Como en un breve descanso de este primer impacto, el tío encendió nuevamente la televisión y coloco una película porno, que empezamos a observar, el ver vergas que entraban y salían de coños, nalgas y bocas, realmente me puso pendeja, ya que al mismo tiempo nos acariciamos, sin decir palabra, a la vista siguió la acción, otra vez introduje en mi boca la verga de el tío y le dije,
Esto no es lo interesante del asunto, pues un día tal vez por remordimientos de conciencia, o por la confianza que hay entre nosotros, Zahra me confesó diciendo, lo que a partir de este momento empezare a narrar, tal y como ella lo vivió.
Al ratito se fue el doctor, y el chico joven me hizo pasar a una habitación contigua. "Bájate los pantalones y los calzoncillos y túmbate en esa camilla". Yo hice lo que me dijo. Él se puso unos guantes y comenzó a bajarme lentamente el prepucio.
Me quedé dormido profundamente, al despertarme me di cuenta que algo no funcionaba bien, no podía moverme, estaba atado a la cama, cuando alce la vista, me lleve una sorpresa en principio no muy placentera, mis parientes me estaban mirando atentamente, antes de que pudiera experimentar tenía el coño de mi tía en mi cara y mi prima me comía mi polla mientras mi tío lo grababa todo con su cámara de vídeo.
Sus piernas eran largas y bien hechas. En conjunto, era un de esas nativas de complexión fuerte, piernas largas, cintura alta, culo y caderas anchas y cintura estrecha, espalda ancha y recta y pechos desarrollados y erectos. Su pelo era extremadamente rizado, aún después de mojarlo y su cuello. Largo como el de una jirafa. Fina, una chica fina.
Como gran parte de los hombres de este y todos los paises, mis fantasías han ido evolucionando con los años y no sé exactamente desde cuándo empezaron a aparecer hombres en ellas. Poco a poco fueron adquiriendo más y más protagonismo. Hasta que quise probarlo y… lo probé.
Entonces noté que se estremecía dentro de mi y un líquido caliente me llenaba por dentro, escurriendo por mis muslos hasta casi mancharme los calcetines, fue maravilloso tener aquel orgasmo los dos a la vez mientras metçia el dedo entero en mi culito que ya estaba ardiendo y caliente de deseo.
Ella se sacó el vestido,quedando solo cubierta por su tanguita y sus sandalias doradas de tacón y dejando al aire unos senos de bisturí que semejaban los de una veinteañera por su perfecta redondez.
Sentí como mi pecho se llenaba de chorros de leche espesa y caliente, hasta mi boca fue alcanzada por ella la que lamí con mi lengua. Entonces sentí que mi culo se llenaba de leche a la misma vez, el chico daba gritos de placer ,mientras se venia dentro de mi culo.
Entonces cambiaron de posición, yo estaba con mi cuerpo inclinado y comencé a mamar la verga del chico mientras sentí entonces como me entraban en el culo los 23cm del hermano de mi padre.
Aunque el chico ya tenia la pinza en su mano, note que se había quedado muy quieto, con una mano aferrada fuertemente a mi teta y la otra dentro de mis bragas; así que me gire, y vi que el pobrecillo al final se había corrido en los pantalones de seda.
Porque María, ahora que ya no tenia que preocuparse por Belen, le estaba dejando por fin a Manolo maniobrar a su antojo... y el muy truhán no perdía el tiempo. Cuando su boca no estaba morreandola a lo desesperado estaba chupando y lamiendo su cuello como si fuera un helado de vainilla... y sus manos solo salían de debajo de su minifalda vaquera para meterse debajo de su top negro.
Cuando Raúl vio que la cosa iba en serio, en vez de interrumpir la fiesta, lo que hizo fue vengarse en mi cuerpo. Me hizo tumbar boca abajo sobre la cama, y me penetro, muy violentamente, por el agujero mas estrecho. Todo esto sin perderse ni un detalle de lo que sucedía en la otra habitación.
Creía que venían, sobre todo Raúl, por mi hija, pero pronto me di cuenta que me prestaban mucha mas atención a mi que a ella. Sobre todo porque en casa suelo vestir con ropas mucho mas ligeras, y sin la odiosa opresión del sujetador, dejando que mis pesados senos se muevan en total libertad.
Acto seguido el dueño de la casa se quitó el pantalón y con la polla tiesa se tumbó en el suelo, el tio que se cepillaba la tía, la obligó a que se montara sobre el aparato, cosa que logró entre palabras y balbuceos de borrachera, al lograrlo el tío de la casa empezó a moverse como loco dentro de la tía, pero el otro tio no contento aún, apunto su polla hacia el culo de la tía y la introdujo su polla dentro, por lo que la tía respondió con un grito.
La verdad es que soy un vicioso, me gusta el sexo a tope, y en mi estancia en Cuba de donde me traje a Carmen, estuve con tres amigos míos, los cuales ya se habían cepillado literalmente a mi esposa.
Nos acercamos lentamente la una a la otra, excitadas por nuestra propia visión, nuestras tetas duras avanzaron al encuentro y nos tocamos deliciosamente con los pezones dilatados en un contacto que desencadenó una respuesta eléctrica que invadió nuestros cuerpos.
Una familia unidad y amorosa. Es la historia de cómo mi abuelo, mi papito, mi tío y mi hermanito, me despiertan a la sexualidad...
La chica se puso debajo mía y empezó a chuparme los pezones mientras uno de los hombre me la metía por atrás, sentía tantas cosas a la vez que no sabia exactamente si era placer o dolor.
Y empezó la escena: el tío empezó a despelotarla por los vaqueros y la descalzo y allí mismo empezó a chuparle los dedos de los pies mientras ella empezó riendo y poco a poco veía como le daba placer, yo en mi vida había visto eso.