Poco a poco el juego fue cambiando, se acercaron a Virginia uno por delante la abrazo, la besaban, mientras el otro desde atrás la acariciaba los pechos, nosotros sentados, inmóviles observamos la escena sin perder detalle.
Desde que llego a la cuadra todos quedamos admirados por su culo... recuerdo todavía como movía sus nalgotas cuando venia de la escuela y ella lo notaba, un día que íbamos a jugar fútbol con sus hermanos, ella estaba limpiando el piso y al agacharse podía admirar sus tremendas nalgas cubiertas por un pantys apretadísimo que dejaba ver sus pantaletas en aquel tiempo de bikini, ya que ahora solo usa tangas.
Pude haber frenado la situación en que me encontraba, pero pensé que quizás ésta sería la última oportunidad, de estar con un hombre que no fuese mi futuro marido, así que me dejé hacer.
¿Que ocurre cuando aquella parte que se relaciona con el sexo opuesto es nuestra parte animal? Relato de zoofilia que raya en el amor humanamente animal.
El gemía, me penetraba mas profundamente, en ciertos momentos con algo de violencia, como queriendo meterse dentro de mi culo completamente, estábamos gozando muchísimo, el dolor ya había desaparecido, y era reemplazado por oleadas de placer.
No hubo necesidad de decir más; la abrace, le apoye la espalda en la muralla, tome sus piernas las puse en mi cintura y puse sus pies en el borde de la tina, y empezamos de nuevo, yo le metía mi pene con toda mi fuerza, era un animal en ese momento, y a ella le gustaba, se apretó a mi cuello y me pedía más, me pedía que se lo enterrara con mucha más fuerza, entre sus gemidos y mis empujes terminamos nuevamente.
Entonces yo le apunté con mi nueva polla a la entrada de su ardiente gruta del amor, y ella me suplicó que no la hiciera sufrir, que se la metiera de una vez, que tenía muchas ganas de sentirlo dentro, para que le frotara todo su interior y la llenara de placer y gozo.
Esa noche lo gozo y no le dijo nada , sabia que la dominaba y no quería perderlo , sus veinte años y la actitud ganadora presentaban un macho en plenitud y ella creía importante seguir esa relación, fue una amiga del turno de la mañana que le dijo que vio a su hermana con el "novio" en su auto, no le extraño que le dijera que entro a la casa de el.
E inmediatamente empezó a mamarme recorrió con su lengua toda mi panochita e introducía su lengua en mi hoyito, yo aullaba de placer, cuando se centro en mi clítoris grite y después de un momento empecé a tener el orgasmo mas intenso que hasta esa fecha había tenido.
La chinita a la que llamaban Laura me tomo de la mano y me condujo a la trastienda del restaurante, abrió una de las puertas y me quede alucinado, una cama redonda inmensa, espejo en el techo y paredes rojas con mas espejos.
Él lo notó y me regaló una sonrisa que me hizo sonrojar, sin embargo esa pequeña vergüenza se me fue inmediatamente, cuando de un solo movimiento separó mis piernas, subió mis caderas y puso una almohada bajo mío... finalmente... en una sola embestida me penetró, de una forma muy fuerte.
Tenía alrededor mío como 6 hombres, y vi a mi amiga chupando las vergas de los que tenía cerca, así que yo también me arrodillé y empecé a mamar una por una, deteniéndome un poco mas en las vergas de los negros, las cuales me llamaban mas la atención por su color y tamaño.
Al oír todo esto me excito muchísimo y decidí hacerla sufrir un poco, mi mamita suplicaba y se acostó en la cama amarrándose sus tetas y abriendo sus piernas al máximo, le puse mi verga en la entrada de su coño y le metí solo un poquito la puntita para luego sacársela y acariciarle su clítoris con la punta de mi verga, mi madre suplicaba.
He vivido reprimido y triste escondiendo mi homosexualidad hasta ahora, que me he atrevido a decirle a la gente que soy gay, y me siento mucho mejor, ademas de vivir más feliz. Leed esto los que tengáis miedo a decir que sois gay.
Asunción es un poco más normal, ellas al no tener pareja ninguna para satisfacerse todas tenían un consolador o un vibrador o algo de eso y lo se porque las muy zorras ni los guardaban los dejaban encima de su mesa de noche y encima estaban llenos de pelos suyos e impregnado de flujos y así se quedaban pegados los pelos y se podía ver nada mas pasar a la habitación.
Salí de la ducha, me puse una bata y fui a la puerta. Ger se quedó en el agua. Hice pasar al chico y le dije que me esperara que enseguida me terminaba de vestir, y que su primo estaba bañándose. Y le señalé el baño.
Todo eso me calentó más y empecé a gemir y gritar. La verga de Rafael entraba y salía de mi concha mojada, empujaba cada vez más fuerte. Sus manos me sujetaban por los hombros para que yo no pudiera moverme, me empujaban hacia abajo y así recibía todo el impacto cuando me clavaba a fondo.
Lo que voy a contarles ahora, es algo que me ocurrió a comienzos de la primavera, cuando me llamó uno de mis clientes que vive a varios Km. de la ciudad, en una zona rural donde decidió mudarse junto a su familia, para vivir más en contacto con la naturaleza.
Parado en la cornisa tuve dos segundos de una tranquilidad infinita, la que se siente cuando algo definitivamente se resuelve, pero al instante volvió el dolor, esta vez no del cuerpo sino del alma, de sentir realmente que duele la vida.
Paso una media hora en la que me hice la dormida, él no se movía , decidí pasar a la acción, deje caer una pierna de la butaca , quedando a la vista mis bragas, mi hijo se levanto, se acerco a mi y me dio dos empujones para ver si seguía dormida , yo no me moví.
Lo empujé otro poquito, como unos 5 ó 7 centímetros y ella de repente se fruncía, como con miedo de no poder soportarlo, sin embargo, estaba en verdad tan encharcada, que las paredes de su vagina no representaban ningún obstáculo para detener el avasallante paso de nuestro callado nuevo "amigo".
No hay dudas, todos saben lo que ella es, estuvo pensando si aprovechar o negar la situación, no pudo con su nueva vida, el goce se apodero de ella, esa misma tarde anocheció en otra quinta con otros participantes.
Te he visto muchas veces dormir, pero hoy cada vez que te miro me pareces aún más guapa, me gustas más, me atraes más, será que debo estar hoy aún más enamorada de ti que ayer, pero seguro menos que mañana.
Por fin, permitió a Eunice tumbarse sobre su cuerpo, y ambos se abrazaron estrechamente, mientras de nuevo las bocas se unían en un beso ansioso; su miembro se introdujo totalmente en su interior, y los movimientos acompasados de ambos incrementaron en deliciosas oleadas el placer de los dos sexos fundidos.
Y en ese mismo momento le toqué los pechos a mi madre. Fue la primera vez. Y a los dos segundos no me lo podía creer. No me lavaría jamás esas manos. Se los levanté un poco y pude comprobar lo riquísimos que los tenía, carnosos, duros, y preciosos.
Mi mujer gemía, sí gemía, como espasmaba se estremecía, tratando de meterse algo más de ese guevo y a la vez de no dejarlo salir creo que tuvo un multiorgasmo, que manera de salir flujo de su vagina revuelto con el semen de Mauricio.
La saludé, previa pasada por el baño para arreglarme, ella me saludó de manera afectuosa como si jamás hubiéramos dejado de vernos y me invitó a sentarme a su mesa, estuvimos conversando sobre los viejos tiempos y yo no podía dejar de mirar el movimiento de sus senos cada vez que movía su cuerpo de manera brusca.
La que debutó mas tarde fui yo, que lo hice casi al cumplir quince años, manteniendo relaciones desde ese entonces sin caer en la ninfomanía pero con el gusto de probar de todas las maneras posibles esas vergas de todos los tamaños, de jefes, cadetes, profesores, novios, cuñados...