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Sesión de fotos

Mi esposa gritaba de placer rogándole a Larry que se lo meta, "Métemelo Larry, por favor métemelo" Mientras Larry, con la ayuda de Irma, empujaba su inmensa verga, mi esposa colocó una pierna hacia atrás sobre las piernas de Larry y con su mano ayudaba a empujar su cadera contra ella.

Marina I

Se dio la vuelta y allí estaba él, le pareció un hombre atractivo, sobre todo muy elegante, con mucha clase, no era joven, por lo menos 40 años, se conservaba bien, delgado y fibroso, se notaba en sus manos, surcadas de venas, con dedos largos, acabados en uñas grandes, bien formadas y bien recortadas, perfectamente limpias, fue lo primero que le atrajo de él, sus manos.

El paraíso

Sintió su sangre correr con frenético alboroto y se le paró el poroto sin poderlo contener ante un cuerpo de mujer tan esbelto y desnudo,  tembló su alma de cojudo y su cipote morrudo y mientras Eva estaba quieta se lo metió en la cajeta como a la cueva del peludo.

Nacho, Pepi y yo III

El culo de Nacho estaba más que preparado, y estaba suplicando que no lo hiciéramos sufrir más ,que era un delirio que tenía consigo y no lo soportaba, que tenía que clavársela inmediatamente, porque no soportaba el tener que esperar.

Sele

No lograba entender cómo era posible que ella no percibiera esta fuerza que a mi juicio invadía todo el ambiente, como no notaba mis miradas a veces casi descaradas, como no percibía mi perfume de mujer en celo que yo expelía en forma permanente y que a menudo inundaba mi oficina sin poder evitarlo.

Derritiendo nieve II

Y estirando un brazo le toqué el bulto sobre el pantalón de tela que traía puesto, y antes que Seba reaccione con mi otra mano le apreté la pija sobre el pantalón, y como me lo imaginaba, ya estaba dura.

Cena de protocolo

Seria un sábado por la tarde noche para disponer de tiempo, lo haríamos en la casa que aún conservaba el profesor en la provincia donde mi novio/amo y yo vivíamos y que fue donde me sometió mi novio al profesor por primera vez, y al chico de las pizzas, que es un chalet pequeño, en una zona de casas similares, con altos setos en el jardín, y alejada de las otras casas aunque en una zona urbana, un sitio perfecto.

La súper tía

En varias oportunidades me daba cuenta de que alguien había estado mirando mi colección de fotos en la compu, pero no podía saber quién era pues mucha gente utiliza el computador, temía de que mis padres me hayan pillado, pero nadie mencionaba nada de mi obsesión.

La vecina de enfrente

Un día, cuando estaba dándole a la manivela (he de decir que no gasto esos tamaños que abundan por estos relatos; mide unos 15’5 cms. y eso en su máximo esplendor) con la tranquilidad de que su marido se había marchado y también sus hijas, vi cómo se acercaba a casa.

Nacho, Pepi y yo II

Pepi, me quito los pantaloncitos que llevaba, y mi pené saltó como una vara, he inmediatamente empezó a masajearla, primero con mucha suavidad y cada vez más deprisa, la tuve que decir que parara un poquillo, por que si no se abrirían las válvulas de escape y sería un desastre.

Los mejores polvos de Soledad y sus amigas I

Esa noche habíamos quedado encontrarnos en el departamento que me alquila, eran las 20 horas aproximadamente temprano, siempre era así porque el se iba a su casa, llego cansado, problemas, complicaciones, con olor a cigarrillo en su ropa, me beso en la boca y me pidió un café, puse la cafetera a trabajar y me senté con él en living, me extraño su postura, porque anteriormente siempre íbamos directo a la cama

Hazte fama II

Diego se acomodó mejor para facilitarle la tarea a su amigo, que sin dudarlo un instante cuando vio el culo de este bien abierto y disponible, le enterró la cabeza de su pija de golpe, para luego, tomándolo de la cintura, metérsela hasta el fondo.

El don de Carlos

Puso un cojín debajo de mi estómago y separó mis piernas. Comenzó una chupada antológica de ano. Me folló el agujero con su lengua, que no sé cómo endureció y parecía una pequeña polla que me jodía placenteramente.