Este relato ya ha sido publicado por mi en otras páginas. Pero creo que para empezar a que me conozcáis por aquí os lo dejo... Es una historia muy cercana a la realidad, que pude vivir en mi viaje de fin de carrera, hace ya un tiempo...
Como ayudó mi pene a decidir a mi hermanita a casarse
La orgía I (24 horas después de La fiesta y tras un buen día de playa). Para todos aquellos que me lean por primera vez, voy a haceros una breve presentación de los diferentes personajes que aparecen en este relato. Leedlo y comentadlo. Y escribidme, por favor.
Mi marido me decía siempre que se me notaba cantidad cuando acababa de hacer el amor porque me cambiaba la cara : se me sonrojaban las mejillas, los labios se me hacían más voluptuosos y mis ojos azules brillaban como aguamarinas...
Soy Sandra. Actualmente tengo 62 añitos pero en el momento en que se desarrollaron las aventuras de estos relatos tenía 22 , ningún tabú y mucha curiosidad. Leed los dos anteriores y disfrutad con la continuación. Espero vuestros comentarios y vuestros correos.
En el primer capítulo no hice una buena introducción. Os pido que leáis la primera parte antes de leer la segunda. Todo lo que cuento lo he vivido. Y esa fiesta fue el sumum del vicio. Encontraréis de todo: sexe anal, sexo oral, sexo lésbico, uro, dobles penetraciones. Disfrutadlo.
Hacíamos una fiesta en nuestra casa, como tantas otras veces, y habíamos invitado –Carlos, mi marido y yo, Sandra- a un montón de amigos para celebrar la verbena, entre los cuales se encontraba Juan, un amigo de la infancia de Carlos, de su misma edad, es decir unos treinta años.
Aqui contare mi sentir de lo bonito que es tener una relación o exploración sexual con mi hermanita.
Mi hermanita aprendió muy bien todo lo que le enseñaba de cómo manipular al pene con su mano.
Fueron muchos pasajes ricos los que he vivido con mi hermanita, pero solo escribire algunos pocos.
Describiré brevemente en qué consistían algunos de muchos jueguitos que jugamos mi hermanita 2 años menor que yo en la infancia y ya en la Universidad también.
Como convencí a mi hermana dos años menor que yo me agarrara y jugara con mi pene de nuevo.
La infancia de mi hermanita menor que yo y la mía fue fantástica. Siempre unidos en todo, en juegos, en ser los más consentidos por ser los más chicos y jugamos a todo, incluyendo mi pene, desde esos años aun muy chico, ella hacía se me pusiera erecto y sentia mucho placer con ella.
Mi hermana menor, siempre hemos vivido toda nuestra vida muy unidos hasta que se casó. Toda nuestra infancia, nuestros juegos incluyen ella jugara con mi pene, y eso se me quedó para siempre y fue en la Universidad cuando ambos lo retomamos de nuevo lo que hacíamos de niños.