Capítulo 1
Un día desde la valla que divide su jardín del mío me llamo, yo estaba arreglando alguna cosa en mi jardín y ella estaba observando lo que yo había plantado nuevo,
– Hola Daniel, estas dejando el jardín precioso, ya llevo aquí un rato mirando todo lo que has cambiado, lo que has plantado nuevo y me encanta, aunque algunas cosas apenas puedo verlas bien…
– Hola Merche, buenos días, muchas gracias mujer por lo que me dices, ya sabes que me gusta y disfruto arreglando mi jardín y que no me puedo estar quieto, así que siempre estoy poniendo y plantando algo nuevo, mira allí a la izquierda de la piscina he plantado todo nuevo.
– Aquello no lo veo desde aquí Daniel.
La separación entre su casa y la mía era una valla de cipreses muy densa, muy crecida que tenia una parte mas baja que daba a las terrazas y piscina, que era por donde estábamos hablando.
– Pues pasa mujer si quieres verlo, espera que voy y te abro por la entrada del garaje para que pases, la verdad es que se me ha quedado bien esa zona del jardín.
– Algún día deberíamos de hacer una puerta aquí y así no estar dando la vuelta para comunicar las casas, se lo he dicho mil veces a Chema, al tiempo … dijo ella echando a andar para entrar a mi casa.
Le abrí la puerta y la acompañe hasta la zona de la que le había hablado, Merche como siempre estaba radiante y espectacular, llevaba un vestido blanco muy veraniego de tirantes, ya hacia buen tiempo y el sol en las horas centrales del día hacia subir mucho la temperatura, en sus preciosos pies llevaba unas simples chanclas havaianas de color malva que hacian resaltar las uñas de sus pies pintadas de un rojo intenso, al igual que las de sus manos. Ella era una mujer muy elegante, con clase y que se hacia notar, ella lo sabia y supongo que incluso le gustaba que se la admirara y deseara.
Íbamos avanzando hacia la zona que Merche quería ver y me di cuenta de que bajo el vestido llevaba el bikini puesto, quizás estaba en su jardín porque quería tomar el sol, era un bikini azul estampado y no muy grande por lo que su culo quedaba separado en dos esplendidos cachetes, esa vista y la de sus pies me estaba empezando a poner nervioso, ella siempre me ponía nervioso ya que siempre me quedaba encandilado y sin poder articular palabra alguna mirándola.
– Vaya Daniel te has superado, me dijo cuando llego a la zona con nueva plantación.
Sus ojos se hicieron si cabe mas grandes y no dejaba de mirar y tocar aquellas plantas, estaba entusiasmada con lo que veía.
– El colorido es genial, tanto color le da al jardín un aire muy tropical, me encanta y esto de aquí también me gusta, son cañas, no? quizás bambú?
– Si, es bambú, lo he plantado sin mucha esperanza, ya que no es de esta zona y no se si agarrara, es de crecimiento rápido y hay que vigilarlo mucho, pero me gustaba como quedaba en esta zona y por eso me decidí a probar.
– Pues espero que tengas suerte vecino, me gusta el bambú y espero que crezca mucho, lo seguiré con mucho interés.
Como me gustaría tener mi jardín así de arregladito y con todo este colorido, pero ya sabes que a Chema no le gusta mucho eso de los trabajos en el jardín, ni el bricolaje, ni nada de eso, me seguía diciendo poniendo su mano en mi hombro.
– Pues tampoco es tanto trabajo, solo se trata de ir organizándose un poco y claro, tiene que gustar, entiendo que si a Chema no le gusta pues que tenga jardineros.
– Si pero los jardineros ya sabes que además de no tener gusto alguno, solo hacen lo justo y mal, hay que estar encima de ellos y hay que saber lo que es indicado plantar aquí y no, todo eso.
Para poder ver mejor y en perspectiva toda la zona, se acerco hacia la piscina donde tenia una mesa y unas sillas, dio una vuelta mas y se sentó en una de las sillas.
– Permíteme que me siente un momento Daniel, estoy sola en casa ya que Chema aun no ha llegado y estoy algo cansada, además desde aquí puedo ver perfectamente toda esta parte que me tiene hipnotizada.
– Por supuesto Merche, siéntate, es mas, quizás en esas sillas no estés cómoda, espera y te traigo un sillón de aquellos que estarás mas cómoda mujer.
– Eres muy amable Daniel, me encanta que seas tan atento, me gusta y si no te importa cuando traigas el sillón trae también un cenicero que ahora como nadie fuma no hay ceniceros en ningún sitio y me apetece fumarme un cigarro mirando tu jardín.
Acerque un sillón, se levanto de la silla y apartándola se acomodo en el sillón, haciéndome una señal de agradecimiento y aprobación de que estaba mucho mas cómoda.
Levanto un poco el vestido y cruzo sus piernas, se encendió un pitillo y cuando le deje el cenicero en la mesa me regalo una sonrisa y la vista de su precioso pie moviéndose en el aire con la chancla a punto de caer …
Estaba diciéndome algo, pero no me entere bien, era sobre el jardín, pero yo estaba mirando su pie que me tenia totalmente fascinado, supongo que ella lo imaginaba porque no dejaba de moverlo, de mover los dedos y de hacer malabares con la chancla, … hasta que la chancla cayo al suelo y sin poder remediarlo mi reacción fue instantánea y la recogí ofreciéndosela, ella algo extrañada la cogió y se la volvió a poner.
– Entonces Daniel te decía que si tu me puedes ayudar con mi jardín, para intentar dejarlo un poco bonito, aunque sea la mitad de bonito del tuyo me conformo.
Y reanudo ese sugerente movimiento con su pie.
Yo, mas que responder, como atontado, balbucee que si, que la ayudaría en lo que ella quisiera pero que tendría que indicarme sus gustos y lo que quería.
– Tienes razón y es algo que te indicare, pero me gusta el colorido que has dejado aquí en la parte izquierda de la piscina, le da un aire señorial ese enrejado y las trepadoras, me encanta y me da muchas ideas para mi jardín.
La verdad es que estoy entusiasmada con que me hayas dicho que te encargaras de nuestro jardín, ya veras cuando se lo diga a Chema, no se lo va a creer.
Me di cuenta que de echarle una mano o ayudarle había pasado a que me haría cargo de su jardín y bueno aunque yo no era lo que deseaba hacer quizás era una forma de verla un poco mas, de estar mas cerca de ella, desde luego no podía resistirme a su autoridad, algo nuevo en su relación conmigo, pero que no puedo negar que me gustaba, me excitaba.
– Oye Daniel, creo que para celebrar este acuerdo al que hemos llegado yo me tomaría una copita de vino blanco bien fresquito Daniel, me invitarías?
– Pues claro que si Merche, voy a traerlo.
– Eres muy amable y servicial Daniel, esa cualidad me gusta y la valoro mucho, por cierto, el vino me gusta que se sirva en mi presencia, es decir, que me gusta recién vertido en la copa, gracias.
– Como quieras, ya he aprendido otra cosa tuya Merche.
Deje atrás ese precioso y sugerente pie que no dejaba de moverse y fui a la cocina a por el vino, me apresure a volver enseguida.
Le serví el vino como ella me indico y le gustaba, ella con una sonrisa de aprobación me dio su visto bueno, he de reconocer que me gustaba complacerla, hacer que se sintiese a gusto y ella parecía estarlo.
Tomo otro cigarrillo, lo encendió y daba pequeños sorbos al vino saboreándolo.
– Estoy como en el cielo, pero debo de pensar ya en irme, quisiera aprovechar el sol de este mediodía y tomarlo un poco, me veo muy pálida y blanca, no crees?
– En absoluto Merche, yo te veo muy bien, aunque es cierto que en verano tu te pones muy morena.
– Si, me gusta ponerme morena, el sol me gusta mucho y además me gusta tomarlo y no tener marcas, a Chema le pasa igual, suerte que hacia el otro lado tenemos los arboles y no hay nadie de estos pesados como aquellos vecinos puritanos que tuvimos.
– Si, es cierto, estaban mas pendientes de lo que pasaba fuera de su casa que de lo de dentro y mira que sus hijos eran folloneros.
– Bueno Daniel, luego después de comer me pondré a pensar y anotar lo que quisiera de novedades en el jardín, hare una lista de cosas que luego quiero ver contigo y que me expliques bien que me conviene, te parece? Además creo que Chema me dijo que la maquina de la piscina tenia algún problema pero que tu le habías dicho que le echarías una mirada a ver si era cuestión de que lo pudieses arreglar tu, es así, no?
– Si, eso le dije a tu marido, que quizás era algo leve y yo lo podría resolver, si no ya llamaríamos al técnico, que el mío es bueno y barato. Y si lo estimas oportuno luego me pasare por tu casa para que me cuentes lo que quieres en el jardín, dime la hora, no quiero importunar.
– Tu no importunas, pero hacia las 7 h. estaría bien que fueras, ahora me voy a tomar el sol un rato hasta que venga Chema, y deberías de hablar con el lo de hacer una puerta que comunique las dos casas, me aburre tener que salir a la calle.
Se puso en pie y comenzó a caminar hacia la salida y yo a disfrutar de ese trasero adorable ahora aun mas, ya que se había relajado tanto que la braga apenas si se veía entre los dos cachetes de su sugerente culo.
Recogí todo y pensando en lo que me había dicho que iba a tomar el sol, me fui hacia el sitio de mi casa desde el que podía divisar con total claridad su piscina y las tumbonas que había a su lado, pensé en ese momento que ya que a ellos les gustaba tomar el sol desnudos tendría que ver como lo hacia para en esa línea de visión no plantar nada que me impidiese hacer de voyeur con ellos como normalmente hacia.
Ella salió de la casa, en el porche se quito el vestido y con tan solo el bikini se acerco a las tumbonas, en una puso una toalla y se quito el bikini, sus pechos eran hermosos, podía ver perfectamente sus pezones grandes y erizados, cuando se bajo la braga pude ver que estaba perfecta y totalmente depilada, se sentó en la tumbona, se embadurno de crema y se tumbo a tomar el sol, yo no podía dejar de mirarla, de verla en todo su esplendor y de pensar en su pie, su culo, sus pechos, mmmmm la verdad es que no aguante mucho, me corrí enseguida sin poder remediarlo.
No se porque pero me quede allí ensimismado mirando su cuerpo, la veía fumar, beber un refresco, ponerse boca abajo, abrir y cerrar las piernas, incluso en un momento determinado pensé que sabia que la estaba mirando, pues puso la tumbona justo en mi línea de visión, frente a mi, se tumbo y abrió las piernas, ofreciéndome un espectáculo increíble.
Al rato llego Chema, supongo que de trabajar, la beso y ella se puso encima solo una especie de bata larga, de gasa, muy transparente y se fueron hacia dentro, yo ya no tenia mas visión de la casa.
– No te lo vas a creer Chema, cuando te cuente todo seguro que no te lo crees, ni te lo imaginas.
– A que te refieres Merche?
– He estado con Daniel.
– Con nuestro vecino?
– Si, el mismo, y es mas, le he sacado un compromiso en firme de que se encargue el de nuestro jardín, además de arreglarnos algunas cosas como la de la piscina.
– En serio? Si que es difícil de creer, el es muy especial para sus cosas, no he logrado cogerle el rollo y me creo que es muy buena persona.
– Lo es, seguro, además de servicial, amable y … mmmmm … fetichista de mis pies!
– jajaja, seguro?
– Segurísimo
– Le has preguntado lo de la revista? Le has preguntado si el perfil de contacto es el?
– No, no me he atrevido y eso que ha habido un momento que con el vino que me ha puesto y tal y como el estaba ciego con mi pie, he pensado en hacerlo, pero no me he atrevido, aunque estoy casi segura que si, que es el, lo cual seria genial para nuestros planes y deseos.
– Si que lo seria, pero no se yo como planteárselo.
– Pues piensa como hacerlo porque a las 7 h. lo tenemos aquí, he quedado con el en que venga y que le diré lo que quiero en el jardín y a la vez que vea lo de la maquina de la piscina.
– Esta mañana pensaba en eso, que no teníamos suerte con nuestro anuncio de contacto y justo me ha llamado Ernesto para comentarme un par de temas profesionales, ajenos a esto, pero no he dejado de pensar en la suerte que han tenido ellos, Ernesto y Virginia con su sumisa, con una esclava de su propiedad, al igual que Ramon y Pilar con su sumiso y esclavo en propiedad.
– No te preocupes cariño, conseguiremos el esclavo, el perro que deseamos, lo someteremos, adiestraremos y pasara a ser de nuestra propiedad, para nuestro placer y gozo. Y ojo que te llevaras una sorpresa con el vecino, tiene todas las papeletas, así que prepárate porque esta tarde deberemos salir de dudas.
– Bien, como hace muy buen tiempo y se trata de una conversación sobre el jardín, deja la revista con nuestro anuncio marcado encima de la mesa baja, con la revista anterior debajo pero que se vea la portada, seguro que la vera y reconocerá si es quien pensamos que es.
Se dieron un largo beso y quedaron de acuerdo en preparar la escena como habían dicho.
Serian mas o menos las 6 h. y en cada casa se preparaban para la cita que todos, absolutamente todos intuían que no seria solo para decidir sobre el jardín, yo por mi parte me duche y como hacia muy buen tiempo decidí ponerme un pantalón corto y una camisa.
Chema se había vestido mas o menos igual que yo, pantalón corto y suéter, cómodo y fresco, Merche dudaba en si ponerse mas o menos provocativa hasta que su marido le dijo que se pusiese el bikini negro, que era el mas pequeñito y sensual que tenia y una de sus batas largas de gasa semi transparente también negra, lo hizo y eligió ponerse unos zuecos de madera con medio tacón que dejaban a la vista los dedos de sus pies, a Chema le indico que se quitara las zapatillas deportivas que llevaba y que se pusiese unas chanclas de dedo, quería que se le viese el pie y quería ver reacciones, el sin comprender mucho le hizo caso y fue a servirse una copa, la tarde lo merecía y se estaba realmente bien en aquel porche.
– Chema cariño, sírveme una copa, un gin tonic fresquito esta bien y cuando llegue Daniel lo pasas al porche, le pones algo de beber y vais a ver lo de la maquina de la piscina, yo saldré después, entendido?
– Si jefa, como tu digas, veo que ya te has puesto en plan mandona, eso me gusta.
A las 7 h. en punto estaba tocando el timbre de su casa, me gusta ser puntual, libreta en mano esperaba hasta que por el portero automático la voz de Chema me dijo que estaba en el porche, que pasase por el jardín y que ahí me esperaba.
– Hola Daniel, ya veo que mi mujer te ha liado con el jardín, ya te dije en una ocasión que hay que tener cuidado con mi mujer, que consigue todo lo que se propone, solo espero que no haya sido un asalto muy violento o mucha molestia para ti. A veces creo que abusamos de ti con las maquinas, los pequeños problemas de reparaciones y ahora el jardín.
– No, tranquilo, para nada, con mucho gusto espero poder ayudaros en lo que queréis.
Se me notaba nervioso por el discurso inicial que Chema me había dado y mas aun me puse cuando fui a dejar mi libreta en la mesita para darle la mano y saludarle y vi la revista de contactos BDSM y un contacto marcado con un circulo, el contacto que llevaba una semana mirando y no atreviéndome a responder de una pareja que deseaban un sumiso maduro, educado, culto, con nivel, bisex pasivo, sin ataduras para adiestrarlo en su servicio y tomarlo en propiedad, expresaban claramente que deseaban una persona con mente abierta y dispuesto a experimentar nuevas sensaciones y a vivir de otra forma, no se trataba de sesiones, la pareja se definía como un matrimonio liberal de alto nivel y muy atractivos.
No se si Chema noto o no noto nada, pero mi cara denotaba que el corazón se me salía por el pecho, el ritmo cardiaco se acelero y solo cuando me volvió a hablar pude salir de ese trance.
– Daniel, dime que quieres tomar, te lo preparo y vemos lo que te comente de la maquina de la piscina, que Merche bajara ahora que estaba retocándose, ya sabes las mujeres.
– Pues no se, lo que toméis vosotros por ejemplo, ahora mismo me vendrá bien lo que sea, dije yo medio atontado.
– Pues un gin tonic voy a prepararte, enseguida salgo, ponte cómodo vecino.
Chema se metió en la casa, pero no fue a la cocina directamente, subió al dormitorio y dándole un palo en el culo a su mujer le dijo,
– Al final vas a tener razón cariño, ha visto la revista, el anuncio nuestro y casi se cae al suelo, yo creo que lo ha reconocido, pero bueno, ahora después podremos comprobar si es así.
Le dio un beso y se fue directamente a la cocina, preparo la bebida para Daniel y salió de nuevo al porche donde le esperaba su invitado aun nervioso.
– Estas bien Daniel? Te noto acalorado, te sentara bien la bebida, si te parece vamos a ver la maquina de la piscina mientras sale Merche.
– De acuerdo, seguro que es un simple atranque del filtro, suele pasar mucho.
– Sea lo que sea, me alegro que lo veas tu primero, no me fio de los reparadores.
– No te preocupes si es algo mas grave te dejo el teléfono del técnico que yo conozco, te tratara bien y es un tío muy preparado.
Llegamos a la habitación donde tienen la maquina depuradora y a simple vista efectivamente era un atranque, pero no pude solucionarlo porque me faltaban herramientas, me ofrecí a acercarme a casa y traerlas para solucionarlo, pero Chema me dijo que tranquilo que ya lo haría mañana o pasado, que tendría tiempo, que ahora era mas importante lo que quería su mujer, cosa que me extraño pues Merche quería poner en marcha la piscina para darse algún baño ya.
Salimos en dirección al porche de nuevo y en el corto trayecto me dijo que esperaba que pudiese complacer a Merche, que era muy importante para el, yo solo le dije que haría todo lo posible.
Al pasar la piscina y llegar a las escaleras del porche ya estaba allí Merche, bebía tranquilamente de su copa y ojeaba su lista de encargos para el jardín, estaba especialmente atractiva y arrebatadora, tenia las piernas cruzadas y su larga bata de gasa negra caía por los lados, dejando sus piernas al descubierto, calzaba unos zuecos de medio tacón que le hacían un pie precioso y resaltaba una cadenita de oro en su tobillo, también me di cuenta que se había puesto unos anillos en dos dedos de cada pie, lo que aun la hacia mas excitante.
Nos saludo y encendiendo un pitillo nos indico de sentarnos en la mesa baja.
– Vamos a sentarnos por aquí, estaremos mas cómodos para charlar y luego si tenemos algo que anotar ya nos pasaremos a la otra mesa, nos dijo.
Además quisiera comentar algo con Daniel y estamos mas relajados aquí con la copa.
– Por mi perfecto, dije yo muy nervioso.
– Como tu quieras cariño, dijo Chema.
– Bueno Daniel, como sabes o imaginaras por lo que ya nos conoces somos una pareja bastante liberal, lo que quizás no sabes es que somos practicantes de ese mundo liberal.
Mi cara enrojecio y casi me trago el vaso de mi bebida por la confesión, no me la esperaba y no lo sabia, quede fatal por como me puse y claro que se dieron cuenta.
– Nosotros, dijo Chema, lo vemos como algo muy normal vecino, que mi mujer este con otro hombre es una satisfacción para mi y para ella, los dos disfrutamos, de igual manera cuando yo estoy con otra mujer, esto es algo que hacemos con normalidad, tenemos un grupo de parejas, de amigos con los que hacemos algunas fiestas de vez en cuando o acudimos a algunos eventos, también somos socios VIP en un par de locales de intercambio y bueno, nos movemos bastante en estos ambientes liberales.
– Y no solo hacemos intercambio de parejas Daniel, apostillo ella, Chema ha tenido algunas amantes fijas, ahora solo tiene una y yo también he tenido algunos amantes y ahora solo me veo muy de cuando en cuando con uno, ahora nuestros intereses y nuestros deseos van en otra dirección.
Diciendo esto cogió la revista de encima de la mesa y señalando el anuncio de contacto que antes había visto y que llevaba toda la semana en mi mente espero a que yo viese lo que señalaba, su anuncio y comento,
– Mira, hemos puesto varios anuncios, en mas de una publicación y también en internet, pero no hemos tenido suerte, lo que nos llega, los que nos responden buscan una sesión o cumplir alguna fantasía que tienen, hemos conocido algunos sumisos, pero apenas les hemos dado cancha porque no creemos que sean sumisos de verdad y no estamos para cumplir la fantasía de nadie, ni para el placer de nadie, tenemos muy claro lo que queremos y como lo queremos, y tristemente hasta ahora no hemos visto una verdadera entrega de nadie, no hemos tenido suerte.
– Y porque te decimos todo esto te preguntaras, siguió diciendo Chema, pues por la sola razón de que hay un perfil de una persona en esa revista que se ajusta a lo que en principio solicitamos y pensamos que ese perfil puede pertenecer a nuestro vecino, así que Daniel, la pregunta es muy sencilla y estamos muy interesados en saber la respuesta, he de confesarte que desearíamos que esa respuesta fuese positiva, dinos, eres tu “sumiso dócil 53”?
Por un momento aquello que deseaba tanto se me agolpaba en la mente y apenas me dejaba pensar, hablar, o comportarme con normalidad, el mundo se me venia encima y no sabia como salir de aquella situación, situación que por otro lado deseaba con todas mis fuerzas, que se me había presentaba como un regalo en mi vida y no sabia como comportarme, aunque lo hubiese soñado durante mucho tiempo.
– Si, ese perfil soy yo.
Dije yo y baje la mirada sin saber donde meterme.
continuará …
agradezco comentarios y críticas