Las personas necesitan desahogarse, sacarse del pecho las penas, las preocupaciones, el stress de esta "vida loca", las pequeñas culpas y las culpas enormes que no le permiten dormir en paz.
Cada tarde después de salir del trabajo, viajó en el tren pensando si estará ya conectado, ansiosa por llegar a casa y poder ver el muñequito que aparece en mi pantalla, informándome de que esta allí.
Mierda no queda café, voy a matar a María, mira que dejarme sin café, sabe que sin él no tiró por las mañanas, cojo la carpeta, la bolsa y me dirijo hacía el metro, parece mentira que Barna, este tan muerta a las seis de la mañana
Avatares de un jovencito metido circunstancialmente a peluquero de señoras, sus éxitos y fracasos, tanto amorosos como económicos, y su fin como peluquero de paisaje.
Empecé entonces a desnudarla lentamente, y cuando sus dos pechos salieron libres de su prisión, se encontraron con un par de labios que los chupaban una y otra vez.
Aproximándose a él, se sentó sobre sus piernas mirándolo, mientras rozó sus muslos con los de él que ya estaban también desnudos.
Entonces ella empezó a desnudarme a mi, ahora sus diestras manos abrieron los botones de mi camisa, sus maquillados labios besaban primero mi largo cuello, luego mis hombros y por fin bajando los tirantes de blanco sujetador mis anhelantes pechos.
Con la punta de su lengua lamió mis labios voluptuosos e hinchados aún por el placer, dibujó mi clítoris sonrosado y recorrió cada milímetro de mi vagina con su lengua y saboreó casi desesperado mi coño húmedo y ensoberbecido.
Como voy a resistirme si has aparecido con uno de esos vaqueros de botones que te hacen tan sexy con los dos primeros botones desabrochados, con tu torso desnudo y moreno y tus pies descalzos...
He decidido escribirte estas líneas para contarte una fantasía que he tenido contigo, bueno, que llevo teniendo mucho tiempo y que me resulta muy excitante cuando la pienso.
Mi padre, después que ya dejó de sacar leche, me levantó la cabeza de en medio de las piernas de la Tata, sonriéndome me dijo si me había gustado probar su leche y lamer el coño de la Tata; que me había parecido aquello que había visto y si me gustó.
Yo era un joven universitario que para pagarse los estudios tenía que trabajar los fines de semana, pero por fin había llegado el verano y con ello las vacaciones, unas vacaciones relativas ya que tenía que estudiar para las asignaturas que me habían quedado y a la vez trabajar sirviendo copas.
Sus manos me acariciaban con cierto frenesí, con ansia desatada y ganas de ser colmada. Las mías recorrían su cuerpo con el mismo deseo, e incluso más, sabiendo que se me concedía algo privilegiado, prohibido...
Una no cumpleaños todos los días, y esa mañana, desde que desperté, tuve la sensación de que no iba a ser un día cualquiera.
De repente vio su tamaño había aumentado, que se encontraba abrazado a su princesa amada y que sus labios volvían a estar unidos bajo el agua divina.
Te conté también que mi vida sexual marital era muy buena y hacían pocos años que me había animado a masturbarme y descubrí la maravilla de esa practica.
Le dije lo que me ocurría y ella en vez de apartarse, aumento el ritmo, yo me quería morir de placer, ya que estaba cerca de venirme.
Helen se hizo dueña de mi pasión, fui el 1 en hacerla mujer, y ella fue la cusante de muchas vivencias de drogas sexo y violación.
Para que os quede más claro, estaba buscando desesperadamente una relación por internet, buscaba a alguna chica, no para practicar sexo con ella, buscaba a alguien que se sintiera como me sentía yo en aquel momento y con quien simplemente pudiera compartir una charla amistosa alrededor de un café.
Como pude alcancé sus rígidas tetas y magreé sus pezones fuertemente, luego bajé una mano y le metí dos dedos en su estrecha vagina y apresé su clítoris en mis labios, Deborah estaba corcoveando, me folló el rostro con fuerza, me lleno de sus copiosos fluidos, aferró mi cabeza con sus manos mientras brincaba apretándome con sus muslos, gritaba y decía mi nombre