Y Sylvia decia, no me extraña ya que con esas tetazas se la debe poner muy dura al guarrindongo de mi marido (y lo decia sonriente una tía que es una celosa de cuidado, pero se estaba calentando). Sylvia me miraba el rabo de una forma muy caliente.
Mi esposa tendría la última palabra en lo referente al sexo, se haría lo que ella aceptara o rechazara, no podría Lalo forzarla ni yo impedir ninguna acción. Yo sería meramente figura decorativa, mi función se limitaría a cubrir las apariencias y transportar a mi esposa.
Dios, que pedazo de polla tenía el niñato, tenía una polla más grande que la mía, joder y que cara de lascivia tenía. Sin dudarlo toqué la puerta, viendo con sorpresa que esta no estaba cerrada, por lo que empujé la puerta viendo como el chaval estaba esperando a que yo entrara.
Yo había agarrado la costumbre de masturbarme en las noches también, en una ocasión que no recuerdo porque mi hermano no estaba, mi mamá paso al cuarto como de costumbre para ver si estaba dormido, yo tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, por temor a que ella me viera así, ella se sentó a los pies de mi cama y esta vez hizo algo totalmente diferente, ella me empezó a acariciar las piernas y los pies y a decirme palabras cariñosas, como es de suponerse, yo fingía que estaba dormido,
Elisa era bastante atractiva, tenia una muy lindas piernas y unos pechos no muy grandes pero se notaban que eran bastante duros, lo que si tenia grande eran los pezones ya que se los había visto cuando se agachaba y se le veía los pecho o cuando hacia mucho calor y sus pezones se endurecían.
La verdad es que a mi me han criado de una forma muy conservadora, pero un día me canse de ser recatada, es cierto que había tenido experiencias sexuales pero hasta ahora habían sido de manera muy convencional, así que decidí aventurarme.
Lamentablemente era lesbiana, digo lamentablemente desde mi punto de vista de macho simplemente, ya que esa había sido su decisión y como era feliz con ella, todo estaba bien para el resto del mundo.
Pues así pasaron los días, yo miraba a mi padre y empezaba a sentir atracción por él, y el ya sabiendo que te había visto con el se portaba muy amable conmigo y me daba regalos, platicaba mas y me invitaba a sus entrenamientos de fútbol. Yo me portaba a veces medio grosero.
Mi suegra de siempre me impacto su forma de ser alegre despreocupada y sus grandes tetas, sobre todo cuando se pegaba a mi cuando estábamos cerca, me rozaba y eso me ponía a cien, yo desde ese momento tenia unas ganas locas de tocarlas, me sinceramente no me atrevía.
Regrese a casa y puse a enfriar el vino y a preparar el lomo, cuando dieron las 2:30 de la tarde me fui a una boutique de lencería fina que queda como a tres cuadras del departamento, todo con el fin de verme atractiva y provocativa para cuando Eddy llegara a mi departamento.
Pocha tomó los tirantes de su camisón, deslizándose por los brazos, y se lo arrolló a la altura de la cintura. Dejó a la vista un par de enorme pechos, que pendían hermosos y se coronaban con dos pezones proporcionalmente inmensos.
Esperando que apareca un algun amigo del net para hablar y cojer por la net. como no entro ninguno pero si dejaron mail, me tube que dar yo solita por mi conchita y culito.
Mientras me estaba calzando, pude ver a Rafa totalmente desnudo. Joder, pedazo de polla que tenía el cabrón, no es que fuera enorme, sería aproximadamente de unos 16 centímetros, lo que me llamó la atención además de lo bien formada que tenía la polla, eran los huevos. La hostia, le colgaban un montón.
Entonces me incorpore y le baje el pantalón azul de chándal que llevaba, estaba empezando a ponerse dura y toque con mi lengua la punta de su escroto, sabia algo salada, pero me gusto aquella sensación, cuando la tuvo totalmente dura su grande asomaba todo hinchado y yo pase mi lengua por todo él
Como les platiqué, Daniela era toda una maestra en el arte de chupar un miembro. Lentamente, con dulzura y delirio tomó con una mano el tronco de mi pene al tiempo que pasaba por todo el contorno su lengua de abajo hacia arriba, hasta el glande que chupaba y tragaba en su totalidad.
Entonces yo me dispuse a bañarme y note que el agua estaba bastante buena y al meterme hasta la cintura note como un calentón y me empecé a empalmar y excitar sin otra razón que la soledad y el agua.
Al poco vi cómo salía el hombre que se había metido en el cubículo de los aseos con el chaval, y tras este, lo hacía el chaval que tanto me gustaba, si antes tenía los mofletes de la cara enrojecidos, ahora todavía estaban más.
El muy cabrón vio como yo me quedaba embobado mirándolo, se percató de que no le quitaba la vista a su polla. Y así era, estaba embobado mirando aquella maravilla de polla, con la que la naturaleza había dotado a aquel hombre.
Un Rodríguez es aquel marido que debido, a su trabajo o a sus obligaciones (o simplemente se inventa algo), debe permanecer solo en su casa durante una temporada, mientras su familia se marcha a disfrutar de las vacaciones en otro lugar.
Los ojos de él ya se habían acostumbrado a la oscuridad y dejo la linterna a un lado, mientras veía como aquel cuerpo se movía marcando cada curva, con un movimiento sensual, sexy, provocativo, pidiendo ser poseído, acariciado, besado.
Tome el teléfono y marque el numero de mi esposo, el teléfono repico y repico, pero nada, era viernes en la tarde, aquí y 5 horas menos en mi país, así que supuse el estaría fuera trabajando en los negocios, que lastima me hubiese gustado oír su voz y excitarme con solo eso, lo llamaría después.
Las edades en un ser humano marcan hitos en su conducta, su formación sexual a partir de la niñez, llega a la adolescencia donde varios caminos como el celibato, la autosatisfacción hasta llegar a la entrega total en forma liberal, dominación, es para el ser humano el sexo en todas sus formas una decisión que puede ser tomadas en etapas, situaciones, encontrando a los participantes en este juego en escenarios cambiantes con efectos diversos.
Juan y yo, nos veíamos todos los días, y todos los días terminábamos follando entre ambos. Con él empecé a conocer la mayoría de los mariconcitos de nuestra edad que iban a ligar a los jardines de Méndez Núñez, muchos de ellos por no decir la mayoría, chaperos, ya que solían quedarse exhibiendo en una de las esquinas que hay entrando a los jardines
Como entre sueños escuchó la puerta de la entrada abrirse, soñolienta volteó al lado de la cama que normalmente ocupara su marido y al encontrarlo vacío concluyó que quien entraba a la casa era él, que como cada viernes regresaba de madrugada luego de irse de borrachera con sus amigos, resignada se acurrucó bajo las cobijas y de inmediato se quedó dormida.