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Su nombre es Sonia II

Sonia empezó a relatarme lo que había ocurrido ese día en su entrevista de trabajo:

Llegue a la oficina de la agencia, la recepcionista me dijo que esperara un momento, que enseguida me llevaría con el fotógrafo para una sesión de prueba, me dio unos papeles para que los llenara con mis datos, la secretaria se metió a un cuarto y salió con dos hombres, uno era el fotógrafo y el otro era el dueño de la agencia, me miraron fríamente y después me saludaron, el dueño le dijo al fotógrafo que me tomara unas fotos y que se las mandara a su privado, y a mí me dijo que después de ver si yo era fotogénica, me haría una entrevista, se fue a su privado y el fotógrafo me llevo a su estudio que estaba en un pasillo al fondo de la oficina.

El fotógrafo me dijo que me relajara, que solo me iba a tomar unas cuantas fotos, prendió unos reflectores, tomo su cámara y enseguida me pidió que posara, que me moviera, que tomara mi cabello ente mis manos, que me volteara, etc., el clic de la cámara me relajo bastante y fui desenvolviéndome poco a poco, sentía que había nacido para eso, para posar, pero el calor de los reflectores me estaba acalorando demasiado, le pedí un vaso con agua, el toco un timbre y de inmediato apareció la recepcionista, con un jarra llena de lo que yo pensé era jugo de naranja, pero la recepcionista me dijo que era un tipo de suero, que según las modelos tomaban para refrescarse, tome un poco, y le dije al fotógrafo que ya estaba lista, que podíamos seguir cuando él quisiera, la secretaria salió y cerró la puerta, y reanudamos la sesión, me desinhibí un poco más, él me decía que ya estaba mejorando, no sé por qué pero empecé a sentirme muy cachonda, cuando me miraba con la lente yo lo provocaba, me agachaba hacia delante para que pudiera fotografiar mi gran escote, me volteaba enseñándole mis nalgas, en un momento me agache abriendo un poco las piernas y él estaba hincado, por lo que pudo ver que no llevaba ropa interior, reaccione inmediatamente y le dije que sí con esas fotos era suficiente, el me vio lujuriosamente y me dijo que si, que nada más las imprimía y se las llevaría al dueño, se sentó frente a su computadora y empezó a imprimir las imágenes, yo me coloqué casi enfrente de él, me sentía muy apenada, no me quitaba los ojos de encima, comprendí que me vio todo, de pronto se paró y me dijo que no tardaba que le iba a enseñar las fotos a su jefe, me dijo que en la pantalla de su máquina estaban digitalizadas, que si quería las podía ver en lo que regresaba, le dije que sí, fui viendo una a una las fotos, realmente me veía bien, quise ver la última foto porque recordé que instantes antes el me vio por debajo de la falda, me sentí muy excitada, abrí la foto y cuál fue mi sorpresa al ver que era un gran close up a mi monte de venus, a todo mi pelambre, hasta mis labios se podían ver, me quede pensando en lo que dirían de mi cuando estuvieran viendo esa foto, aunque las demás estaban bastante sugerentes.

En ese momento sentí una mano en mi hombro, era el fotógrafo que había regresado, me dijo que las fotos le gustaron mucho a su jefe y que le había pedido otras más, yo totalmente avergonzada le dije que no había problema, que me tomara otras, empezó otra sesión y al poco rato me pregunto que si vi la última foto, le respondí apenada que sí, me dijo que no me pusiera roja, que esa foto fue la que más le gusto a su jefe, pero que había algo que le intrigaba, yo le pregunte que a que se refería, pensando que me preguntaría por qué no llevaba ropa interior, se acercó a mí, y sin pensarlo me levanto la falda y me toco la panocha, yo me quede helada, y sonriendo me dijo que quería cerciorarse que realmente estuviera mojada como sé veía en la foto, su mano me recorrió toda, sus dedos me penetraban, yo no sabía que decir, me sentí muy rara, porque el tipo no era de mi agrado, sin embargo no hice nada por detenerlo, involuntariamente emití varios quejidos y espasmos, el fotógrafo lo percibió y me dijo que así me quería tener, que desde que entre a la agencia me quería coger, que estaba bien buena, me bajo la blusa y comenzó a masajear mis senos por arriba del sostén, yo estaba que ardía, de pronto me soltó y me dijo que primero el trabajo y después el placer, me dijo que no me arreglara la ropa que mejor me la fuera quitando poco a poco.

Él tomaba fotos de mí no ensayado strep tease, yo tenía ganas de que me penetrara alguien, pero como el tipo no me hacía nada, más que observar, comencé a meter mis dedos en mi conchita humedecida, cuando vio que me estaba masturbando, el tipo dejo lo que hacía, fue hacia a mí, me hincó frente a él, se bajó el pantalón, saco su pene y me dijo que se lo mamara, por un momento no supe que hacer, estaba muy caliente, pero nunca había estado con otro hombre aparte de ti, no quería engañarte pero hubo algo que me hizo perder el control, no sabía que era, finalmente tome su pene entre mis manos y me lo lleve a la boca, el comenzó a hablar, decía que era una bella putita, que tenía suerte de tenerme a sus pies, que era una gran ramera, que seguramente todo el tiempo me la pasaba chupando vergas porque lo hacía bastante bien; en lugar de ofenderme, todo lo que decía me ponía al rojo vivo, lamía su pene como loca, me lo imaginaba dentro de mi excitado sexo, mi lengua lo acariciaba y surtió efecto inmediato por que se puso muy tieso, me levante más la falda, de modo que cuando me quisiera coger le resultara más fácil, para ese momento perdí completamente la noción de lo que hacía, me olvide por completo de ti, solo quería ser cogida, a cada segundo que pasaba descubría a la zorra que llevo dentro, seguí mamando, él se quedó muy quieto y dejo salir un gran chorro de semen que tuve que escupir para no ahogarme, se separó de mí, saco un pañuelo y me dijo que me limpiara la cara, decepcionada me levante del piso, baje mi falda y me puse mi blusa, el fotógrafo con una gran sonrisa en el rostro y sin importarle que yo me quede igual de caliente, imprimió las fotos y me las dio que para que las llevara con el dueño de la agencia, antes de salir me dio una nalgada y se rió como idiota.

Toqué la puerta del privado del dueño, me dijo que pasara y que me sentara, en sus manos tenía mis fotos, le di las otras y me senté. Repico el timbre de su teléfono, contesto mientras me observaba de reojo, se paró de su asiento y alcanzo a decir: “y con lo decente que se ve, de acuerdo, comunícate con ellos, pero que se vengan rápido, de seguro que les gustara”. Colgó el teléfono y me dijo:

-Ya me contaron lo buena que eres, haber ven acércate, hazme lo mismo que hiciste en el estudio. Se bajo su pantalón con su verga de fuera como retándome, sin importarme nada me acerqué, él me tomó de la cintura y me sentó sobre su escritorio, me agache y me metí en la boca su pene, era el tercero que me llevaba a la boca en mi vida, sabía que era una puta, porque me comportaba como tal, el me manoseaba todo y a mí no me importaba, me dijo que me detuviera, que me quería coger, yo obedecí y me levante la falda, abrí mis piernas y le dije que me hiciera lo que él quisiera, de un solo golpe me metió su miembro que aunque no era muy largo si era demasiado grueso, al principio me lastimaba pero me fui acostumbrando y lo disfrute.

-En serio que lo haces muy bien, estas buenísima, a partir de hoy serás mi puta personal, solo yo seré tu macho, aprietas mucho, casi estas nuevecita, juntos ganaremos mucho dinero, cualquiera pagará lo que le pida por acostarse contigo…, te voy a escoger muy bien a los clientes, no cualquiera podrá tenerte…

– ¿Clientes? – Pregunte extrañada.

-No te hagas pendeja, si ya sabes de lo que se trata, si se te nota que eres bien puta, lo disimulas muy bien con tu carita de mosca muerta, pero mira como disfrutas esto, en unos momentos van a venir unos clientes para verte, quiero que te portes muy bien con ellos, así como lo estás haciendo conmigo, ya verás que son muy generosos, sí, si apriétame así…

Efectivamente, a los pocos minutos vinieron dos señores, ya pasados en años, cuando entraron a la oficina, el dueño de la agencia me tenía en cuatro patas, ellos se quedaron parados a un lado de nosotros y observaban cada uno de mis movimientos.

Dijeron que yo les gustaba mucho, uno de ellos empezó a manosearme mis senos, el otro se paró enfrente de mi cara y sin avisarme introdujo su pene en mi boca, estaba demasiado excitada, era una nueva experiencia, pero en lugar de calmarme despertaba más mi lujuria por todo lo que decían y me hacían.

Cambiaron de lugares y el tipo que me lo metió en la boca ahora me estaba cogiendo, el dueño de la agencia masajeaba mis pechos mientras sé hacia una paja con la otra mano, el otro señor ahora quería que le mamara su arrugada verga, cambiaron varias veces de lugares durante mucho tiempo, en una ocasión uno de los señores metió uno de sus dedos en mi ano, me dolió muchísimo, yo apreté el esfínter para impedir que lo metiera más, el comprendió y lo saco, después los tres se colocaron enfrente de mí y se empezaron a masturbar mientras manoseaban mi cuerpo, uno a uno me fui metiendo los tres penes en la boca hasta dejarlos secos, ellos se subieron sus pantalones y se despidieron de mí, el dueño de la agencia salió con ellos y me dijo que me vistiera y me recostara, cuando trato de besarme le vacié en la boca todo el semen mezclado de los tres, creo que se lo trago todo.

Al poco rato regreso y me dio todo este dinero, que le dejaron los señores, me dijo que les guste mucho y que dijeron que pagarían lo que fuera por desvirgarme el culo, cuando termino de decir eso ya tenía su mano tratando de tocar mi ano, le dije que por ahí no, que me dolería mucho, él se rió y me dijo que no había prisa, que de todas formas él me iba a coger por ahí cuando él quisiera, pero que hoy no porque lo deje muy cansado, saco su mano de mi falda; yo estaba muy cansada pero todavía estaba demasiado caliente, le pregunte si todavía quería seguir follando, pero me dijo que ya no que hasta mañana, que con el dinero me comprara algo de ropa y que descansara mucho porque no me iba a perdonar y me iba a dar hasta por las orejas, que si yo quería me durmiera un rato en la oficina, que el tenía cosas que hacer pero que mañana me esperaba temprano para terminar de arreglar lo de mi horario y todo eso.

Cuando salió me puse a pensar en muchas cosas, no sabía por que hice todo eso, me convertí en una prostituta, te engañé no con uno, con cuatro hombres casi al mismo tiempo.

Me quede dormida, y fue hasta que percibí en mi entrepierna el aliento de alguien que desperté, abrí lentamente los ojos y descubrí que era un niño como de 15 años el que me estaba chupando el sexo, fingí que seguía dormida y lo deje hacer su labor, quien sabe cómo pero lo que no hicieron los cuatro tipos lo hizo ese niño: Llegue a un orgasmo, me convulsione como loca después de sentir su lengua recorriendo mi sexo, desesperada atraje su cabeza a mi entrepierna para que no se separara y después como por impulso lo aventé, porque ya no soporte ni un rocé más.

El pobre salió corriendo espantado al ver que yo estaba despierta, agradecida me acomode mi ropa, tome el dinero y salí de la oficina, pase al estudio por mi bolso y por mi chamarra, ahí en el estudio estaba la secretaria, le pregunte que si todos ya se habían ido y me dijo que si, que ella era la que cerraba siempre la oficina, pero que estaba buscando al mozo porque no aparecía por ninguna parte y todavía faltaba que limpiara el estudio, ahí supe que el mozo a quien buscaba era el niño que me paso lengua unos momentos antes, salimos del estudio y le solicite hacer una llamada, entonces te hable para avisarte que ya venía, tome un taxi y… pues aquí estoy, eso fue todo lo que paso, ah por cierto antes de venirme la secretaria me dio este teléfono celular para que puedan localizarme, no les di ningún número al cual pudieran llamarme y di una dirección falsa… pero dime que es lo que piensas, ¿crees que soy una golfa?.

Sonia termino de relatarme lo sucedido y yo me quede sin palabras, la observaba y la desconocía completamente, por lo que ella me relato, ella se dejó llevar por la calentura, no me podía decir que fue por dinero o por ayudarme porque a fin de cuentas se la pudieron haber cogido y no darle nada, porque ella no sabía lo que hacía. Por su comportamiento y conociéndola, (me costó mucho trabajo llevármela a la cama la primera vez), seguramente el suero del que me habló fue una especie de droga, que hizo que perdiera el control y eso aunado a su temperamento dio por resultado que se comportara como una verdadera ninfomanía. Estaba completamente enojado, decepcionado, pero a la vez una curiosidad morbosa se apoderó de mí, ¿le habrá gustado?, ¿Disfrutaría más con ellos que conmigo? En mi mente mil ideas cruzaban, la imaginaba en los brazos de esos desconocidos, en verdad que la desconocía.

Ella después de contarme lo sucedido se quedó dormida en mi cama, después de un rato la desperté para llevarla a su casa, la tuve que vestir, porque no coordinaba muy bien sus movimientos, la lleve antes a cenar algo para se recuperara un poco, por que parecía ebria aunque ya más consciente, no hablamos nada en el camino y cuando la deje en la puerta de su casa comenzó a llorar y a pedirme que la perdonara, que no sabía por qué lo había hecho pero que estaba arrepentida, le dije que se calmara y que mejor platicaríamos al otro día por que ya era algo tarde y tenía que descansar.

Al otro día cuando fui por ella, me dijo que no recordaba muy bien lo que pasó y me pidió que no volviéramos a tocar el tema, y así lo he hecho, pero todavía me siento muy confundido.

Es por eso que no sé hasta qué punto vaya a afectar nuestra relación lo sucedido aquella tarde porque hay muchas cosas que me hacen dudar de su fidelidad, nunca me había sentido inseguro de ella, pero muchas cosas me hacen dudar, y hablando de dudas hay algo que no le he podido preguntar: ¿Por qué no llevo ropa interior esa mañana?

Continúa la serie << Su nombre es Sonia I

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