Seguimos caminando, nos ocultamos detrás de unos médanos, allí te tomo de la cintura, te abrazo muy fuerte y te doy un beso, probando con mis labios el sabor afrodisíaco de los tuyos y muy suavemente paso mi lengua alrededor de los mismos para capturar todo el sabor a miel que hay en ellos.
Me voy a tu vergota... mi boca se abre receptora... succiono, saboreo el lubricante natural que abunda en ese momento y como inagotable fuente fluye por toda tu tranca... doy dos o tres chupadas como si de un gigantesco caramelo se tratase y luego empiezo con mi lengua...
Por la ocasión me coloqué un vestido minifalda de color celeste, muy ceñida al cuerpo, ropa interior blanca, de modelo de bikini que apenas cubría mis partes íntimas, vestí unas medias blancas que compré para la ocasión, las cuales me cubrían hasta la parte alta de mis muslos donde se sujetaban con una pretina
Soy alta, no muy delgada, pelo negro sedoso, con buenos pechos, guapa y unas piernas largas, torneadas con hermosos muslos que rematan en un culo respingón, mi carne es dura, cuesta trabajo pellizcarme y mi chocho, oculto por una tupida mata de bello, me hace disfrutar con locura.
Víctor todavía de espaldas se deslizó hacia abajo para quedar entre las piernas de ella quién descansó sus muslos sobre las caderas de él, quién así acostado la punta de su órgano picaba la barriga de Carrie, ella sujetó el miembro y lo guió a la entrada de su vulva, recargándose para hundírselo, no descansó hasta que estuvo recargada su pelvis sobre la de él.
Mientras Ingrid recogía algunas cosas que debías guardarse en el frigo, me senté en un sillón y con los ojos entornados miraba, unas veces el cuerpo desnudo y deseable de Ingrid y, otras, a la pareja que bailaba; tan juntos que en la semioscuridad parecía uno solo.
El se dio cuenta y siguió su juego, de la espalda bajo a mis muslos y siguió trabajando mis piernas hasta llegar a mis pies (en esa posición tenia una magnifica vista de mi trasero y mi entrepierna, la que en ese momento se encontraba muy mojada).
Clara erizó su cuerpo, separó sus piernas hasta más no poder y nos regaló el mejor orgasmo que he visto en una mujer, sus jugos manaban de su entrepierna y se deslizaban hasta el suelo, retiré mi pene de su cueva y Sonia continuó la felación sin retirar su coño de la boca de Clara.
Desde ahí se podía ver el interior de los salones a través de unas persianas que cubrían las ventanas. Probablemente fueron diseñadas para que los meseros y ayudantes de cocina pudieran ver cuando se requería de sus servicios sin tener que entrar a los salones.
Ella se sacó el vestido,quedando solo cubierta por su tanguita y sus sandalias doradas de tacón y dejando al aire unos senos de bisturí que semejaban los de una veinteañera por su perfecta redondez.
Ella pareció estrecemecerse de placer agarrando sus pechos con ambas manos y esparciéndose la leche por todo su cuerpo y relamiéndose los labios con la lengua, mientras el pene de Carlos seguía lanzando su leche y dando pequeños espasmos de placer.
Unos diez minutos estuvo Marta lamiéndome el capullo, golpeándose los labios con mi polla y mirándome a los ojos (que cosa mas linda es que te miren a los ojos cuando te la están chupando) hasta que la inste a que se levantara, se sentara en el sofá, me tomara en brazos y me diera de mamar como a su bebe (creo que ese día la nenita se tuvo que merendar un biberón).
Aún paralizada por la sorpresa no pude evitar excitarme. Me pasó otra vez, estar atrapada e indefensa, sentía sus manos recorriendo mis partes íntimas, su lengua jugueteando con la mía, su cuerpo apretando el mío y la dureza de su miembro que crecía debajo del pantalón y no pude evitar mojar la bombacha.
Yo tengo una amiga (para esta historia la llamare Catalina, no vaya a descubrirme que relate lo ocurrido) de mi misma edad y siempre me iba a ver a mi casa nos tomábamos unos tragos y charlábamos bastante rato.
Me vino a pedir trabajo. Ya nos conocíamos de antes. Habíamos trabajado juntos durante unos dos años aproximadamente. Ahora él estaba en el paro desde hacia unos cuatro meses y no encontraba quien lo contratara..
En este momento me sentí injusta e intenté comerle ese coñito rubio tan excitante; pero ella no pudo esperar, antes de que mi lengua pudiera llegar a su vulva la inundó su propio orgasmo, entonces me cogió con sus manos por mi cabeza y me llevó a sus labios.
Bueno esta es la parte mas interesante de lo íbamos hablando en el coche mientras nos dirigíamos a un lujoso hotel en las afueras de la ciudad, quería lo mejor para esa noche, no la iba a desperdiciar.
Y ahí estaba yo en el auto, esperando, como un colegial de secundaria nervioso, la verdad es que no sabía hasta donde podía llegar con ella, Lu me había dado a entender que quería todo conmigo pero yo no estaba seguro, igual y a la hora de la hora me dejaba con un palmo de narices y la verga dura.
Al darse vuelta para ubicar su ropa en el respaldo de la silla quedaban ante mí, deslumbrantes, sus nalgas redondas, firmes, no muy grandes aunque sí generosas entre las que se perdía la tirita de su tanga.
Entramos cautelosamente tratando de no llamar la atención de algún que otro vecino y una vez adentro, ese olor a encierro me hizo excitar tanto que mi verga pronto se llenó de sangre y estaba tan dura como el bastón que usaba mi abuelo.
La relación que comenzó de forma rutinaria, y en la que nos contábamos nuestras fantasías llegó a su fin y acabamos conociéndonos personalmente, con deseo, con ganas de que la atracción que había ido naciendo a través del ordenador, el correo y el teléfono, se hiciera realidad.
Ató un perro en cada argolla y yo fui llevada por toda la estancia con la correa, caminando a cuatro patas al lado de mi ama dándome tirones de vez en cuando para ir corrigiendo mi posición, un paso por detrás de mi ama pero no mas, siguiendo su ritmo de marcha, unas veces lento, otras más rápido, parándonos y enseñándome a sentarme con la cabeza alta y el culo a ras de suelo, era algo humillante
Le comencé a meter mi pene en su ano el cual mi lengua había penetrado que rico fue mientras yo me balanceaba hacia delante ella lo hacía hacia atrás, quería que se la enterrase en el fondo de su esfínter,
Yo notaba como aquello le producía un gusto enorme, por fin metí todo aquel trozo de su cuerpo en mi boca, notando el glande en mi paladar y fue el momento en el que no pudo aguantar más y se corrió con fuerza en mi boca.
Ella estaba fuera de sí, ahora movía su trasero para cooperar con mi enculación y eso hizo que me corriera brutalmente en su ano, saqué mi polla de su agujero y la leche resbalaba de su ano manchando las sabanas, pero poco importaba eso.
Cuando acabo mi relato toco el pantalón de Cesar y me doy cuenta que esta mojado, no puedo negar que yo estoy también muy mojada, bajo de nuevo mi mano, pero esta vez voy hasta mi rajita, meto mi dedo, y lo saco totalmente húmedo, lo paso por los labios de cesar quien casi me lo arranca por su afán de saborear mis jugos
Era un chalet de una sola planta, muy cuco. Parece que profesionalmente, Olga estaba tan bien como en el plano físico-personal. Acosté a Verónica que se quedó como un cesto antes de que yo pudiera contarle lo del rey que tenía tres hijas por decimocuarta vez consecutiva.
Le pedí que por favor se arrodilla e se apoye en mi cabeza, dejando su sexo en mi boca... y le chupé la concha hasta que su flujo inundó mi boca, su clítoris había crecido y sobresalía de sus labios... parecía un pene de un niño... ella estaba tan sorprendida como yo; - Nunca se me puso así.
Tras varios minutos succionándola y saboreándola como si fuera un caramelo, de nuevo sus pies se hicieron cargo de la situación... siguió acariciándome con sus dedos... toda la saliva que había dejado en mi miembro hacía que estuviera más brillante y que sus pies se resbalaran y deslizaran a la perfección por mi pene. Era increíble, sus pies se manejaban con gran maestría, pero a la vez muy lentamente