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Historia de dos amigas I

Historia de dos amigas I

Capítulo I: María y Belén

Mira, chato… Yo no digo que sea verdad…

Solo digo que ellas me lo contaron así…

Y no sé que motivos tendrían para engañarme.

La historia parece de película…

Bueno, de película porno, pero de película, al fin y al cabo. De todas maneras yo te la cuento de nuevo, pero no pierdas ni un detalle porque la cosa tiene su miga.

Comenzaré hablando de María: Una chiquita de 26 años. Pelo castaño claro muy largo. Una carita de ángel y una sonrisa que embobaría al más pintado. Pero no solo consta de esos atributos… No.

Un cuerpazo que quita el hipo. Unas tetas… si, si, nada de pechos… Tetas, como suena… 100 de tetas y con dos fresones como pezones… Y un culo… dos esferas separadas por una hendidura que a saber lo que esconde en esa hendidura…

Aquel día viajaba en el expreso, en uno de esos de departamentos cerrados. Bueno pues aquel día era entre semana… un jueves creo… poca gente en el tren y María sacó a pasear ese monumento de cuerpo por el pasillo del tren y echarse un cigarrito.

Mientras fumaba vio una cosa curiosa. Uno de los departamentos tenia las cortinillas echadas pero una de ella se movía con el viento y le dejaba espacio suficiente para ver a una chica dormida en unos de los sillones. Esa era Belen. Si, si… la otra chica… No te líes… Otro monumento de la Naturaleza en ese tren… Como lo oyes… Otro soberbio par de tetas en la piel más blanca… ¡¡Mmmmhhh!!… A mí las chicas con la piel así me ponen… Bueno, a lo que iba… Belen llevaba un vestido floreado… de esos de una pieza abotonado desde arriba hasta abajo… Lo curioso de ello era el individuo que compartía departamento. Imaginate a Torrente pero en flaco… así era el tío este. Pues el pavo le estaba dando un buen repaso a la soberbia delantera de Belen… trabajaba a manos llenas, el cabrito y Belen, más dormida que un ángel y sin enterarse de nada.

María miraba la escena flipando… No sabía que hacer.

Y mientras tanto, el tío, dale que te pego… Un amasado por aquí, un pellizco en los pezones. Hasta le desabrocho los cinco primeros botones para acceder mejor al material: Un fantástico monte carnoso coronado por un sonrosado y erecto pezón que parecía querer reventar la blonda blanca del sujetador. Hasta la pobre sonreía en sueños.

El tío debió ponerse como una moto porque se bajó los pantalones y se sacó un cacharro de buenas dimensiones. El tío este comenzó a darle un restregón de polla por toda la cara de Belen. Hasta los huevos le puso en la cara. ¡ Menudo viaje se estaba pegando!. Y María creyó en algún momento que a Belen hasta se le escapaba un suspiro de placer. El baranda se lo debía estar pasando de puta madre, allí, con los cojones en la cara de ángel de Belen y pajeandose entre las tetas. ¡ Ya te digo!. Todos querríamos estar ahí…

Finalmente el individuo este acabó corriéndose en los melones de Belén y comenzó a amasar la crema con la masa… Pero al final María entró en el departamento cuando el tío dejó el amasado y, deslizando sus manos por debajo del vestido, sacó las braguitas de Belén.

La puerta se abrió de un portazo y el tío asustado dejó caer la fina prenda (que diría un cursi) al suelo.

Allí estaba María: brazos en jarras, Una camisetita blanca y unas mallas negras. Parecía una Furia vengadora de esas del Olimpo. El sobador miraba alelado mientras Belen se despertaba.

– Tío cerdo… ¿Qué coño te crees que estas haciendo?

– Oye, niña…

– Ni niña ni cojones. Sal ahora mismo de aquí a meneártela a la vía o llamo al revisor y juro que te corre a guantazos.

– So zorra… Me las pagareis los dos – Dijo el baboso mientras salía del departamento… Y aun tuvo tiempo de, a lo lejos, gritarlas – ¡¡ Frígidas, tortilleras…!!

María dedicó una mirada de desprecio a tan insignificante reptil y recogió las braguitas de Belen del suelo. ¡ Y estaban mojadas…!… Como lo oyes, chaval. Empapadas… parecía que los toquecitos habían afectado más de lo que quería en sueños a Belen. Esta trataba de recomponer su vestido. Desde luego parecía la Libertad guiando al pueblo… Un precioso melón (teta, pecho, ubre, sandia… ¡¡Mmmmhhh…!!) fuera de su vestido. María la entregó la empapada prenda a Belen.

– Gracias – dijo ella- Si no es por ti me viola y ni me entero…

– No te preocupes… No ha tenido importancia…

Y fue aquí chavalito donde se hicieron amigas. María continuo viaje con Belen por si su “amigo” volvía. Así Belen se enteró que María había quedado con su novio para pasar un fin de semana romántico y María que Belen iba a pasar las fiestas a su pueblo. La verdad que según me dijeron ellas, se cayeron muy bien así que hicieron lo que hacen todas las amigas al cumplir viaje… Intercambio de números de teléfono y direcciones.

– Pásate por mi pueblo si puedes – Le dijo Belen- Las fiestas son las mejores de la zona.

– Bueno lo intentaré. Se lo puedo decir a mi novio y nos pasamos.

Pero como estas chicas pecaban de ingenuas, no se dieron cuenta de que el colega amante del sobe estaba cerquita oyendo la conversación…

Capítulo II: El traidor

No tío… no te pienso contar ni un tanto así si no te enrollas y me pasas otra birra. Vale, esto ya es otra cosa. Pues como te había dicho antes María se había pegao el tute de tren para pasar un fin de semana de esos romanticones con su novio… pero se le jodieron los planes.

Yo no sé si la madre del pavo lo hizo adrede o es que se puso mala de verdad, el caso es que el novio tuvo que llamar a la chica el viernes para decirle que se quedaba en Madrid. Ya te puedes imaginar la cara que se le quedaría a María verdad…. jajajaja… tirada en el quinto pino y sin conocer a nadie. ¿Belen?… ves como no eres tan tonto… pues si, eso hizo, le pego un toque y en cuanto le dijo lo que pasaba la rubita tardo cinco minutos en coger el coche para ir a recogerla.

Yo solo de imaginar a esa rubia pechugona (talla 110 de sostén) con sus ojitos azules y los pedazos de morros que tiene juntándose con la diosa de pelo castaño larguísimo y ojos grandes es que me pongo malo… ¿qué?¿tu también?. Pues no has oído lo mejor, y es que el marido de la rubia… si ¿no te había dicho que estaba casada?… bueno, ¿y que más da?, si no somos celosos ¿verdad?… tío, no me cortes, lo que te decía es que el marido de la rubita estaba currando fuera el fin de semana y el muy idiota la había dejado sola en plenas fiestas.

Como ya te imaginaras se hicieron amigas enseguida… risitas por aquí… risitas por allá… haciéndose la comidita y contándose tonterías la una a la otra toda la tarde mientras Belen le mostraba a su nueva amiga la casa y el corral adjunto. Hasta que a ultima hora se cambiaron para ir a la fiesta.

Tu ya conoces a María y sabes que la ropa que usa para salir no es precisamente la mas adecuada para ir a misa… pero según me dijo esa noche se tuvo que cortar bastante, pues lo que Belen entendía por ropa sexy para ir de fiesta era un top holgado de tipo hippy que trataba de ocultar en lo posible su abundante delantera al tiempo que dejaba al aire su ombliguito y realzaba su estrecha cinturita… ¿a que te hubiera gustado verla?… pero por lo visto por abajo era una falda larga a juego, también de tipo hippy, que lo único que marcaba un poquito era el trasero… y solo un poquito. Así que María se puso aquel vestido negro de tirantes que llevo a la fiesta de Luis, ¿te acuerdas?… si, ese mismo, el que por abajo no le llegaba ni a la rodilla. Si, estoy contigo, yo también opino que le sentaba de maravilla… pero ya sabes que con un tipazo así cualquier cosa sienta bien.

Joder macho, ya me has liado, que parecemos dos modistos discutiendo de trapitos… ¿no querías saber lo que pasó?… pues calla y escucha. Resulta que al principio todo iba muy bien, presentándole Belen a sus amistades y todo ese rollo, pero cuando paso el rato y empezaron a hablar de los amigos y de las cosas del pueblo María se sintió algo desplazada, así que le pego al cubata de lo lindo.

Tu ya sabes como se pone ella con dos copas ¿verdad?… pues yo creo que tuvo que ser por eso, o por el mosqueo que tendría con su novio por haberla dejado plantada de ese modo, sino no me explico como se dejo enredar de un modo tan tonto por el cachitas que le entro. Pues por lo que me dijo era el típico cachitas guaperas de gimnasio… uno de esos que María se merienda en la discoteca en dos bocados… pero aquel día estaba más vulnerable que de costumbre y el tipo no tardo mucho en camelársela y después de cuatro piropos y zalamerías se la llevo a bailar.

Según María no lo hacia del todo mal, aunque con las canciones de salsa se pegaba mas de la cuenta y se le iban las manos a su trasero que era un primor. Pero ella se estaba divirtiendo y apenas opuso algo de resistencia a sus ataques. así que cuando empezaron las lentas y el tipo se la fue llevando a la zona más oscura y apartada de la calle se dejo llevar. Allí Manolo (como se llamaba el menda) ya no se corto un pelo y pegándose todo lo que podía a María empezó a sobarle el trasero por encima de la falda mientras le decía tonterías al oído.

Que no debían de sonar tan mal… porque para cuando empezó a besarle la cara y la boca ya no oponía ninguna resistencia. Si, opino como tu, solo pensar lo que debe ser darle un morreo a María me pongo malo. Y el tío no se conformo con eso, que va, en cuanto vio la oportunidad se lió a sobarle las tetas por encima del vestido… y por lo que me dijo ella Manolo era un manitas que la puso como una moto enseguida, pues lo mismo le amasaba los pechos con delicadeza como le retorcía uno de sus gruesos pezones a través de la tela como si se lo fuera a llevar.

Aun así María me confeso que cuando noto que Manolo le empezaba a restregar su enorme chisme se acojono un poco, así que trato de separarse lo más posible del tío cachas… ¿cómo?… no, que va, no lo consiguió. El tío era mas listo que el hambre y para entonces la tenia ya casi pegada a una de las paredes más oscuras y alejadas de la fiesta… así que aprovecho la separación para meter la mano entre sus piernas, alcanzando sus bragas en un momento.

Joder chato, pareces tonto… entre lo cardiaca que estaba ya María y lo borracha que iba.. ¿qué iba a hacer?… pues se dejo sobar.

El tío la apoyo contra el muro y mientras le devoraba la cara a besos le metía los dedos dentro del coño… metiéndoselos y sacándoselos a tal velocidad que María solo podía jadear entre beso y beso. así que cuando Manolo le bajo la tirante del vestido y después el sujetador María casi se lo agradeció… porque al menos podía respirar tranquila mientras el tipo le chupaba y mordía el pecho como si estuviera muerto de hambre.

¿Qué paso?… ¿tu que crees?… pues que se corrió viva allí mismo, de pie apoyada contra el muro y mordiendo al tío en el cuello para que sus gemidos no se oyeran por toda la plaza. Me confeso que fue uno de los orgasmos más bestias que había tenido nunca… así que cuando Manolo saco por fin sus dedos de su almeja y se llevo de paso sus bragas de recuerdo ella no dijo ni mu.

¡Pues claro que el tío no se quedo con el empalme!… mientras María se colocaba bien el sostén y el vestido la llevo a un oscuro portal cercano y la hizo sentarse en los escalones mientras Manolo se colocaba enfrente de él y le ponía la polla frente a la cara. Por lo que me dijo ella era un pedazo de tranca enorme… de los que necesitaba las dos manos para sostenerlo bien y que, por mas que chupaba, apenas conseguía meterse algo mas de la mitad en la boca.

Tampoco le hizo falta porque la muy puñetera me confeso, con una sonrisilla de esas irónicas que te desarman, que entre el meneo de sus manitas y lo bien que usa la lengua en solo unos minutos le hizo correrse.

¿Qué si se lo trago?… ¿pero chato no te he dicho que llevaba su vestido de fiesta?… ¿qué esperabas?¿qué lo manchara?. María se lo trago todito todo como una niña buena… dejo al tío tan seco como limpito y satisfecho… y se fue luego junto a Belen con una sonrisita de oreja a oreja.

¿Que que dijo Belen…?… Pues nada, la pobre había estado hablando con gente del pueblo mientras María se pegaba la fiesta padre. Finalmente, entre risas las dos se alejaron a la casa abrazadas por la cintura….

Capítulo III: La sorpresa de María

Y a la mañana siguiente María se levanto como Belen: Con una espantosa resaca… Aunque María tenia el estomago más lleno… Nada, tío, de asqueroso nada… Que no hay en el mundo cosa más excitante que una tía con la boca llena de “cuajada”…. Lo que yo te diga.

Bueno, pues tú que conoces a Belen ya sabes que para las resacas ella tiene una solución infalible… Pero… ¿ Tu eres gilipollas?…¿ Que narices de una cerveza en ayunas…?… Cállate y déjame contártelo… Le propuso a María dar una vuelta en caballo. Pero María que en su vida había montado puso un poco de reparo aunque Belen le propuso un viejo caballo muy tranquilo él… Así que tenemos a esas dos diosas montadas en sus corceles… ¡ De película, tío….!… Yo vi las fotos que me enseñaron… Belen con su traje de amazona, todo ajustado y marcándosela bien la raja…. ¡ De vicio, macho!…

Dieron una vueltecita hasta la hora de comer y María me contó que la pasión de Belen por su animal era exagerada… muy exagerada a su parecer… ¡ Joder, tío!… Una vez que paró a beber agua María la pilló acariciándole al bicho el cacharro…

Si, si, como suena… La diosa rubia, respirando pesadamente y acariciando con su manita el cipotazo del caballo… Vamos, estoy yo allí y me tengo que ir a un arbusto a aliviarme… ¿ No te parece demasiada atención para un caballo…?…

No, nada de una casualidad porque después de comer Belen se puso un bikini y se echó tomar el sol mientras nuestra diosa morena veía algún bodrio en la tele.

Se aburría mucho y al final se levantó a dar una vuelta por ahí… Joder, espera un momento que ya veras como tiene relación… Va María y se queda acojonada… Belen estaba en la tumbona, durmiendo plácidamente y dos grandes mastines tenían metidos sus hocicazos en la entrepierna de Belen…. Acojonante…¿no?…

Pues mira María que no sabía que hacer la pobre… Así que va a pegar un grito cuando oye escaparse un gemido de ¿placer? a Belen… Leches, los bichos habían llegado donde estaba dormida la rubiales y con el hocico habían retirado la fina tela que tapaba sus sonrosada almeja y como si de Dog Chow se tratara se empleaban a fondo en el coñito de Belen…

¿ María…?…. Flipaba en colores… Belen ya jadeaba como una loca, los pezones parecían que iban a romper el bikini y los animales formaban un revoltijo de lenguas en su rubio coñete… Claro que María no era de piedra y se estaba mojando mucho, si, si, mojando… Quien le iba a decir a ella que se iba a mojar con una escena como esa hace unos días…

Y tú, al loro porque en la coordinación de los animales se ve que no era la primera vez que Belen disfrutaba de tales atenciones… Joder, pues…por la soltura, digo yo. En estas, uno de ellos se sale de su chochete y sube hasta el melonar. Y va el bicho y comienza a lamer uno de sus pezones…

¿El bikini?… supongo que lo apartaría el perro… ¿yo que coño se?. Desde luego el perro se empleaba a fondo en el pezón de Belen. Uno comiendo marisco y otro melón… Ya te digo.

Los tenia de punta y ella no dejaba de agitarse. Bueno, pues María, cuando por fin se decidió a espantar a los perritos, Belén tuvo un orgasmo descomunal: Se arqueo, jadeó, gritó y por fin se relajó… Y joder, los perros, como si de una señal se tratara se piraron…

Y allí se quedó Belén, sudorosa, desmadejada sobre la tumbona y con la braga del bikini retirada a un lado mostrando su vagina palpitante y húmeda de saliva y flujo, que se deslizaban en un hilillo hasta caer en la tela de la hamaca. María tuvo tiempo de recomponer el bikini de su amiguita antes de que esta se despertara con una sonrisa diciendo que estas siestas la dejaban nueva…. Si, si tan nueva… Como que la pobre María tuvo que ira ducharse corriendo del calentón… Tu eres tonto, tío…las señoritas jamás se meten los dedos…

Pero a pesar de todo, cenaron y el calentón apenas les había dejado a las dos. Y cuando se estaban arreglando las dos en el cuarto de baño María, entre risas le propuso que esta noche la una vestiría con ropa propia a la otra.

Belen, que como sabes jamás ha podido decir que no a los juegos, acepto encantada…. ¿Y el resultado?… Joder tío… la repera… Belen vistió a María con un top negro suyo negro, entallado en la cintura y una falda vaquera suya con una raja hasta la cintura casi. Y la prestó ese conjunto suyo de encaje negro, si ese que nos gusta tanto… Sujetador y tanga… Y María vistió a blanca con un top blanco de licra que se sujetaba al cuello y minifalda blanca ajustada… ¿ Y la ropa interior…?… Bueno, ya sabes que María es más picarona así que dijo que de ropa interior nada de nada… ¡ Ya te digo, tío!… María quería “castigar” a Belén por el calentón y aquí tenemos a Belén con los pezones a punto de reventar el top de María y sin bragas… Pero las dos se reían de la situación…

Capítulo IV: La encerrona

Aunque claro, ya te imaginaras que Belén, con lo tímida que es, no iba a presentarse con ese aspecto ante sus amigos… así que pego un buen rato medio escondiéndose por las zonas mas apartadas y oscuras de la fiesta con la esperanza de que nadie la reconociera… y bebiendo mas de la cuenta para que se la pasara el “sofoco”. ¿María?…. tu ya sabes como es María… a ella le daba igual que un puñado de “garrulos” se la comieran viva con los ojos cada vez que iba y venia a alguna de las barras de bar improvisadas… meneando sus caderas con ese vaivén que tan cachondos nos pone, como diciendo “mirad, mirad, que esta noche os vais a matar a pajas a mi salud”.

¿Solas?¡que coño iban a estar solas! ¿No recuerdas a Manolo? Para cuando llegaron a la fiesta el tío ya llevaba un buen rato esperándolas. El fue el que se encargo de tenerlas “entretenidas” con su charla y sus tonterías mientras las animaba a beber una copa detrás de otra. ¿A Belen?… no chavalin, que no te enteras… a Belen solo la desnudaba con la mirada cada vez que María iba a por una ronda… a la que besaba y sobaba Manolo era a María… a ella le metía mano en cada canción que bailaban, comiéndole la oreja cosa mala mientras sus largas manos se deslizaban bajo la minifalda para sobar ese prieto culazo que el tanga dejaba al aire.

No hombre… que Belen no se aburría… porque cuando Manolo considero que ya estabas las dos lo bastante “cocidas” se las llevo hasta uno de los callejones mas alejados de la fiesta y allí les presento a un amigo suyo… un tal Jesús Ricardo. Claro que lo hizo cuando estaban en la zona mas oscura y deprisa y corriendo. ¿Qué?¿por lo feo que era?…. espera chaval que luego lo entenderás. Bueno, pues Jesús Ricardo le dio a María los dos besitos de rigor y se lanzo como una fiera hambrienta sobre Belen. Y esta, entre el pedal que llevaba ya encima y lo cachonda que estaba desde que se despertó de la siesta se dejo camelar de la forma mas tonta por el desconocido.

¿Te las puedes imaginar? ¿las dos con sus parejas bailando en la zona mas oscura de la fiesta?… bueno, si es que se puede llamar bailar a lo que hacían.

Porque María, ahora que ya no tenia que preocuparse por Belen, le estaba dejando por fin a Manolo maniobrar a su antojo… y el muy truhán no perdía el tiempo. Cuando su boca no estaba morreandola a lo desesperado estaba chupando y lamiendo su cuello como si fuera un helado de vainilla… y sus manos solo salían de debajo de su minifalda vaquera para meterse debajo de su top negro.

¿Cómo leches iba a bailar si me dijo que la mitad de las canciones no podía ni mover las piernas por tener uno o dos dedos bien metidos en su conejo?. Y el sostén…. y mira que es bonito… no le sirvió para nada, porque estuvo casi toda la velada subido encima de sus pechos para que Manolo pudiera manosear sus pechos sin problemas. ¡Y vaya si lo hizo! Según me dijo les dio un repaso de lo lindo, sobándoselos como si hiciera una década que no tocaba unos melones. Cuando no se los estaba pellizcando se los estaba estrujando y cuando no hacia ni lo uno ni lo otro se los amasaba como si se los quisiera arrancar. ¿Qué si le gusto? Pareces tonto chaval… ¡dos orgasmos le provoco el tío!

No hombre… todo esto me lo contó María… ¿Belen que puñetas iba a ver si el tal Jesús Ricardo la tenia prácticamente arrinconada en la otra punta del callejón?. Por lo que me contó ella el dia que me lo confesaron todo (y créeme si te digo que si no llegan a estar tan borrachas aquel dia no me habrían dicho ni la mitad de lo que me contaron) el tipo se le pego como una lapa a la que sonó la primera de las baladas en la plaza principal. Desde donde estaban ellos casi ni se oía la música, pero al tío le daba igual… porque ya te imaginaras que lo único que quería era sobarla.

Jajaja… ¿pero que dices tío?… parece mentira que aun no conozcas a nuestra querida Belen… ella se limito a apoyar la cabecita en su hombro y fingir que no se daba cuenta de todo lo que Jesús Ricardo le hacia. ¡Pues claro que tenia que notarlo!… si el tío en cuanto le dio dos apretones a sus pechos y vio no llevaba sujetador se lo levanto hasta el cuello… que si colega… como te digo… la dejo con los melones al aire y sus gruesos pezones mas tiesos que un clavo (y Belen dirá lo que quiera, pero por mucho que diga que estaban así de duros por la brisa nocturna yo estoy seguro de que estaba mucho mas cachonda de lo que estaba dispuesta a reconocer).

¿De que si no iba a aguantar Belen que el tío le retorciera y pellizcara los pezones con tan mala idea?… si por lo que me dijo la caricia mas tierna que le dio fue un apretón en el pecho que casi le deja marcados los dedos en blanca piel. No hombre… tampoco es eso… cuando Jesús Ricardo le metió mano bajo la minifalda y se cosco de que no llevaba bragas ya se encargó él de meterle los dedos en el coño con mas cuidado. Que si hombre… lo que yo te diga… si hasta la tuvo que apoyar contra la pared para que no se le doblaran las rodillas de lo mucho que estaba disfrutando.

¿Qué porque estoy tan seguro?… elemental querido pardillo… porque fijo que si no hubiera gozado con esos dedos que no paraban de entrar y salir de su estrecha almeja seguro que cuando Jesús Ricardo le cogió la manita y la coloco sobre la polla que acababa de sacar de los pantalones Belen no habría consentido en manosearla. ¿Qué si lo hizo?… ya te digo… por suerte no era muy gruesa, pero si muy larga, así que Belen pudo menearla arriba y abajo con cierta facilidad. ¿El tío?… joder, pues Jesús Ricardo estaba como una moto…. chupándole la lengua y mordiéndole los gruesos labios mientras le metía hasta dos dedos en el coño de golpe.

¿Qué te estas poniendo malo?… te aseguro que no eres el único… María dice que el verla con las tetas al aire dejándose sobar de ese modo le provoco el segundo orgasmo. También dice que le daba muchisimo morbo verla mas de cerca… así que cuando Manolo, con un empalme descomunal, le dio unos tirones en la mano para que fueran mas cerca ella se dejo llevar de mil amores. ¿Belen? ella dice que ni se entero de que María y su amante se colocaban justo enfrente de ellos… y eso que por lo visto el callejón en esa zona era muy estrecho.

María dice que a la luz de la farola que tenían cerca veía perfectamente como los pechos desnudos de Belen subían y bajaban agitados por la respiración acelerada de la chica… y que no podía quitar los ojos de sus grandes pezones ni siquiera mientras Manolo se agachaba para quitarle el tanga. Me dijo que en el único momento en que sintió algo de vergüenza fue cuando la despojo a continuación del sostén y luego del top… porque no le hizo mucha gracia quedarse con los pechos al aire en mitad de la calle. Pero también me dijo con esa sonrisilla irónica que te pone a mil que en cuanto Manolo le metió el primer pollazo ya le dio igual ocho que ochenta.

Si… yo también me pongo malo solo de pensar en la escenita… y es que por lo visto el tío estaba de verdad cachas… porque fue capaz de sostenerla por el culo y empitonarla contra la pared sin ningún problema. María me dijo que si no llega a correrse antes dos veces quizás le habría dolido meterse un cacho de carne tan grande y grueso… pero que le entro sin problemas… tanto que al final hasta se permitió el lujo de subir sus piernas y enlazarlas sobre las caderas del tío… y dejar así que Manolo se la clavara hasta los mismísimos huevos.

En serio chaval… yo flipaba oyendo a María contándome que tuvo un orgasmo tan fuerte que le tuvo que morder a Manolo en el hombro para que sus gritos no se escucharan por toda la calle… y que si luego el cachitas no la llega a sujetar se hubiera caído de culo al suelo de tan flojas como tenia las piernas.

Ya te digo… pero cuando le falto un pelo de verdad para caer redonda fue cuando María escucho a Jesús Ricardo pidiéndole a Belen que le chupara la polla para limpiársela después de haberse corrido como una verdadera fuente en su manita. Pues no se… estaba tan borracha que lo mismo hasta lo hubiera hecho… pero María ahora que veía bien a Jesús Ricardo bajo la farola y le oía hablar fue cuando se dio cuenta… ¡¡¡De que era el sobón del tren!!!

Acojonante ¿verdad?…. si, es una pasada. Como ya te imaginaras María se lanzo como una fiera sobre el tipo para apartarla de Belen, la cual todavía no se había enterado bien de la movida y seguía mas floja que un flan después de los orgasmos que le había arrancado Jesús Ricardo (y que no me quiso decir cuantos fueron con la excusa de que no se acordaba bien).

¡Pues claro que era una trampa!… Manolo era un colega de Jesús Ricardo y se había enrollado con María para que cayeran las dos sólitas en el saco. Bueno, ya sabes que lengua tiene María cuando quiere, les puso de vuelta y media en un momento… pero Jesús Ricardo las escuchaba como quien oye llover… hasta se permitió el lujo de reírse en su cara.

No… no pudieron marcharse tan fácilmente… Jesús Ricardo aun les tenia guardada una sorpresita… y es que cuando trataron de irse salió de detrás de una tapia un tercer amigo del bribón… uno que había estado oculto allí atrás todo el tiempo… ¡grabándolo todo con una cámara de vídeo!.

Si tío… como lo oyes… las había grabado a las dos pegándose el lote… y si a María no le importaba demasiado que lo hicieran… a Belen se le vino el mundo encima… ¡pues claro chaval!… una tía casada haciendo guarradas en mitad de la calle… le podía costar el matrimonio, las amistades y que se yo cuantas cosas mas.

Así que Jesús Ricardo les dijo a las dos víctimas que si querían recuperar la grabación ya podían ir preparando una buena merienda para los tres al dia siguiente en la casa de Belen. No… si no era lo que dijo… sino como lo dijo… pues mientras las acompañaban a la salida del callejón Jesús Ricardo le iba palmeando el culo a María por debajo de la minifalda vaquera para que le quedara bien clarito de que iba el rollo.

Si… y mas clarito lo tenia aun Belen a pesar del pedal que llevaba… pues mientras la llevaban entre Manolo y el cámara, poco menos que en volandas, se iban turnando para manosearle las tetas por encima del top… estrujándoselas a manos llenas mientras metían la mano libre bajo la minifalda para ver que encontraban.

Ni que decir tiene que en cuanto llegaron al centro se largaron los tres golfos poco menos que a la carrera dejando que las chicas se las apañaran como pudieran para llegar a casa de Belen.

Continúa la serie Historia de dos amigas II >>

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