Capítulo 2

Entramos en su casa, o mejor dicho en su piso, un piso grande, de estos que tienen entrada de servicio y lo hicimos por ahí, por la puerta de servicio que da a la cocina que es la que siempre se usa.

Ese piso lo conozco muy bien, pues ya he estado varias veces, una cocina amplia muy luminosa y blanca, con un pequeño aseo con ducha, una puerta de cristalera grande que daba acceso al salón, muy amplio y separado en tres ambientes, aunque el que más me gusta a mí era el último pues estaba rematado por dos grandes sofás de color blanco, tras otra puerta hay un pasillo donde están los tres dormitorios y dos cuartos de baño y diversos armarios.

-Susana. – ¿Mama donde estas?

No había terminado de llamarla cuando apareció, iba solo con un blusón de color celeste, sin más nada, pues también iba descalza.

-Isabel. -Hola mi princ…

No termino la frase pues en ese momento me vio y se quedó paralizada y blanca, y mira que ella es morena.

– ¿Hola Isabel, no me saludas?

-Isabel. – ¿Qué haces tú aquí?, (esto lo dijo con un gran temblor)

-Pues que esta tarde he conocido a tu hija y me ha invitado a venir

-Isabel. – ¿Que?

-Susana. -Pues que he visto lo guarra que eres y lo engañados que nos tenías, y lo he invitado a casa para aclarar las cosas.

-Isabel. -Y porque, porque has tenido que meter a mi hija en esto, ella no tiene la culpa de nada y no tiene por qué pasar un mal rato.

¿Ya te habrás quedado tranquilo no?, ya me has arruinado la vida ¿no?, ya tienes lo que querías Raúl, ahora por favor vete, déjanos tranquilas y déjame que hable con mi hija por favor.

-Jajajaja, para nada PUTA, son casi las dos de la madrugada, esta noche me quedo aquí a dormir, pues tu hija me ha invitado, así que ahora pon algo de picar que la verdad es que no hemos cenado nada y venimos con hambre.

-Isabel. – (con los ojos llorosos), está bien, te preparo algo de cena y te preparo una habitación, pero mañana te vas ¿entendido?, ven Susana y me ayudas.

-Aun no te has dado cuenta ¿PERRA?, no lo has entendido….

En ese momento se percató de que su hija en ningún momento se había acercado a ella ni separado de mí, y sobre todo se dio cuenta de cómo iba vestida su hija, en ese momento se dio cuenta de la realidad.

-Isabel. – ¿Qué?, ¿cómo?

– ¿Que?, te dije que no me ibas a dejar tan fácilmente PERRA, pero ahora sí, ahora sí que lo vamos a dejar, pues ya tengo una PERRA mejor, la voy a convertir en lo mismo que te convertí a ti ZORRA, pero a ella la voy a preñar, pero no te equivoques tenemos tres días que los voy a aprovechar ZORRA, os voy a usar a las dos hasta cansarme, y a partir del martes te dejare ZORRA, pero seré yo el que te deje, solo serás una GUARRA más.

-Isabel. -Por favor SEÑOR, yo haré lo que usted desee, pero por favor deje a mi hija, ella solo lo hace por mí, por favor…

-Jajájajá, ok, me parece bien, siempre que ella quiera, porque a ella no le has preguntado ZORRA.

Se giro hacia su hija, pero esta no la dejo ni articular palabra.

-Susana. -No mamá, no es tan fácil, quiero que veas y sufras en lo que me has convertido, porque me has convertido en una HIJA DE PUTA, nunca una frase ha sido tan acertada, no sabes el dolor que me has causado, aunque reconozco que si no llega a ser por ese dolor posiblemente no hubiese descubierto que soy como tú, una PUTA PERRA, haré y seré lo que él me diga que sea o que haga.

-Desnúdate ZORRA.

-Susana. -Sí MI SEÑOR.

Sin moverse de donde estaba se sacó la cazadora y tirando hacia arriba del vestido de lana negra se lo saco por la cabeza, quedándose solo con las medias y los botines.

-Y tú PUTA, de rodillas ZORRA, que la PUTA de tu hija ya sabe lo que tiene que hacer.

Susana se acercó a su madre que ya estaba de rodillas y cogiéndola del pelo la obligó a levantar la cabeza y mirarla, y le escupió en la cara

-Susana. -Por PUTA y ahora cómeme el coño PUTA, jamás me lo ha comido una mujer, pero uhmmmm, solo de pensarlo tengo el coño mojado SEÑOR.

Cogió aún más fuerte a su madre y le pego el coño a la boca de su madre, aunque esta no hacía nada solo llorar.

-PERRA o se lo comes o se va a enterar todo el mundo de quién eres.

Empezó a comérselo al principio con desánimo, pero conforme lo iba lamiendo lo iba haciendo con ganas, pues el fuerte de esta PUTA es la humillación cuando más la humillas más se excita.

-Susana. -Uhmmmm, SEÑOR, la PUTA DE MI MADRE, va a hacer que me corra, uhmmmm, me voy a correr SEÑORRRR.

Viendo que se iba a correr y para humillar aún más a la ZORRA de su madre me acerqué a ellas y sacándome la polla empecé a mearme apuntando a su cara, y como coincidió con la corrida de su hija se mezcló todo.

Cuando Susana terminó de correrse y con la respiración muy agitada se separó quedándose la muy PUTA de su madre aun de rodillas con la camisola que llevaba puesta chorreando y pegada a su cuerpo, pero la muy PUTA tenía una mano metida en su coño, la muy ZORRA se estaba masturbando.

– ¿Ves, ves lo ZORRA que es la PUTA de tu madre?

-Isabel-Si SEÑOR, soy PUTA, muy PUTA, su PUTA, ¿puedo correrme?

-Susana. -Si SEÑOR, ya lo estoy viendo, llevaba Usted razón

-Si puedes correrte ZORRA.

-Isabel. -Graciassssssss Señorrrrrr, agggggg, me corroooooooo.

Mientras se corría yo cogí del pelo a Susana y llevándola de un tirón a la cocina la hice poner con las manos en la encimera y con el culo fuera y de un golpe se la metí en el coño, que era todo un charco.

-Ufff, ZORRA, como lo tienes, está chorreando

-Susana. -Agggggg, Señorrrrrr, estoy a mil, ufffffffff, quiero que se corra dentro, quiero que me preñe Señorrrrrr, agggggg

Mientras yo me follaba a su hija Isabel seguía de rodillas en el suelo aun recuperándose de la corrida que había tenido.

-Aggg, como me va a gustar preñarte ZORRA, ufffffffff, voy a hacer cornudo a tu novio, como ya lo es el cabrón de tu padre ZORRA.

-Susana. -Ufff, si Señorrrrrr, agggggg, lo que Usted diga, agggggg, pero no pare, agggggg, puedo correrme Señorrrrrr

-Si PUTA puedes correrte

-Susana. -Aggggggggggggg, me corroooooooo.

-Yo también me voy a correr ZORRA agggggg

Me salí de ella y me fui a por la ZORRA de su madre

-PUTA, límpiame la polla, déjala reluciente y ahora vas y le limpias también el coño a la PUTA de tu hija.

-Isabel. -Si Señor

Me limpio la polla tanto que me la puso otra vez tiesa, pero la retire de mi polla y con la mirada le indique que fuese a por su hija.

Esta se sentó en una de las sillas de la cocina y abriendo las piernas todo lo que podía…

-Susana. -Ven madre PUTA, límpiame el coño, límpiale el coño a la PUTA de tu hija, ufffffffff.

De rodillas tal y como estaba se fue arrastrando hasta donde estaba su hija y metiendo su cara entre las piernas de su hija empezó a limpiarle

-Susana. -Ufffff, cuanta razón tenía Mi SEÑOR, que lengua tiene la PUTA de mi madre, ufff, así PUTA, déjalo todo limpio.

Aunque estaba otra vez empalmado también estaba muy cansado, al final había resultado un día muy productivo, pero también muy agotador.

-Por hoy está bien PERRAS, me voy a la cama, así que no hace falta que preparéis nada de cenar. Ir a asearos y os espero en el dormitorio.

Y sin decir más me fui para el dormitorio, al pasar por el de Susana, entre y cogí la almohada y la colcha y me las llevé también.

Cuando entré en el dormitorio directamente me metí en la cama, dejando la almohada y la colcha en el suelo.

A los diez minutos entraron las dos por la puerta, Susana con una sonrisa y la PUTA de su madre con una cara que le llegaba al suelo, pero a la vez con una cara de PERRA…

-A ver PUTAS, Tú (Susana), conmigo y tu PERRA vas a dormir aquí en el suelo.

Ninguna dijo nada, rápidamente Susana se metió en la cama conmigo, sin ni siquiera mirar a su madre, mientras esta solo agacho la cabeza y se estiró en el suelo.

No tardé ni cinco minutos en quedarme rendido.

Nos quedamos profundamente dormidos y no nos despertamos hasta las once más o menos, y porque llamaron al timbre.

Yo abrí los ojos, pero Isabel pego un bote y si no durmió cómoda, no se le noto del salto que pego, mientras que Susana ni se había enterado.

-Isabel. -Por favor, SEÑOR, no salga que voy a ver quién es.

-Está bien PERRA, pero no tardes en deshacerte de quien sea ZORRA.

-Isabel. -Lo haré SEÑOR, pero por favor no salga.

Ella se puso un blusón limpio que saco de un cajón, y salió corriendo a abrir.

Yo seguí en la cama observando a la PUTA de la hija como dormía totalmente desnuda, aunque a mi precisamente no es como me gusta, ya habría tiempo de adiestrarla, porque en mis planes tenía la idea de preñarla, y endosárselo al cornudo de su novio, el ingeniero aeronáutico.

De fondo sentía hablar a Isabel, pero no oía bien a la otra persona y ya estaba tardando en echarla, pues yo me estaba meando y si algo me gusta es hacerlo en mis PERRAS. Así que descalzo y con cuidado me fui acercando al final del pasillo para intentar oír la conversación.

-Isabel. -Pues Susana está durmiendo llego muy tarde y estaba muy cansada, y yo estaba arreglando la habitación, así que aun voy a tardar, vete tú para el club y después vamos nosotras.

Reconocí la voz, pues ya la había oído alguna que otra vez y si no me equivocaba era su hermana Raquel, esta es unos cinco o seis años menor que Isabel, muy parecida a mi PERRA, pero en rubio.

Por lo que yo sabía estaba casada, pero sin hijos y era funcionaria de la Diputación.

Mientras estaba en el pasillo sentí pasos a mis espaldas y no era otra que la PUTA de la hija que se acababa de levantar. Me gire un poco y poniéndome el dedo en la boca le señale que no hablara.

Me di la vuelta y cogiéndola de la mano me la llevé al cuarto de baño del padre, y sin hablar la metí en la bañera y pegando mi boca a su oído…

-PERRA de rodillas y empieza a chupar y sin hablar

Sin decir nada se puso de rodillas se la iba a meter en la boca, y cuando la abrió, yo empecé a mear, pues ya no aguantaba más e iba a reventar.

Ella simplemente se limitó a mirarme y dejar la boca abierta, por lo que también se tragó parte de mi meada, y cuando termine me entraron ganas de follármela pues la verdad es que la PUTA está muy buena, pero no quiera armar mucho ruido, así que, con un tono de voz muy bajo, le dije que su PUTA madre estaba en la cocina con su tía, pero que no conseguía deshacerse de ella.

Al saber quién era se limitó a mirar y sonreír, y hablando normal y sin miedo a que la oyeran.

-Susana. -Si es mi tía no hay problema SEÑOR, hace tiempo que tiene un amante, además para más inri es el mejor amigo de su marido y compañero de ella de trabajo, así que tiene por qué callar.

-Y eso como lo sabes, no quiero pillarme los dedos y meteros en un problema que a ninguno nos interesa.

-Susana. -Ella sabe que la pille, además tengo un par de fotos, que, aunque jamás tenía pensado usarlas aún no sé porque no las borre, pero las tengo en mi Tablet.

Un día que yo estaba aquí porque era fiesta en Madrid mi madre me mandó a dejar el coche en una plaza de parking que tienen, pero las llaves estaban en el piso, por lo que cuando llegue al piso y abrí, me extraño ver la luz del pasillo encendida y la del dormitorio también, aunque esta se adivinaba por el reflejo que salía bajo la puerta, así que me fui acercando y conforme lo hacía sentía hablar y jadeos, y con un poco de temor abrí la puerta y como en principio no se habían dado cuenta y la verdad es que aún no sabía que era mi tía, tire un par de fotos, pero con la mala fortuna que saltó el flash y al girar la cara vi que era ella, además de que en ese momento también tiré una foto, por lo que se les ve a los dos perfectamente.

Sin decirles nada me di media vuelta, cogí las llaves del parquin y me fui.

– ¿Y no habéis vuelto a hablar del tema?

-Susana. -Si, claro SEÑOR, iba en el ascensor cuando me llamó casi llorando, rogándome que no dijera nada y que borrara las fotos.

– ¿Y?

-Susana. -Pues nada SEÑOR, simplemente le dije que no se preocupara que para mí como si no hubiese pasado nada, aunque aún no sé porque no borre las fotos, pero jamás hemos vuelto a hablar de ello.

Toda esta conversación ya la tuvimos en un tono más normal sin preocuparnos de que nos oyeran.

-Ponte algo encima PERRA, pero sin lavarte GUARRA, quiero que te limpien ellas.

Salimos del baño y ella entro un momento a su cuarto y cogió un albornoz, yo mientras cogí del cajón del cornudo de su padre un pantalón corto de chándal y una camiseta, y salí detrás de ella.

Aún estaban las dos hermanas hablando cuando entró Susana, pues yo me quede rezagado.

-Raquel. -Hola cariño, ya me había dicho tu madre que llegaste tarde y estabas aun durmiendo

-Susana. -Hola putita.

A Raquel le cambió la cara, pero a la PUTA de su madre también, para ser sinceros a mí también me cambio pues no esperaba que fuese ella la que tomase la voz cantante, eso en el fondo me gusta o mejor dicho me encanta hacerlo a mí, pero que le íbamos hacer, aun no estaba enseñada.

-Raquel. -Qué dices nena… (Con la cara desencajada)

En ese momento entre y aun se descoloco más.

-A que esperas (Isabel), ya estas tardando en prepararme un café y un par de tostadas, pero como las de Granada, que aquí son un mojón, y tú, a que esperas para presentarme a tu “tita”, (eso lo dije con un poco de rin tintín).

Me fije en ella, e iba con unos pantalones de pana beige pegados y una blusa blanca, además de unos zapatos también beige, pero de un buen tacón, me gusto, está bastante buena la ZORRA.

-Susana. -SEÑOR le presento a la putita de mi tía Raquel, Raquel te presenta a nuestro SEÑOR.

Esta estaba blanca, aún más blanca que su camisa.

-Vamos a dejar las cosas claras, tu sobrina ya me ha contado tus aventuras, además de las tres fotos que te tiro, pues no las borro, y en la última se os ve muy bien a los dos.

Todo esto lo dije como si fuese verdad que vi las fotos.

Mientras tanto Isabel que no sabía ni de que hablábamos, estaba preparándome el café, pero su cara era todo un poema.

-Raquel. – ¿Y qué quieres de mí?

-Para empezar, desnúdate ZORRA.

-Raquel. -No, vamos ni loca

Ni me altere, me fui a ella y de un tirón le rasgue la blusa, dejando ver un sujetador blanco muy bonito.

Ella rápidamente se tapó con los brazos.

-A ver GUARRA, me importa una mierda lo que hagas, pero si no obedeces el cornudo de tu marido va a ver esas fotos, porque nosotros sí tenemos pruebas y tú no tienes nada GUARRA, así que te quede claro, la primera orden que te dé y no lo acates se acabara todo y todos sabrán el tipo de GUARRA que eres, pero si cumples cuando me vaya quedarás libre de todo, pero estos tres días harás exactamente lo que yo te ordene ¿entendido?

-Raquel. -Si.

-Si que GUARRA.

-Raquel. -Si SEÑOR.

-Pues a que esperas GUARRA, desnúdate

Dando un paso atrás terminó de quitarse la blusa y seguidamente se quitó el sujetador, dejando ver un par de tetas muy bien puestas y de un tamaño medio y nada caídas. Se descalzó, desabrocho el pantalón y tirando del hacia el suelo se lo quitó, dejando ver que llevaba pantys de color beige y un tanga también de color beige.

-Para GUARRA, no sigas

Me fui para el cajón de la cocina y cogí unas tijeras.

-Ven GUARRA, apóyate en la encimera y abre las piernas.

-Raquel. -Si SEÑOR.

Me acerqué a ella y metiendo las tijeras le rompí los pantys por el coño, a la vez que también cortaba el tanga por tres lados, sacándoselo de un tirón y dejándola allí apoyada en la encimera.

-Ponte los zapatos GUARRA.

Esta vez no contestó, se limitó a ir donde estaban los zapatos y se los puso.

Mientras Isabel seguía con el desayuno, pero sin quitarle ojo a su hermana, Susana estaba sentada en una silla con una mano en el coño y otra metida en el albornoz a la altura de sus tetas, la muy ZORRA estaba masturbándose.

-Para PERRA no te toques.

-Isabel. -Mi SEÑOR, ya está listo el desayuno.

-Está bien PERRA, ahora quiero que limpiéis a la PUTA de tu hija entre tu y la GUARRA de tu hermana.

Al oír eso Susana se puso de pie y quitándose el albornoz lo dejo caer al suelo.

-Susana. -A que esperáis PUTAS, ya estáis tardando

La PUTA de su madre se acercó a ella y empezó a lamerla por su cuerpo, y aunque se lo pensó Raquel la imito e hizo lo mismo.

No tardaron mucho en darse cuenta de que estaban limpiando mis orines, por lo menos Isabel si lo sabía, la GUARRA de su hermana solo ponía cara de asco al lamer.

Ya no podía más y hasta me dolía la polla de lo empalmado que estaba.

Así que cogí a la GUARRA de Raquel del pelo y llevándola a la encimera la hice apoyar en ella y sacar el culo y sin miramientos se la metí de golpe.

-Aggg, que guarra, si esta mojada la muy GUARRA.

-Susana. -SEÑOR?, ¿puedo usar a la PUTA de mi madre para correrme?

-Si, PUTA, claro que puedes.

Se sentó en la silla y abriéndose de piernas cogió a su madre del pelo y le metió la cabeza entre su piernas.

-Susana. -Chupa PERRA, cómeme el coño, ufff, que buena eres mami.

Mientras seguía follándome el coño de la GUARRA de Raquel.

-Aggg, PUTA, me voy a correr ufff, me corroooo

-Raquel. -Dentro no, por favor dentro nooooooo

-Dentro PUTA, me corro dentro, me corro donde yo quiera ZORRA, agggggg, me corroooo

Me corrí, pero seguí follándomela un rato hasta que conseguí mi propósito

-Raquel. -Me corroooo, Señorrrrrr, agggggg

Me salí de ella y bajándola de la encimera la cogí del pelo y tirando de ella me la llevé a la mesa donde estaba el desayuno

-A ver GUARRA, mientras desayuno te quiero debajo de la mesa limpiándome la polla ¿entendido?

-Raquel. -Si SEÑOR.

-Susana. -Sigue PUTA, sigue comiendo, ufff, SEÑOR no se ya las veces que esta PUTA, me ha hecho correr, ufffffffff.

Seguí desayunando con tranquilidad, bueno no tanto, pues la GUARRA de Raquel lo estaba haciendo muy bien.

En eso estábamos cuando llamaron al portero automático por lo que hubo un pequeño silencio

-PERRA, mira ver quien es.

-Isabel. -Si SEÑOR.

Se salió del coño de la PUTA de su hija y poniéndose de pie fue a contestar.

-Isabel. – ¿Diga?

Continuará…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener y someter a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

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