Y después de un gemido prolongado sentí en mi garganta el liquido viscoso que el palo de mi abuela soltaba, fueron como 4 chorros de caliente esperma, sentí un poco de ahogo al tratar de comerla toda, tanto que se me escurrieron hilos de semen por los costados de los labios, mi abuelo se dejo caer de lado
Vanessa había tomado su ritmo y en estos momentos el instrumento del placer era yo, su dulce boquita subió a mis labios y su lengüita se introdujo en mi boca como una serpiente, jugaba a lamer el interno de mi boca, emitía sonidos de ninfa en celo, más de un par de veces mordió delicadamente mis labios, embriagándome en el sabor de su saliva, después apoyó ambas manos en mi pecho y contorsionando su cinturita, bajó sus caderas hasta empalarse una vez más en mi miembro ...
Aquella noche Marta y Jorge estaban sentados en el portal de la mansión del licenciado Castella, al que por cierto Marta casi nunca veía, Jorge decía que no quería buscarle problemas y por eso habían mantenido su noviazgo oculto en la oficina.
Mis 26 años mi posición de jefa a cargo en la administración de la empresa, mi preocupación por mis amigos se fueron apartando de mis pensamientos, que tomaban forma de fantasías sexuales, me puse una pollera y una blusa ambas trasparentaba mi ropa interior, higienice mis partes intimas, sonreí al sentir flujos en mi vagina, su presencia formal y fría de militar, no podía esconder ese bulto erecto en sus pantalones.
Su voz suave y melodiosa le preguntaba si se podía sentar a su lado, ella sin ser saber porqué contestó afirmativamente y al momento era consciente de que lo había dicho sin pensar, de forma automática, como sino fuera ella quien hubiera hablado. Sus pensamientos, la sorpresa y el agradable aspecto de él, la habían abstraído de la realidad y se notó como flotando en un sueño.
Fuimos a una discoteca, nos tomamos unos tragos, bailamos, bueno nos dieron las tres de la madrugada, y mi amigo ya con unos tragos de mas, me dijo que tenia sueño y me pidió favor de ir a dejar a su novia y a la amiga, que el se retiraba a su casa.
Gabriel se sonrió y volvió a besarme en los labios. Entonces lo monté y, cuidadosamente, me preparé para la penetración. Guié la verga hasta la entrada de mi vagina y con un movimiento leve de descenso, logré que entrara la punta.
Estando en una ciudad costera con mi novia y mi cuñada asistimos a una de esas típicas veladas de noches de hotel que suelen ser tan cutres, en ésta la estrella invitada era un hipnotizador de tres al cuarto, que pidió voluntarios para su show y les durmió para que hiciesen el ridículo un rato.
Se acercó y me besó en los labios. Cuando pasó la mano por mis tetas bien de frente, no como si fuera una caricia casual, lógicamente tiene que haber sentido la dureza de mis pezones, pero siguió de largo para luego volver.
Cuando llegó estaba muy sexy. Debajo de un tapado largo llevaba un minivestido de tela acharolada negra con detalles dorados, botas de charol de taco algo y caña alta y muy bien peinada y maquillada. Parecía escapada de una tapa de revista.
Me acarició largamente las nalgas, me separó un poco las piernas, acercó la cara a mi agujerito y comenzó a lamerme el ano y la zona circundante hasta que quedó lubricada con su saliva y mis jugos.
Contemplé sus pezones sonrosados y me abalancé sobre ellos succionándolos con avidez. Ella me acariciaba el pene y sobre todo el glande con suavidad, llevándose la mano a la boca lamiéndolo provocativamente y con ganas mientras se dejaba arrastrar por mis lametones y apretones en sus senos. Bajé la punta de mi lengua por su esternón, su estómago, su ombligo, su coño depilado en una sugerente línea de pelos cortos.
Reflexión rápida sobre la masturbación de un chico gay.
Fueron momentos de desinhibición, de placer conjunto, hasta que no pude aguantar más. Mi compañera presintiendo el momento, colocó su mano para que mi semen, no se alejase ni se desperdiciase. Lo que consiguió es que las manos de ambas, quedasen embadurnadas del precioso líquido.
Acompañe a Lidaine a su oficina, me senté al frente de su escritorio y seguí con mis preguntas, por fin contesto: salir a tomarse unas cervezas, conversar conocerse. Eso no tiene nada de anormal, le dije, eso lo hace todo el mundo, eso es una propuesta aburridora; me contentó, veras por algo se empieza…. Y enseguida me interrogó: ¿Qué tipo de propuesta tienes en mente?
Me acerque a su carita empecé a besarla lentamente pasando mi lengua por sus labios, juntando mis labios a los suyos ella dejo entreabrir su boca dejando entrar mi lengua húmeda que comenzó a buscar la de ella, jugando, como peleándose las dos, nuestras salivas se mezclaban y yo comencé a sentir que mis braguitas se mojaban que rico mi amor.
Ahora el que sudaba a mares era yo, el placer intenso que Begoña me proporcionaba apenas puede ser expresado con palabras, por momentos la totalidad de mi sexo descansaba en el interior de su boca, captando el calor de su lengua y de su paladar, era como disfrutar del vértigo de una montaña rusa, como la caída libre de un paracaidista, como rozar las nubes con las yemas de los dedos...
Este es un relato respuesta, pero puede responder muchas palabras. Lo comparto porque siento que se expande y lo pide… Si lo lees preciosa, sabes que es tuyo antes que de nadie…
Durante los juegos en la piscina aprovechaba para acariciar la suave piel de Susana así como para que se diera algún roce casual tocando discretamente sus bien formados pechos o su perfecto culo, de tal manera que siempre, al terminar los juegos, me iba a mi habitación a hacerme unas cuantas pajas para aliviar la situación.
Esa tarde él estaba con su novia en su habitación, mientras, yo leía en mi cuarto, podía oírles un poco, Cesar le pedía tener relaciones, pero ella le decía que no, que se tenia que ir, oía a mi hermano excitado y frustrado, pero ella no cedía y al final mi hermano se quedó con las ganas pues ella se fue, oí como la acompañaba hacia la puerta, y entonces pensé que esa sería mi oportunidad, mi hermano estaba caliente