Últimos relatos eróticos:

Coco II

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Nuestra protagonista relata la forma en que además de mantener relaciones sexuales con su hermano, que se encarga de desvirgarle el culito, descubre el mundo de los placeres lésbicos con su mejor amiga.

Las profesionales: Una serie de orgías, determino un camino de goce

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La noche, es peligrosa, para muchos, pero para mí es encantadora, esconde, muchas cosas y deja al descubierto, siempre, los instintos sexuales de hombres y mujeres, ese verano, yo recién había cumplido 17 años, un grupo de amigas (cuatros) fuimos de vacaciones al departamento de mi padre, salimos fuimos a Constitución (un barrio de la ciudad) y nos fuimos a bailar entre nosotras, sentada en un momento, se acercó...

Protocolo de sexo en el verano

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Nos quedamos solas, un fin de semana, aprovechamos para hacer unos pesos, fuimos al casino, donde siempre se encuentra un ganador, pero entre las dos decidimos violarlo, así los hicimos, esa noche cobramos, pero también gozamos, pero no golpes, plata.

Historias V

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En el rancho, él se excitó muchísimo, al verlas a las dos, indefensas, provocadoras, como se resistían ante el nuevo juego que les había preparado.

Era una chica inocente con su novio, pero cuando vio aquellos rabos de chocolate no pudo resistir

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Uno de los días vinieron dos amigas suyas y disfrute como una perra comiéndome sus coños negros, y bebiendo su meada, las dos se mearon en un vaso de plástico y me bebí un vaso de litro de plástico con toda su meada. Si también me van las chicas, también disfruto comiendo coños, y bebiéndome la meada de chicas de mi edad, y porque no decirlo también las maduritas me vuelven loca.

Más de Adriana

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Una mujer entrada en los cuarenta y en relaciones con un muchacho más joven acepta que éste traiga a una chica amiga suya. Después de lamer su tronco como buenas compañeras ponen sus culos a disposición de él.

Le propuso a su amiga que la enseñara a tocarse, ya que en una ocasión la había visto hacerlo y la había dejado muy excitada

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La apoyé contra la pared, de espaldas a mí para comenzar a desabrochar su blusa y quitar sus pantalones, los zapatos los había dejado en la entrada. Abrí la llave de la ducha mientras metía mi mano entre sus pantalones y su blusa para empezar a quitarla, Beatriz usaba la ropa extremadamente apretada y no podía quitarle los pantalones.

Vida conyugal

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Él se arrepentía de no haber sabido como retenerla a su lado. Siempre ha sido bastante egoísta en esto de los sentimientos. Pero la verdad es que envidiaba a su marido por tenerla.

Inocente joven, poseída por chico fuerte, viril y salvaje

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Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.

Vanessa y Paula (Reencuentro)

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Cuando la invitó su amiga a su casa a pasar la noche, le advirtió que sólo llevaba lo puesto. Fue todo normal hasta que el alcohol y las posturas las puso calientes y empezaron a jugar.

Trio perfecto I

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Experiencia totalmente real, en la que el matrimonio protagonista (Rosa y Ángel) hacen al fin realidad sus fantasías más perversas...

Cumpleaños adelantado I

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Pongo las dos palmas abiertas sobre su estómago todavía tapado por el picardías y están van acariciando su cuerpo sobre la tela. Encuentran un pequeño lazo de tela que cierra el picardías y con los dientes consigo desatarlo.

Un viaje con mi empleada

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Fui y golpeé su puerta, me atendió vestida con un conjunto pijama de pantalón largo y chaqueta, en ese momento no sé si fue mi imaginación o una premonición de lo que vendría pero creí ver, por la forma en que colgaban sus tetas bajo el pijama

Mi primera vez con una señora llamada Amelia I

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Me desaflojó la correa, bajo el cierre de mi pantalón y eso me comenzó a gustar, al sentir sus cálidas manos en mi pene me hizo sentir más rico todavía. Lo tenía bien erecto y ella se puso a mirar, me tocaba con sus dedos el glande y quiso remangarlo hasta abajo, pero la mitad de mi prepucio estaba pegado todavía a la piel, la parte del frenillo la tenía intacta y pegada al glande.