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Paja entre primos

Paja entre primos

Soy Alfredo, un chico de Badajoz. La verdad es que no soy muy atractivo, pero tampoco soy un desperdicio.

Soy un chico normal, del montón.

Tengo 15 años, pero empecé en el tema del sexo desde muy pequeño.

Yo tengo una prima, Yolanda, con la que siempre me juntaba de pequeño y cuando estábamos solos, ella siempre me tocaba la picha.

Hay que decir que Yolanda siempre ha tenido una cara muy bonita y un tipo bastante bonito.

Es muy alta, de caderas anchas, buenas tetas y unos labios muy carnosillos.

Pues bueno, como digo, siempre estábamos juntos, pero una época, no se por que, empezamos a dejar de vernos, antes nos veíamos todos los fines de semana, pero pasado un tiempo nos veíamos una vez al mes si acaso, pero hace 2 meses empezamos a vernos todos los días de nuevo porque sus padres compraron un piso en el edificio de al lado. La razón era que ahora le venia un hermanito y la otra casa era muy pequeña.

Total, que ahora viene a mi casa todos los días. Bueno, pues mi primo ahora es muy muy cariñosa conmigo.

Siempre que me ve en vez de los besos de primos, me da picos, y así va cogiendo mas confianza.

Un día no hace mucho, nos dejaron solos porque nuestros padres iban de paseo por ahí, así que nos quedamos en mi casa, y ella empezó a darme los besos que ella llamaba “picotes”.

A mi me gustaba mucho eso, me encantaba que me diera picotes. Yo siempre le seguía el rollo.

No se como, mi prima empezó a meterme la lengua, y yo le seguía claro. Yo estaba muy muy caliente, tenia la polla muy dura, y ella me lo noto porque yo estaba en calzonas, así que me agarro la picha con una mano por fuera de las calzonas y empezó a masajearla.

Yo claro, no le dije nada porque me gustaba que me la tocara.

Ella seguía con su manoseo, hasta que me bajo las calzonas y el calzoncillo y me dejo mi polla al descubierto.

Hay que decir que es una polla normal, de 15 cm de larga y 5 de ancha y sin pellejo en la punta, se me ve toda la cabeza.

Una vez fuera del calzoncillo, le costo mas trabajo cogerla, pero siguió. Una vez que me la agarro, dejamos de enrollarnos, y puso todo su enteres en mi verga. Le ponía muchas ganas.

La meneaba como una autentica profesional. Primero muy suave, me tocaba el capullo, que es lo que mas me gustaba, le acariciaba los huevos. Vamos, que hacia unas pajas tremendas.

Yo fui cogiendo confianza y empecé a meterle mano.

Ella se levanto, se bajo su pantalón ajustado y me dejo ver su tanga blanco y también se quito el top azul ajustado que llevaba para que viera entero su conjuntito de ropa interior blanca de encaje.

Después, se sentó otra vez y me puso mi mano en su rajita.

Yo la empecé a tocar por encima del tanga, pero ella me dijo que apartara el tanguita y se lo acariciara por dentro.

Eso hice, le aparte el tanga un poco y empecé a tocarle los labios, el clítoris, sus pelitos. Le dije que si se podía quitar el tanga y el sujetador y me dijo que solo se quitaba el sujetador, así que me conforme con eso.

Mientras le tocaba la rajita, con la otra mano le tocaba una teta y ella seguía haciéndome la paja. Una vez yo me iba a correr, le dije que parara. Ella paro, pero seguía agarrándomela.

Le dije que cuando ella se corriera, que siguiera con mi polla. Y así hicimos. Yo me concentre en su coño. Empecé a meterle un dedo, y luego dos.

A ella le gustaba mucho, me dijo que se lo mordiera un poco, y yo acerque mi cabeza y empecé a morderle el clítoris muy suavemente.

Ella me dijo que le quedaba muy poco para correrse, así que empecé a meterle los dedos mas rápido.

Así hasta que se corrió. Yo seguía con mi polla dura y gorda.

Así que en cuanto se corrió, se abalanzó a ella y empezó a masturbarla otra vez.

Le dije que si me la podía chupar, y me dijo que me la mordía un poco, y empezó a morderme el capullo y los huevos.

Le dije que me quedaba muy poco para correrme ya, así que le diera mas rápido.

Y ella empezó a masturbarme muy muy rápido.

Me corrí en su mano.

Solté mucha leche porque hacia mucho que no me masturbaba.

Cuando terminamos, seguimos tan normal, pero ella me dijo que teníamos que repetirlo.

Y así fue, pero eso lo contare en el próximo relato.

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