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Viaje a Brasil

Laura fue la primera en venirse dejando escapar gritos y maldiciones por doquier luego el negrito le dijo a Raúl me vengo y sentí como su culo se contraía provocándome una grata sensación yo empecé a vaciarme como loco dentro de su culo resoplando y sujetándolo de los hombros para lograr la máxima penetración justo cuando acabe de depositar mi ultimo lechazo Raúl se venia sin tocarse para lo más mínimo el pene.

Carmen la nueva vecina I

Al escuchar eso, me calenté un poco más, luego le di la vuelta y empecé a tomar sus caderas y ella empezó a moverse también  y gemía mas fuerte cada vez mas, como una puta, empecé con mis manos a abrir un poco sus nalgas mientras ella pasaba uno de sus dedos por su culo.

Mi encuentro asiático II

Yo seguía haciendo mi trabajo y Yasuhiro me suplicaba que lo penetrara así que le di el gusto le tome sus piernas y las coloque en mis hombros para ver su cara, al penetrarlo era maravilloso ver su cara de gozo por mis embestidas así que mientras más lo veía más me calentaba yo y comenzaba a penetrarlo más fuerte

Un día interesante

Ella se limpio a sus ropas y se acostó sobre mi cama yo me quite el resto de mi ropa, me acerque a ella y la penetre con todas mis fuerzas ella soltó un chillido muy fuerte temía que nos escucharan los vecinos pero yo no podía parar.

Marcela III

Era una visión divina, delante de mí, sobre sus piernas musculadas, sus nalgas, dos órbitas perfectas de piel morena, entre ellas se podía ver su ano, abierto de par en par, y debajo, tras unos huevazos inmensos que formaban una esfera oscura, la mano de Marcela deslizándose a lo largo de su columna de brillante azabache.

Reencuentro

Me lancé sobre él y le chupé los pezones, en este momento me acordaba de ti, de cómo te gusta que te haga lo que le estaba haciendo a él, bajando hasta su entrepierna presidida por aquel mástil que amenazaba desgarrarme por dentro y que, precisamente por esto quería sentirlo bien hondo.

Unos ojos muy seductores

Me agarró la cara y me dijo con la voz ronca del deseo: Viste que estás linda en serio, mientras con la otra mano me desabrochaba los jeans y metía una mano por debajo de mis bragas. Y mojada, muy mojada, siguió, sin dejarme de mirar, mientras los ojos se me entrecerraban sin que yo atinara a nada más que a suspirar.

Una cena de antiguos alumnos

No suelo acudir a ese tipo de actos, me aburren soberanamente, pero la insistencia de Lucía eran tus amigos... esos reencuentros son bonitos me hizo claudicar. Desde que nos mudamos a Madrid apenas habíamos tenido contacto con ninguno de mis antiguos compañeros, algunos de los cuales me resultaron casi irreconocibles.

Mi vecino del noveno II

Llenos de sudor nos metimos los tres en la ducha, allí comenzó otra vez todo nuestro juego de a tres, al chico le vinieron ganas de orinar, le tomé la pija con mis manos y dirigí su lluvia dorada sobre mi cuerpo, quedó enloquecido y ya sintiéndose en maestro me metió la verga en la boca y me hizo tragarle el último chorro de su acre y caliente líquido.