Me acerqué al sofá, me senté en el suelo y le cogí una mano, intentó retirarla pero apreté con fuerza para retenerla, no podía pasar ni un segundo mas, era necesario iniciar una conversación e ir aclarando los puntos oscuros, desde luego muchos en mi comportamiento de las últimas semanas.
Como gran parte de los hombres de este y todos los paises, mis fantasías han ido evolucionando con los años y no sé exactamente desde cuándo empezaron a aparecer hombres en ellas. Poco a poco fueron adquiriendo más y más protagonismo. Hasta que quise probarlo y… lo probé.
Me miró a los ojos desde la altura de mi pubis, mi verga tiesa y dura era sostenida por una de sus delicadas manos, haciéndola verse más gruesa y grande. Abrió su boca lentamente y sin dejar de mirarme dio un pequeño chupón a la punta de mi glande, un suspiro de placer escapó de mi pecho.
Claro, al principio solo pudo meterla unos cuantos centímetros en mi coño, pero con el fluir de mis jugos y la relajación posterior a uno de sus espectaculares orgasmos, pudo hundir sus 25 centímetros hasta el fondo de mi agujero.
La vista que tenía mientras me estaba follando, era el de un dibujo que había en la puerta de aquel aseo para niños, y era un culo, siendo penetrado por una enorme polla. La verdad es que resultaba algo morboso, estar viendo aquel dibujo, mientras era follado salvajemente.
La lamia con esmero, era toda mía, me encantaba el sabor agridulce de la mezcla de la nata y su líquido, chupaba sus testículos uno tras otro y volvía a mamarla moviéndola con mi mano a la vez y de vez en cuando la ponía entre mis tetas haciéndole una cubana.
Below y Kane se abalanzaron cada una por un lado y la empezaron a chupar, primero sus pies, luego subieron por las piernas, enseguida por el abdomen, por los brazos, Below le limpio la cara y Kane el cuello, luego fueron al pecho y le comieron un pezón, el clítoris de Bellota estaba a punto de explotar.
Ella me pedía que no siguiera recorriendo su caso sexual, pero él al encontrar la entrada de la vagina cálida y húmeda, hundí dos, tres dedos en la misma y Lola gritó mi nombre, atenazando con sus músculos íntimos esos intrusos que la hacían temblar de gusto, aumentando hasta límites insoportables los caldos que brotaban desde el interior de su conejito.
Volvió a presionar con la otra mano en mi espalda, para que me inclinara un poco más, y al mismo tiempo, arrimando su hermoso falo a mi agujerito, procedió a introducirme el mismo, en un movimiento rápido y sin parar. En ese momento di un respingo, pero ya estaba toda dentro de mi culito aquella maravilla
de polla.
El Delegado fue él ultimo en venirse y me jalo hacia él mientras su miembro terminaba de vaciarse, apretando con fuerza mis senos siguió besándome el cuello, los hombros y la nuca diciéndome en voz baja: -mi amor que cogida tan rica jamás creí que fueras tan buena haciéndolo, me tienes loco mamacita-.
Ella me miró y dijo que no estaba contenta conmigo a la vez que se quitaba un guante de su mano, ella me cogió por el pelo y me introdujo el guante de goma en la boca , así me amordazo y con la mano que se había quitado el guante empezó a darme en el trasero, mientras con la otra mano me levantaba la cabeza por el pelo, como había pasado la última vez paró cuando quiso, cuando vió que el trasero estaba rojo
Ya en ese lugar, Mario se sentó en un sillón mientras mi mujer y yo esperábamos sentados al borde de la cama matrimonial. Por fin llega la juvenil Amanda vestida con un hermoso y liviano vestido corto, Mario se ve excitado al igual que todos nosotros, sólo Amanda luce algo nerviosa y mira a mi esposa para que le diga qué hacer.
Hay Andrea, disculpa pero es que me estoy haciendo pipi, ella abrió la puerta y me dijo no te preocupes, pude ver su cuerpo mojadito y yo me puse a mil, me baje los shorts y me dispuse a hacer pipi cuando estaba en eso salio Andrea del baño, entonces aproveche la situación y me metí un dedo en el chocho
Ella percibe su olor, lo siente, es un olor agradable. El desconocido le tapa los ojos con una venda de color negro, la venda tiene su olor. Él la acaricia; ella se asusta y cree que va a ser violada. Pero él lo hace suavemente, sin prisa; le besa levemente el cuello, los labios, los lóbulos de las orejas. Lo hace tan suavemente que Sara llega a sentir un escalofrío.
El olor a café me hizo suponer que el castigo había terminado o que se trataba de un descanso, pero no, era lo primero, fui desatada, entre las dos me sentaron en una silla, me ataron las manos al respaldo y las piernas muy abiertas a las patas.
Sus caricias aumentan y una de sus manos llega a mis bragas para tocar ardientemente mi sexo por encima de la tela...luego sus dedos quedan piel con piel con mi sexo, juega con mis labios, y los entreabre suavemente para penetrar delicadamente mi intimidad y centro de mis mas dulces placeres.
Ese día se había ido de buena mañana y yo que estaba de vacaciones estaba tirado en la cama cuando sonó el teléfono me levante de un salto y me dirigí hacia el mismo, cual fue mi sorpresa al descolgar y sentir la voz de mi linda cuñada al otro lado
Ella me había dicho que las suyas eran estar con dos tíos fornidos, fuertes y bien dotados que la trataran como una verdadera hembra en celo, que la poseyeran y la rindieran como una hembra que claudica ante el poderío de dos machos, rindiéndose y ofreciéndose a ellos para ser follada por los dos, en canal.
Y puso dos copas de vino y las lleno hasta arriba, entonces cogió una y se fue hasta su habitación, yo la seguí sin saber porque, entré en la habitación y vi lo más increíble de toda mi vida, en la habitación al entrar estaba el armario, después la cama, y a la derecha de la cama, había una mesa pequeña con varios consoladores de diferentes formas, yo me que dé parada, y vi como María, dejaba el consolador junto a los otros, se sentó en la cama me miró y me dijo.
Se apoyó sobre mi espalda y me puso esa estaca dura de nuevo en mi esfínter empujando con delicadez y poco a poco, notando como su sable me atravesaba el culito y aunque pensé que me lo desgarraba, en unos cuantos empujones controlados logró meterme su gran salchicha en mi agujerito.
Por fin se corrió inundando mi boca de abundante semen, espeso, caliente, sabroso, que bañaba mis carrillos y mi paladar para bajar finalmente por mi garganta, aunque algo escapaba por mis labios yendo a parar a su pubis, que luego lamí con fruición rescatando esas gotitas de su vital filudo.
Este año estoy cursando tercero y para mi desgracia es bastante difícil, así que cuando Lourdes, la profesora de Derecho del Trabajo nos encargó el trabajo sobre las ETT'S no dude en subir a su despacho, para que me orientara.
Anda, tócamela, hazme lo que quieras, me le acerqué, de frente, mido 1.70 de estatura y por supuesto, me sacaba un buen de tamaño, pero acepté, lo abracé y enseguida su arma rozó mi cuerpo; la sentí muy rica, tersa y de muy buen tamaño, le pregunté ¿tienes idea de cuánto te mide?, si, claro, mira, así como está ahora, dormidita, flácida, mide un poco más de 15 centímetros; en plena erección, sólo llega a 22 centímetros, es lo más grande que me crece.
Llegó el momento que tuve a mi vista todo lo que su vestido había ocultado y ahora dejaba libre. Una espalda lisa, tersa, de una piel dulce, como esculpida en pulido jade. Tan solo un sujetador, por la apariencia casi nuevo, blanco, de fino encaje, con pequeñas puntillas, quebrantaba este bello paisaje que sólo yo, podía contemplar.
Noté que se corría porque un líquido pegajoso salió de sus piernecitas y me mojó los huevos, así que la saqué antes de correrme yo, y con rapidez la cogí por la cintura para voltearla y colocarla dócilmente a cuatro patas sobre la cama, con la tripita encima de las almohadas.
El uso de fundas para el pene fabricadas con diversidad de materiales tales como lienzo, calabaza, cuero, seda, papel aceitado, vejiga de pez o carey, ha sido conocido en numerosas sociedades desde la antigüedad más remota.
La risa y las burlas empezaron a meterse en el juego. Luis preguntó si ya que estábamos todos desnudos el juego había terminado. De inmediato dije que sólo los cobardes abandonaban un juego. Y José preguntó entonces, cómo seguir. Yo, me animé a instarlos a más.
Deseas mi nabo. Quieres sentirme dentro de tus entrañas. Yo juego con tu placer. Amago la jugada, hago como si te penetrara pero no lo hago. Tu me miras y sonríes. Debes pensar "que cabrón que eres". Yo lo asumo y río. Cierras los ojos para sentirme.