías, las cuales alimentaba en la contemplación de fotografías y videos en la red. El chat le atemorizaba, ante la posibilidad de que le propusieran un contacto real. Sin embargo, aquel anuncio captó su atención e hizo crecer su inquietud y sus deseos de probar.
Así que me dediqué a pasear la vista por la habitación cuando vi que mi amiga sueca le estaba tocando la polla al alemán por debajo de la mesa. Mi amigo holandés también los estaba mirando.
Esas botas en sus hermosas piernas, y digo hermosas en el sentido de macizas, rellenas, la hacían para mí una diosa sexual y, más de una vez, me había hecho alguna paja de antología imaginando que se la clavaba por el culo con las botas puestas. Incluso había buscado en su habitación bragas suyas cuando me encontraba solo en el piso.
Fernando siguió enseñándome todo, hasta que llegamos donde estaba el aseo y la ducha. Allí empezó a meterme mano y abrazarme, diciéndome que quería volver a follarme. ¡Me vuelves loco, mariconcito! Muero de ganas por ponerte en pelotas, y follar ese culito que tienes.
Las 12 de la mañana, noto todo mi cuerpo empapado en sudor las sabanas frías hacen que el placer de estar en la cama hoy sea menos placentero, mi novio esta tumbado a mi lado su cuerpo desnudo atlético me incorporó un poco y lo observo, es un cuerpo bonito siempre lo he dicho y más cuando se distingue le erección matinal que tiene.
Se quedaba a dormir en el otro cuarto de arriba una amiga que ya había cogido y tenía más experiencia que yo me enseñó que si hierves lechuga esa agua en café te o alguna bebida como limonada los mandaba dormir ella lo usaba para entrar a casa a los chico con lo que cogía.
El caso es que llegó el verano y yo dejé de tener que ir tanto a trabajar, no así mi mujer. Un día el niño se encaprichó con la piscina de la azotea y mis dos monumentos nos acompañaron. Buf, Patricia con un bikini gris plateado, de cordel por la espalda y Cristina con uno negro.
Ahora sus pezones estaban duros y Cacho los mordía con evidente placer. Tomás se bajó el pantalón, y en un instante pude ver como su miembro erecto por completo, se perdió dentro de la vagina de mi esposa. Ella asimiló el embate sin resistirse, tan solo se mordía los labios
Después de lo paso con el tío y fue causa de recelos e indignación, y al mismo tiempo fue excitante, estuve pensando durante dos días, pero sin lograr el sueño, pensado como pudo mi mujer hacerlo con el y como pudo comer tal vergón, yo pensé que ella mentía, decidí ver esto a fondo
Me hizo pasar y me dijo que me desvistiera, yo estaba muy nervioso porque pocas veces había estado desnudo frente a un hombre, lo hice y estaba temblando, él me dijo que no tuviera miedo, me dijo que parecía más joven de lo que pensaba, me preguntó que si era mi primera vez y yo le mentí, le dije no.
De lo que no me había percatado, es que desde que había salido del puerto, un hombre me iba siguiendo, y por supuesto me vio entrar en la fábrica abandonada. El muy cabrón también había entrado sigilosamente a la fábrica, y espiaba lo que yo estaba haciendo. Cuando se dejó ver, yo me estaba metiendo un dedo en el culo, mientras con la otra mano me pellizcaba y estiraba los pezones. Al yo verlo allí, quedé petrificado; era lo que menos esperaba en aquellos momentos.
Gran sorpresa me lleve al ver que en el cuarto que estaba detrás de la casa, donde dormía esta señora, también se encontraba la ventana abierta y como una cortina tipo visillo, con la cual con la luz prendida en el interior se podía ver perfectamente.
Un joven encuentra trabajo como dependiente. Le acompañan dos chicas jovencitas y una señora que se aprovecha de ellos.
Dos gitanos de unos 18 y 20 años entraron corriendo y sin mediar palabra uno de ellos me dio un puñetazo en la cara que me tiró al suelo, me llevaron a rastras hasta un dormitorio donde había una cama de matrimonio, y me ataron las manos con unas cuerdas a la cabecera de la cama.
De pronto José se abalanzo a mi por la espalda y quedo encima de mi y yo encima de Jorge fabricando me un sándwich entre los dos aun el pito de mi hermano José no estaba duro pero sentía su presión contra mis nalgas.
Primero se las metió por un pie y ascendió hasta la pantorrila, después introdujo el otro pie y fue subiendose las bragas uniformemente. Lo hacía con detenimiento,haciendo una leve pausa de vez en cuando para desenrollarlas y ponerlas bien y después seguía subiéndoselas.
Me levanté disimulando mi calentura y me dirigí al baño. Allí, en el interior de una bolsa de plástico en la papelera estaba su sostén. Lo volví a oler con deseo pero no me la meneé porque quería obtener algo más para mi próxima paja.
Yo también tengo que mear, dijo. Pasó por detrás mía hacia el Wáter, y al pasar me acarició el culo con una mano, luego se arrimó restregándome su paquete, mira cómo estoy de empalmado, me decía echando una mano a mi polla; quiero follarte hoy, estoy que reviento de ganas, me susurró al oído mientras me acariciaba los huevos y se restregaba por mi culo.
Ver a otros teniendo sexo buenísimo nunca me imaginé lo que podría pasar.
La mamaba como diosa, se trabaja mis jugos y la ponía resbalosa. Luego se paro en la cama y me puso su coño en la cara, era peludo, estaba mojado y le olía a pasión, empecé a chupárselo, a comérmelo como un helado, era la primera vez que me comía un coñito tan apetitoso.