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Historia de dos amigas I

Porque María, ahora que ya no tenia que preocuparse por Belen, le estaba dejando por fin a Manolo maniobrar a su antojo... y el muy truhán no perdía el tiempo. Cuando su boca no estaba morreandola a lo desesperado estaba chupando y lamiendo su cuello como si fuera un helado de vainilla... y sus manos solo salían de debajo de su minifalda vaquera para meterse debajo de su top negro.

Historia de dos amigas II

Pero María me dijo que a ella le había dado la impresión de que los perros actuaron por celos cuando vieron a su ama tocando las zonas mas íntimas del semental. Y, si te interesa mi opinión, yo coincido con María... porque sino los perros habrían salido antes y no cuando llevaban tanto rato en la cuadra.