Se excitó tremendamente espiando a su hija y a su hermano menor. La visión era más que espectacular, jamás pensó que le daría tanto placer ver desvirgar a su hija.
Virginia disfruto de lo lindo viendo como el ser se alimentaba de mis gruesos pezones, bromeando acerca de las caras raras que yo ponía cuando sus tentáculos encontraban la manera de meterse dentro de mis bragas, alcanzando así mis castos orificios indefensos.
Le costó muy poco reaccionar con placer a mis caricias ya sus dedos que cada vez recorrían con más avidez sus labios, cuya creciente humedad me excitaba cada vez más, despertando mis ansias de lamer su vulva hasta llegar a su clítoris y así enloquecer al mío.
Bebieron hasta la última gota de su venida y entonces vio que salió de entre las sábanas una chica muy guapa vestida de enfermera, que solamente le sonrió y le mostró sus labios llenos aún de su esperma.
No pude entender lo que dijeron, sólo vi que Aida se volvía a alejar y Sandra me sentaba en la taza del báter. Me separó las piernas, me quitó el condón y me la empezó a chupar. Y, Dios mío, Aida empezó a hacer un strip-tease.
Pocos segundos más tarde, el jefe dejó de succionar y le sacó los colmillos. De las heridas que le provocó salió sangre, y la chica se habría desangrado de no ser por las medias, que hacían más o menos la función de compresión.
Ella se deshizo de nosotros y se montó en la polla mientras el que la tenía en la boca se situó de forma que pudiera seguir Ana mamándosela, estaban los tres cabalgando que ya le estaban metiendo un dedo en el culo, ella se echó hacia delante y el tercer chico la enculo.
Lo cual era del todo imposible; pues, con solo mirar hacia abajo ya me daba cuenta de que la tenue gasa lo único que lograba era dar un curioso tono azulado a mis opulentos pechos, logrando que mis pezones destacarán aún más, gracias a su nuevo y llamativo color violeta oscuro.
Por lo pronto me acerqué a su sexo y comencé a darle lengua a su clítoris, viendo y sintiendo como aquella poderosa verga le entraba y salía de su cuquita, movida con ardor por ella misma, queriendo de esa manera satisfacer aquel fuego encendido por la pasión y el deseo mutuo.
"Espera así un momento" me dijo mientras saltaba de la cama y salía de la habitación, yo empecé a pajearme mientras la esperaba, volvió al rato con un bote, era vaselina, me la dio y se puso a cuatro patas encima de la cama.
Poco después empezó a montarla, le acercó la polla al coño de ella y le pego una embestida seca(supongo que la tia estaria bien lubricada) la iba penetrando profundamente, o eso se veía en las embestidas, el ritmo se hacía muy intenso, Luis hacia un buen mete-saca, el ritmo se hizo rapidísimo y oí un suspiro de el y después de ella.
Cuando llegué a la casa de ella, me llevé una gran sorpresa, estaba con una camiseta blanca muy ceñida y le resaltaban unos enormes pechos, que nunca le había visto, sus pezones resaltaban en esa camisa ajustada, tenía puesto un short muy ceñido que hacía que se le notaran muy bien unas nalgas muy atractivas, eso me excitó muchísimo.
Con tales palabras ya no me contuve y ni me escondí mas, quería presenciar la desvirgacion total de teresa, ver su cara, sentir su dolor y vi cuando papá le abrió y acomodo sus piernas al lado de él y coloco su pene tieso en su rajita y le metió, la cabeza de la gran verga, a lo que ella dio un gemido y se lo fue introduciendo poco a poco. A como me lo metio a mi, con todo amor,
No había espuma de jabón. Me recibió con una sonrisa, como preguntando mi opinión, mientras impulsaba el elemento con su manos y brazos como intentando apartarla. El cuerpo sonrosado de ella sobresalía en el oscuro fondo, aunque se difundía en el fragor del movimiento del agua. La observé con curiosidad y ansiedad tratando de adivinar como era en todo su forma oculta.
Dicho esto, le di un beso en la cabecita de su verga como dándole las gracias por permitirme seguir disfrutando de su hermosa verga, continuando con mis besos a todo lo largo de toda ella. Con mi lengua empecé a recorrer todo el entorno de su glande, antes de metermela en mi boca por completo para chuparsela.
Demostrando de esta curiosa forma que apenas había empezado a juguetear con mi espeso bosquecillo privado, deslizando su mano amorosamente entre mis rizos cuando sus dedos se introdujeron bajo el sujetador, adueñándose de mis sensibles pezones, obligándome a morderme los labios para que no oyeran desde el interior mis primeros suspiros de gozo.
Como estaba de rodillas entre las dos literas no podía oponerme de ninguna forma a la violenta penetración que me infligieron desde atrás, a traición. Aunque a esas alturas estaba ya bastante húmeda sentí un gran dolor mientras su larga espada rasgaba la frágil barrera de mi virginidad.
Cuando por fin eyaculó, abundantemente, después de haberme hecho alcanzar un par de orgasmos, yo estaba ya dispuesta a identificarme por fin, para que pararan de una vez sus amigos con sus rudos sobeteos, pues ya me dolían bastante mis pobres pechos debido a la brutal violencia con que me los pellizcaban y amasaban, como si quisieran ordeñarme.
Me dio el tiempo justo de poner el viejo jarrón delante mío antes de que saliera la foto, así que espero que no se vean las osadas manos que aprovecharon esos últimos segundos para introducirse por debajo del top y pellizcarme los pezones sin piedad, dejándome amoratado todo el seno.
Sonó el teléfono, eran los amigos que llamaban para ir al cine. Él les contó la situación, pero mi cuñada lo alentó a ir. Ella se pensaba tomar una infusión con limón y miel y el medicamento recetado por el médico y guardaría cama. Yo me ofrecí a preparar su petición y le dije a mi hermano que cuidaría de ella, que la atendería en todo lo que pidiese.
Asistíamos mi mujer y yo a una boda en una gran casa que hay en el mismo Barcelona, después de la cena me percate que mi cuñado estaba hablando en un lugar discreto del jardín con María, vi claramente como ella se quitaba las bragas y se la daba a él. Se besaron y volvieron con el grupo familiar.
Alquile un chale en la costa durante quince días, busque a través de contactos de Juan a cinco tipos bien dotados y con aspecto de brutos, así como el mayordomo de Juan, un corpulento negro que tenia una verga como nunca había visto.
No me costó mucho obsequiarte con una meada, saliendo una gran chorro, tu le veras caer a la perfección y también sentirás su calor, intente entre cortarlo pero no lo conseguí, mis músculos no responden, ah mismo y en la misma postura empecé a acariciarme mientras miraba el pantalón empapado en el suelo.
Pero fue su otra mano, la que introdujo dentro de mis bragas, para explorar mi todavía virginal cueva, la principal culpable de que me corriera como nunca antes lo había hecho, mientras mordía mis manos para amortiguar los escandalosos jadeos que emitía.
Un día que fui a su casa me impresionó al verla en unos shorts que dejaban ver sus lindas piernas doradas, la razón por la cual fui era que necesitaba unos libros que mi tía poseía le di un beso cerca de la boca como sin intención le dije a mi tía que si prestaba los libros, ella me respondió que por supuesto que como no se los iba a prestar los libros a su sobrino preferido, mi tía desde un tiempo para acá me traía loco y en ese momento tenia toda la verga erecta me presto los libros
Primero entraron mi hermano pequeño y dos de los novatos, después me toco el turno a mi, y después los tres novatos que faltaban, junto con algunos veteranos voluntarios, a los que no llegue a ver bien en ningún momento porque procuraban estar detrás mío todo el tiempo.
Pase mi mano por su hermoso culo separándole las nalgas y metiéndole el comienzo de mi dedo índice por su ano, sus senos más grandes aunque más caídos que los de sus hermanas quedaron aplastados en la palma de mis manos para después estirarla los pezones, baje bruscamente mi mano a su coño, lo tenía mojado le introduje sin ningún miramiento dos dedos y entraron con suma facilidad y aproveche para humillarla diciéndole que era un re follada y que que es lo que se metía en su coño para tenerlo así
Quedando en evidencia un continuo flujo por mi tensa picha de lo cachondo que iba, me ataron piernas y brazos en la cama, entro Belén y ordeno que se marcharan, una vez solos, con una goma de sujetar el pelo sujeto fuertemente mis testiculos, lo que hizo que mi glande se saliera, me humillo mirándome el ano y metiéndome el dedo afirmado que seguro que te ha gustado, cuando te lo metía Lucia.
Era mi esposa, que estaba masturbándose muy plácidamente y sin ningún tipo de inhibición; estaba tan compenetrada que no pudo percibir que yo me había despertado, entonces me quedé quietito en mi lugar y comencé a disfrutar de tal espectáculo, el cual jamás había presenciado hasta ese momento...