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Gracias a un chico muy dulce de internet he podido aprender a masturbarme

La historia empieza cuando estaba en el chat, hablando con mis amigos y conociendo gente, y de buenas a primeras me dice un chico con nombre sexy, que si quería cibersexo, en condiciones normales le hubiera mandado a tomar viento fresco, pero me dio un arrebato y seguimos una conversación normal hasta que irremediablemente salió el tema del sexo

La doctora Sexo

Yo no tardé en estar vestida también. Hicieron pasar a mi marido que estaba más despistado que un cateto en Madrid. Se sentó junto a mí. Yo la verdad es que estaba un poco avergonzada, por que no sabía si realmente me habían sometido a un tratamiento o me habían hecho una tortilla.

Confesiones de Malena

Ese domingo salimos hacia Mar del Plata, la primer sorpresa fue que me pasaron a buscar a casa mis tíos y mi primo, yo creía que íbamos a ir solos, como mis padres, mi tía se quedo en su casa puesto que ella rendía una tesis, la sonrisa irónica de mi tío me preocupo.

El vicio de Javi

Le cogí de la cabeza y le introduje mi polla hasta la garganta. El cabrón no dejaba de agarrar mis huevos y penetrar mi ano con sus dedos mientras agitaba su culo sobre el vibrador.

Una noche salvaje

El que tenia bien claro lo que tenia que hacer era el avispado mocoso, que ya se había situado entre sus muslos separados con sus bermudas bajadas hasta los tobillos. Los primos habían hecho un trabajo previo maravilloso, por lo que la entrada fue como la seda, metiendo su larga verga hasta los testículos en el primer empujón.

El bedel

De repente soltó mis caderas, y estrujando de sopetón mis sufridos pechos me dio cuatro o cinco enculadas tan violentas que estoy convencida de que alzo mis pies del suelo. Pues el sádico, rugiendo de placer, se estaba corriendo en mi interior, y para celebrarlo retorcía y tiraba de mis pobres pezones como si quisiera llevárselos de recuerdo.

Vacaciones diferentes I

Yo a esta altura, era tanta la excitación que tenía, por lo que me decidí arremeter con todo en ese culito que se encontraba dispuesto y bien lubricado, y no me fue difícil penetrar en él, primero entró lentamente la cabeza, Ruth reaccionó de inmediato moviéndose, como pidiendo que se la sacara, dicha acción llevo a que el tronco penetrara mas fácilmente en su interior, arrancándole suspiros de placer, hasta que entro de lleno todo mi miembro.

La clínica I: La ninfómana

Tuve que usar ambas manos para controlar aquella cosa inmensa, y no ahogarme con su grosor mientras la devoraba, y aun así casi me asfixio cuando el bestia ese me sujeto por la cabeza y me obligo a tragarme mas de la mitad mientras eyaculaba directamente en mi garganta.

El ascensor

Pero fue su otra mano, la que introdujo dentro de mis bragas, para explorar mi todavía virginal cueva, la principal culpable de que me corriera como nunca antes lo había hecho, mientras mordía mis manos para amortiguar los escandalosos jadeos que emitía.

Nueva lesbiana II

Cuando las palpitaciones de mi corazón tomaron de nuevo un ritmo  tranquilo, ella debió de notarlo y empezó a darme un agradable masaje por mi espalda, menudas manos tenía, al principio relajó aún más todos mis músculos, pero enseguida, sus dedos empezaron a alejarse de la zona del masaje y se fueron hasta mi culo y bajaron por mis muslos, aquello era maravilloso, subía y bajaba acariciando toda mi piel.

El cazador cazado

Me dijo que las veces que había acompañado a su esposa a mi casa le habían llamado la atención algunos rasgos míos: mi mirada penetrante, mi espeso bigote largo, mi boca carnosa y mis redondas nalgas, que algunas veces, cogiendo con su esposa, o masturbándose pensaba en darme una cogida.

Sin límites IV: Yolanda

Fui hasta la cocina después de ver como subía a la planta alta. Me recosté de la mesa, donde había dejado listo todo para preparar la cena. Mis manos buscaron instintivamente mi entrepierna. Estaba completamente empapada y tenía el clítoris y los labios sumamente hinchados.